Barricada

Nicaragua condena sanciones de EEUU y UE impuestas antes de asunción presidencial

Nicaragua ha condenado una nueva serie de sanciones impuestas al país pocas horas antes de la toma de posesión del presidente Daniel Ortega el lunes.

Las medidas dirigidas a varios funcionarios nicaragüenses se anunciaron cuando Ortega prestó juramento por cuarto mandato consecutivo en una ceremonia en la capital, Managua, a la que asistieron dignatarios e invitados de todo el mundo.

Las sanciones fueron impuestas por la Unión Europea y Estados Unidos, que denunciaron las elecciones del 7 de noviembre ganadas de manera convincente por Ortega y su Frente Sandinista de Liberación Nacional como “una farsa”.

Sin embargo, no han presentado evidencia concreta para respaldar sus afirmaciones, y cientos de observadores internacionales describieron las elecciones como libres, justas y transparentes.

Las multitudes llenaron la Plaza de la Revolución cuando el Presidente Ortega y la vicepresidenta Rosario Murillo recibieron sus credenciales de manos de la jefa de la autoridad electoral, Brenda Rocha.

Hubo una gran presencia internacional en la ceremonia, que fue rechazada por Estados Unidos, sus aliados regionales y otros países occidentales.

Te puede interesar: ¿Por qué Estados Unidos amenaza con cambio de régimen en Nicaragua?

El presidente cubano, Miguel Díaz Canel, dijo que la reelección de Ortega mostraba “la convicción antiimperialista del pueblo nicaragüense” y era una victoria para las fuerzas progresistas de América Latina y el Caribe.

A él se sumó el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, quien elogió a la “Nicaragua heroica que se mantuvo firme frente a los imperios del siglo XIX y XX” y que hoy sigue desafiando a las potencias imperialistas.

Ortega anunció en su toma de posesión que Nicaragua se había incorporado oficialmente a la ambiciosa Iniciativa de la Franja y la Ruta de China, lo que probablemente enfurezca aún más a Washington.

Los dos países firmaron una serie de acuerdos estratégicos clave luego de “una reunión histórica”, incluidos programas sobre vivienda, agricultura y comercio, dijo.

“Las revoluciones china y sandinista son revoluciones con el mismo objetivo, acabar con la pobreza”, dijo Ortega a la multitud.

Prometió que los sandinistas, que tomaron el poder por primera vez en 1979 después de derrocar a la dictadura de Somoza respaldada por Estados Unidos, continuarían “cultivando sueños y construyendo caminos”.

El mandatario dijo: “Prometemos seguir luchando para erradicar la pobreza, para construir la paz, para que las familias nicaragüenses se sientan seguras, que sus hijos se sientan seguros… y que tengan una vida digna”.

La Sra. Murillo proclamó “un nuevo período” para el país, elogiando al “heroico pueblo nicaragüense” por entregar la victoria electoral a los sandinistas y defender la soberanía nacional.

“Sabíamos cómo trascender esos momentos oscuros”, dijo, refiriéndose a un intento de golpe respaldado por Washington en 2018.

“Estábamos muy bien y por eso nos querían derrocar, porque este proyecto revolucionario es por la paz y la justicia para que todo el pueblo tenga derecho a trabajar y prosperar”.