El 30 de octubre de 1994, hace 26 años, se inauguró la Universidad de las Regiones Autónomas de la Costa Caribe Nicaragüense (URACCAN)
La falta de acceso a la educación superior fue durante siglos una de las formas más profundas de discriminación en la Costa Caribe. Los funcionarios públicos eran en su mayoría profesionales enviados desde el Pacífico del país y eran pocos los jóvenes indígenas y afrodescendientes que tenían la oportunidad de cursar estudios en las universidades estatales, localizadas todas en Managua o en otras ciudades importantes.
A fines de la década de los años 70 del siglo pasado hubo programas de profesionalización impulsados en la Costa Caribe por la UNAN-Managua. Entre el grupo pionero que bregaba por la creación de un centro de estudios superiores en la Costa Caribe, destacan las figuras del Dr. Ray Hooker Taylor, el poeta David McFields y el Dr. Guillermo McLean.
Aprobación de la fundación de URACCAN
La aprobación el 30 de octubre de 1987, de la Ley 28 o Estatuto de Autonomía de las Regiones de la Costa Caribe de Nicaragua, trajo consigo el reconocimiento, largamente postergado, de los pueblos originarios, afrodescendientes y mestizos costeños, a un conjunto de derechos, entre ellos el de acceder a la educación superior. Un grupo de insignes ciudadanos y ciudadanos de las Costa Caribe Sur y Norte, conformaron la Asociación Pro – Uraccan, para dar impulso a la creación de un Centro de Estudios Superiores para la Costa Caribe. Once distinguidas personalidades conformaron esta asociación: Mirna Cunningham y Albert StClair, Ray Hooker Taylor, Hugo Sujo, Roberto Hodgson, Hennigston Omeir, Miriam Hooker, Cyril Omeir, Mirna Viales, Alfredo Cordero y Merlin Forbes, quienes gestionaron la personería jurídica de URACCAN, ante el Consejo Nacional de Universidades y en la Asamblea Nacional, para lograr su autorización.
La URACCAN, obtuvo la aprobación del Consejo Nacional de Universidades (CNU), el 5 de Marzo de 1992. La Asamblea Nacional le otorgó la personaría jurídica como institución sin fines de lucro mediante el decreto No. 602 del 3 de junio de 1993, publicado en la Gaceta, Diario Oficial No. 104.
Inicio de actividades académicas
La URACCAN fue inaugurada el 30 de octubre de 1994 y en 1995 inició sus actividades académicas, siendo considerado su año fundacional, después de un profundo análisis del horizonte de la Autonomía Regional Multiétnica y las necesidades de formación de los talentos humanos para su implementación. Desde las comunidades hasta los recintos universitarios, en un enfoque epistemológico alternativo al positivismo académico, sino proponiendo el diálogo entre los conocimientos tradicionales de las diversas culturas indígenas y afrodescendientes, con el llamado conocimiento científico. Un diálogo intercultural de conocimientos diferentes, complementarios entre sí, acercando la academia y la sabiduría.
Las distinguidas rectoras de Uraccan
Correspondió a la Dra. Mirna Cunningham Kain, ser la primera rectora de este emprendimiento de interculturalización de la educación superior, pionero en el continente Latinoamericano, y que ha sido un ejemplo para iniciativas similares en otros países. Actualmente, la rectoría está a cargo de la Dra. Alta Hooker Blandford, quien con el apoyo de su equipo de trabajo conduce la Universidad en los recintos de Siuna, con extensiones en Waslala, Rosita y Bonanza; en Bilwi (Puerto Cabezas) con extensión en el municipio de Waspam; en Bluefields y en Nueva Guinea. Cabe mencionar que la URACCAN coordina la Red de Universidades Indígenas Interculturales y Comunitarias de Abya Yala (RIICAY), un espacio horizontal e intercultural para compartir y fortalecer la interculturalización de la educación superior.
26 Años de Excelencia Académica
A 26 años de su fundación la URACCAN sigue cumpliendo con excelencia su propósito de “Formar hombres y mujeres con conocimientos, saberes, capacidades, valores, principios, actitudes humanistas, sentido de emprendimiento e innovación, en equilibrio y armonía con la Madre Tierra para el fortalecimiento de las Autonomías de los Pueblos”.
Las universidades comunitarias interculturales no sólo significan una ruptura en la larga historia de discriminación en el campo de la educación superior, sino también han propuesto una nueva manera de producir y recrear los conocimientos, al armonizar en sus currículos, en la investigación y docencia, el conocimiento indígena y afrodescendiente, con los conocimientos técnico-científicos. Esta epistemología/pedagogía responde al proceso histórico de construcción autonómica y tiene como fin la formación de hombres y mujeres con las competencias, principios y valores que son vitales para la ciudadanía intercultural.