Barricada

Gesta heroica de Pancasán: clave para la Revolución

“Pancasán heroico. Cuántos años desde Pancasán…! Cuánto camino recorrido…! Cuánto heroísmo entonces, ahora y siempre! Cuánto camino de Luchas y Victorias…! Cuánto orgullo! Somos un Pueblo de Gran Orgullo, de Gran Corazón y de Gran Esperanza”

Compañera Rosario Murillo
24 de agosto 2022

El 27 de agosto de 1967, hace 55 años, cayeron en la gesta heroica de Pancasán: Silvio Mayorga, Rigoberto Cruz (Pablo Úbeda), Fausto Heriberto García, Otto Casco, Francisco Moreno, Óscar Danilo Rosales, Carlos Reyna, Nicolás Sánchez (El Tigre Del Cerro Colorado), Fermín Díaz, Felipe Gaitán, Ernesto Fernández, Carlos Tinoco, Óscar Armando Flores, entre otros extraordinarios combatientes.

Este 27 de agosto, honramos la memoria de esos héroes y mártires, cuyas voces aún se escuchan desde la montaña. Hoy destacamos su arrojo y fortaleza, pero sobre todo su mística revolucionaria.

El 27 de agosto de 1967, hace 55 años, la gesta heroica de Pancasán, fue el inicio de una nueva etapa en el Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN): se asumió la decisión de continuar la lucha contra la dictadura somocista de manera frontal.

En 1967, la Dirección del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) trasladó sus primeros cuadros a las montañas de Matagalpa, dónde permanecieron cerca de un año. A la cabeza del grupo guerrilleros iban: Carlos Fonseca Amador, Óscar Turcios, Silvio Mayorga, Tomás Borge y Gladys Báez. En la ciudad quedaron como responsables de la guerrilla Daniel Ortega y Doris Tijerino.

La gesta heroica de Pancasán representaría un conjunto de enseñanzas para el FSLN: seguir fortaleciendo el trabajo con el campesinado y propiciar la incorporación de más sectores, entre estos las mujeres y los jóvenes, a la lucha guerrillera.

El Comandante Carlos Fonseca Amador, a raíz de la jornada heroica de Pancasán, llamó a los estudiantes universitarios a fortalecer el Frente Estudiantil Revolucionario, y a realizar una solidaridad más activa con la causa guerrillera y libertaria.

El profundo significado de la gesta heroica de Pancasán en el proceso revolucionario nicaragüense fue sintetizado magisterialmente en la poesía -canción del poeta David McFields, “Pancasán”.

Compartimos con nuestros lectores, la noticia publicada en la versión impresa de Barricada de la década de los ochenta:

PANCASÁN: BASTIÓN DE NUESTRA REVOLUCIÓN

PANCASAN se transformó el 27 de agosto de 1967 en bastión histórico en la lucha de Nicaragua contra el imperialismo y la dictadura, vanguardizada por el Frente Sandinista de Liberación Nacional.

Convertida en oráculo de héroes y mártires sandinistas, después de la gesta que ahora se conmemora, ubicada a unos 60 kilómetros del Municipio de San Ramón Matagalpa, Pancasán despierta interés hasta el extremo de que muchos preguntaron el significado de su nombre.
¿Qué significa Pancasán? Esta pregunta sin duda se relaciona estrechamente a la admiración y fervor de las efemérides. Pancasán significa “Cerro del Danto” en lengua sumo.

“VOCES DE LOS PARTICIPANTES”

Los heroicos acontecimientos iniciales de nuestra guerra de liberación en esa región fueron conmemorados el 27 de los corrientes en la hacienda La Washington, con la presencia de miembros de la Junta de Gobierno de Reconstrucción Nacional, de nuestra Dirección Nacional del FSLN, de nuestras Fuerzas Armadas, periodistas, familiares de los mártires y campesinos de la zona.

