Un 17 de mayo de 1979, hace 40 años, en Nueva Guinea, la columna “Jacinto Hernández” fue emboscada por la Guardia somocista.
La Columna “Jacinto Hernández” se creó un viernes 13 de abril de 1979, con más de cien compañeros al mando de los comandantes Óscar Benavides Lanuza, Iván Montenegro Báez y Adolfo García, inició la marcha desde el Frente Sur “Benjamín Zeledón” en Rivas con el fin de formar un nuevo frente de guerra en la región sur del departamento de Zelaya (hoy Región Autónoma Caribe Sur – RACS), propiamente en la zona de Nueva Guinea.
En la emboscada del 17 de Mayo de 1979, son asesinados los Comandante Óscar Benavides “Rosendo”, Iván Montenegro “Ernesto” y los compañeros Yelba María Altunez “Verónica”, Francisco Sirias Tenorio “Miguel” y José Noel Navas “Bienvenido”.
Barricada Historia, comparte el relato de uno de los sobrevivientes, Humberto Salazar López “Choncito” quien recuerda cuando la columna guerrillera avanzaba en Nueva Guinea.
A partir de las acciones de la toma del asalto al Palacio, el 22 de agosto de 1978, se vinieron tiempos difíciles, debido a las acciones guerrilleras y la consecuente represión desatada por las hordas somocistas, se debatía en un estado de inseguridad, de persecuciones, cárcel, tortura y muerte.
Estos acontecimientos anteceden a la masacre realizada en Nueva Guinea, acciones realizadas a poco tiempo de conseguir la libertad del pueblo nicaragüense.
El 5 de mayo de 1979 la Columna “Jacinto Hernández” llega a la comunidad de “El Chacalín” donde la guardia los estaba esperando.
Salazar, asegura que, al momento de la sorpresa nefasta, lo que hizo es poner en guardia a todo su personal, unos 65 hombres.
Nueva Guinea: una estrategia que permitió el avance de las tropas insurgentes en otros frentes
Salazar, al explicar el porqué de la acción de Nueva Guinea, dijo que el fondo de esta gesta, que pretendía abrir un nuevo frente, estuvo relacionada con una estrategia guerrillera de llamar la atención de la Guardia Nacional (GN), sobre un objetivo militar que Somoza priorizó y buscó como aplastar, pero a costa de debilitar la defensa de posiciones estratégicas en las ciudades más importantes del país.
Según Salazar, a Nueva Guinea se movió el grueso de la GN y su Fuerza Aérea Nacional (FAN).
“Somoza pensaba que éramos 5 mil hombres y éramos apenas 155”, reveló Salazar López.
Para el ex mayor del Ejército de Nicaragua, “fue la columna Jacinto Hernández, en Nueva Guinea, la que hizo la democracia en el país”.
Luego de la Masacre ocurrida en Nueva Guinea, de los 155 guerrilleros sólo quedaron 11 con vida.
Jossy Alemán, una mujer panameña, quien se integró a la Brigada de internacionalista “Victoriano Lorenzo”, publicó un poema que escribió en 1980 en honor a sus compañeros caídos en Nueva Guinea:
Homenaje a los compañeros de la Columna “Jacinto Hernández”
Por: Jossy Alemán (1980)
Partimos alegres, a liberar Orión,
enviados a cubrir de estrellas el valle.
Entre el silencio de la noche y la luna
pasaban nuestras sombras, una por una
vestidos de verde olivo y armaduras al talle,
nosotros, los felices hijos del gran Sión.
¡Qué orgullo, dijo Ernesto, somos noticia!
¡El pueblo, verdaderamente nos necesita!
Decía el Comandante, con el hambre en los labios
y Rosendo asistía con porras, las palabras del sabio.
Más a lo lejos, la música estrépita de la metralla
marcaba las notas, de la macabra noche de ofrenda.
¡El cerco hay que pasar! Domingo inquiría.
despliéguense sin parar y a los lados no deben mirar.
Esperemos los morteros, que Coco va a detonar,
¡Pum Pum Pum!
Con golpe de tambor, el enemigo va a morir
Pero esa noche, la victoria nos vio vivir.
Fuimos obligados a beber un amargo vino
Mientras cansados, bailábamos en la pista del amor,
fue allí, donde hubo el rítmico tableteo
también el tronar del duro zapateo
y el rugir de la terrible música del terror.
Eran los 15 años de la niña héroe y la noche,
se llenó de sangre de los hijos de Sandino.
dije: ¡Vámonos muchachas, no podemos continuar!,
“iré con los Comandantes” dijo Verónica, con ingenua hermosura.
Susana se fue triste, quedo atrás vacía y desesperada.
Verónica partió con los Comandantes, con orgullo y sin ternura,
Y Susana, cruelmente asesinada, mortalmente humillada
y no la pude ayudar a ninguna, no pude hacer nada.
Así fueron cayendo las sombras, una tras una,
De los hijos de Sandino en la tierra de Orión,
Aquellos que fueron a llenar el valle de estrellas
y volvieron con el corazón y las almas llenas
con las duras balas, en la noche de la decepción.
Nueva Guinea era la sombra del hastío,
la muerte y el odio en comunión.
Donde los recuerdos pasan, pero quizás, no pasan
porque son una hoguera, a la que siempre le queda brasa,
por culpa de la cruel y mortal ambición.
Adiós a todos mis compañeros del alma,
nunca jamás los he de olvidar.
Portando sus ropajes verdes y sus armaduras
con sus ojos en la tierra llenos de estrellas,
y sus cuerpos inertes, brotando raíces, por los que ayer lloré,
hoy me hacen decir, nos volveremos otra vez a encontrar.
Fuentes:
http://frentesandinistalapazcentro.blogspot.com/2016/04/columna-jacinto-hernandez.html