El compañero campesino Félix López, intervino en nombre de la comunidad, integrada por unas dos mil personas. La voz humilde pero decidida y enérgica del campesino arrancó grandes aplausos cuando señaló que “Ser revolucionario no es ser amigo de los comandantes, sino que ser revolucionario es preocuparse y trabajar para solucionar los problemas y necesidades de la comunidad”. Concluyó solicitando un dispensario, un puente y caminos de penetración.

En representación de la Dirección Nacional del FSLN habló el Comandante Edén Pastora Gómez, quien corroboró a los hermanos campesinos que la Revolución Popular Sandinista se había hecho fundamentalmente para obreros y campesinos. Hizo énfasis a la vez en el hipócrita cristianismo de unos cuantos “Señorones” que hablan de Dios y abogan por los derechos humanos, pero que en la práctica no tienen la menor piedad para remunerar justamente el salario del trabajador del campo y la ciudad, a quien explotan frecuentemente.

Entre los asistentes al acto de recordación histórica resaltó la presencia de la madre de Nicolás Sánchez López, legendariamente conocido en la lucha con el seudónimo de “El Tigre de Cerro Colorado”.

La humilde campesina Santos López Barrera, madre del héroe sandinista, fue presentada a las otras madres de los héroes, por Gladys Báez, una de las pocas sobrevivientes de las guerrillas en Pancasán […]

LA MUJER EN PANCASÁN
Cra. Gladys Báez:

Con Pancasán se piensa de que la lucha no puede ser solamente en la montaña, sino que había que dividir al enemigo, golpear en la ciudad y golpear en la montaña, y que de esa forma íbamos a poder avanzar. Por otro lado se pensaba también de que en las guerrillas anteriores se habían tenido serios reveses, porque no teníamos base de apoyo campesina.

Entonces, para Pancasán se pensaba tener una buena base de apoyo con los campesinos y se pensaba en el establecimiento de los buzones. Las perspectivas nuestras eran de bajar a Guanuca, entrar a Matagalpa y avanzar hacia Managua, y eso era lo que todos teníamos en mente hacer, sin embargo, la realidad fue otra, sufrimos un golpe militar, pero políticamente no hubo ningún revés.

Políticamente podemos asegurar que Pancasán viene a ser el triunfo del 19 de julio; porque por un lado, la implementación de los buzones sirvió a los compañeros que llegaron nuevamente a la montaña, por otro lado, se fortalece la preparación combativa de los campesinos y, además, la tesis de golpear en la ciudad y en la montaña se fortalecen posteriormente.

La columna guerrillera estaba compuesta por 35 compañeros, y creo que son doce los que mueren, incluyendo los campesinos. Sobreviven a Pancasán Óscar Turcios, Tomás Borge, Carlos Fonseca, Edmundo Pérez, Germán Pomares, Narciso Zepeda, sobreviven varios. De la ciudad los que sobrevivieron fueron Víctor Tirado, Daniel Ortega, Doris Tijerino, […] y una serie de compañeros.

Yo tenía quince días de haber salido, pero aunando criterios con una serie de compañeros, recordamos que nosotros teníamos preparado el terreno para la guerrilla en la montaña, precisamente por la Washington. En esa hacienda lo que hay son cafetales, no hay montañas y ninguna guerrilla en su inicio iba a sobrevivir a un bombardeo aéreo y terrestre en una zona semi despoblada.

Una de las cosas que obligó a los compañeros a estar allí, fue que la última carta y provisiones que mandaron de Managua llegó tarde a Matagalpa y por lo tanto se retrasó; hubo un contraste en los cálculos y los compas tuvieron que bajar a recibir esa carga, y los guardias los encontraron supercargados en una zona semidespoblada.

PANCASAN TRAZÓ EL CAMINO

El Comandante Ferretti, dijo que Pancasán fue un camino trazado por los forjadores del FSLN y constituyó una alternativa para el pueblo, en momentos que la burguesía y sus partidos politiqueros, jugaban al electorerismo, a espaldas del pueblo que explotaban.

A pesar, agregó, de haber sido una derrota militar, fue sin embargo, una gran victoria política para el pueblo y una lección para la vanguardia.

También recordó la hazaña victoriosa de la toma del Palacio y expresó que esa tarea realizada por 25 combatientes sandinistas, se dio en medio de una huelga de los trabajadores de la salud que se enfrentaron valientemente a la dictadura. El operativo tenía como objetivo sacar a destacados cuadros y dirigentes de las mazmorras somocistas, para que se integraran de nuevo a la lucha y buscar la unidad revolucionaria.

“La tarea encomendada a nosotros la cumplimos y logramos el objetivo”, dijo Ferretti.

Nota de la Dirección Nacional sobre Pancasán

«El Frente Sandinista logró consolidarse como fuerza moral y política con la guerrilla de Pancasán. Ese es el mérito de Pancasán. Pancasán viene a representar el primer paso serio de hegemonía y de sandinismo, y de desplazamiento, mayor y más acelerado de esta oligarquía libero-conservadora que se mantenía en la palestra en la lucha antisomocista.
Pancasán es la guerrilla que surge del interior, en Nicaragua y no como producto preparativo invasional sin ningún trabajo de contratación y de organización en las masas.

Comandante Tomás Borge

«En el año 1967 nos derrotó la guardia, allí fue la guardia la que nos derrotó, no fue la naturaleza.

Se metió la guardia en el momento en que estábamos divididos en tres grupos y desbarataron al grupo más grande que había, y mataron a casi todos los compañeros. Ya había pasado la cuestión del 22 de enero cuando la guardia masacró una manifestación. El 22 de enero significó en gran medida, el desplome de la autoridad del Partido Conservador, y la liquidación política de Agüero, mientras que Pancasán, que fue una derrota militar nuestra, significó una extraordinaria victoria política del Frente Sandinista, por que fue el señalamiento de dos caminos: la lucha electoral o la vía armada.

Pancasán fue una derrota militar, sin embargo, es una victoria política, el camino que señaló el Frente Sandinista de Liberación Nacional en aquel instante, fue el camino que siguió en última instancia nuestro pueblo: el camino de la guerra revolucionaria..

JORNADA HEROICA Y EXPERIENCIA HISTÓRICA

La jornada de Pancasán trágica en la inmolación de un puñado de hijos legítimos de Sandino, cuyo salto a la inmortalidad hizo posible que ahora tengamos la oportunidad de construir la base de la nueva sociedad -la sociedad más justa con la que ellos soñaron-, se hizo gloria en la audacia y temeridad revolucionaria, en el sacrificio de ese grupo de valientes que hizo de su derrota militar una victoria política.

Porque el Pancasán de Silvio, de Rigoberto Cruz, de Carlos Reyna, de Danilo Rosales, de Francisco Moreno y demás hermanos inmolados, se convirtió en altar de la Patria y del pueblo de Sandino, pero también en carta de ciudadanía política -de mayoría de edad-, del FSLN, y en fragua y temple político-ideológico de la Vanguardia. De ahí la gloria de la Jornada Heroica de Pancasán.

Esta expresión heroica y gloriosa de Pancasán, la tenemos siempre presente en el ejemplo de nuestros héroes y mártires, para imitarlos y emularlos; para ser fieles al cumplimiento de nuestro Programa Histórico-en la honra y veneración a ellos-; para procurar ser verdaderos hijos de Sandino y hermanos de Carlos, a como ellos lo fueron.

Por eso y para eso, Pancasán -como experiencia histórica- fue, es y será fuente inagotable de enseñanzas, de referencias y guías para la acción, a donde podemos y debemos recurrir para vigorizar nuestra conciencia y contrastar nuestras actitudes y conducta de revolucionarios y sandinistas.

En la coyuntura actual, por ejemplo, es tan válida para nuestro pueblo, para los trabajadores en particular -como lo fue hace quince años para nuestra vanguardia-, la enseñanza de la Jornada Heroica de Pancasán, al confirmar que sin la derrota previa del economicismo en el movimiento campesino organizado, la consolidación de la base social de la guerra en la montaña no hubiera podido mantener su cohesión y el costo de la derrota militar, pudo haber sido mayor.

Sin el rescate del potencial revolucionario propio de las masas trabajadoras, a través del aplastamiento del sindicalismo economicista que castraba a nuestro campesinado, esa llave de victoria que forjaron Rigoberto Cruz, Carlos Reyna, Bernardino y otros hermanos sandinistas hubiera faltado para lograr la incorporación de los trabajadores del campo a la lucha política contra el enemigo de clase, a la lucha que vanguardiza el FSLN.

Pancasán se convirtió en victoria política porque, entre otros factores, el FSLN había derrotado al oportunismo economicista y rescatado el potencial político de nuestras masas campesinas.

Esta lección de la Jornada Heroica de Pancasán tiene validez actual, cuando mantener y defender el Poder Popular que hace tres años conquistamos, es tarea que está sobre y antes de cualquier otra consideración.

Cuando las reivindicaciones inmediatas son justas en la medida que contemos con la base material para satisfacerlas. Cuando tenemos el poder, y sólo mantenimiento, defensa y desarrollo, puede garantizarnos esa posibilidad.

Por otra parte, Pancasán enseñó a nuestra vanguardia, y nos enseña a nosotros, que la guerra contra el enemigo debe desarrollarse en todos los frentes, y que no basta hacernos fuertes en un sólo baluarte sino que debemos serlo en todos los campos y flancos.

Eso y mucho más nos enseña Pancasán que, como experiencia histórica, es manantial perenne de donde con espíritu creador podemos asimilar pautas en la solución de coyunturas difíciles que, como la actual, se nos plantean y se nos plantearán en la ardua tarea de construir las bases de la nueva sociedad.

La Jornada Heroica de Pancasán no es, pues, sólo una efemérides revolucionaria, un punto de referencia histórica en el desarrollo del proceso libertario del pueblo nicaragüense sino, también, una fuente inagotable de experiencias.

PANCASÁN: Pueblo alumbra su historia y se apropia de ella
¡PANCASÁN!
Un pueblo alumbra su historia.
El viento del norte es rojo
y aquí sopla con un rojo intenso.

Ricardo Morales Avilés, miembro de la Dirección Nacional del FSLN

Se apareció a esos recónditos lugares de la montaña del norte de Nicaragua como comprador de animales y curandero, vinculándose estrechamente con las masas campesinas y se ganó su confianza, como le ordenó la Dirección Nacional del FSLN.

Fue designado por su preparación política para organizar los primeros núcleos de los sindicatos campesinos para integrarlos al movimiento guerrillero y que sirvieran de apoyo al mismo.

Era Rigoberto Cruz, pionero de la organización campesina del FSLN y forjador de la Vanguardia, el legendario Pablo Úbeda (su seudónimo), que cuando los atacó la guardia, casi destrozado por las balas enemigas, agarrándose las vísceras con una mano, disparaba con la otra su 30-30 con toda la furia proletaria contra las bestias somocistas.

De ese temple fueron los hombres de la Vanguardia que resistieron en Pancasán.

Rigoberto convivió durante muchos años con los campesinos de Bijao, Patuca, La Tronca y otros lugares, preparándolos para la guerrilla y las condiciones. Haciendo buzones, escuela, etc.

De las ciudades, sobre todo de Managua, León, Matagalpa, llegaron combatientes dispuestos al combate desafiando las durezas de la montaña.

Las masas pasaban un momento difícil por el descabezamiento de sus aspiraciones con la traición de la oligarquía y los capitalistas y que propiciaron la masacre, del 22 de enero del 67.

La vía electorerista diseñada por el imperialismo para el caso de Nicaragua no resultó y recurre nuevamente a la imposición -a la fuerza- de Somoza Debayle en la presidencia, con lo que fortalece el aparato de dominación capitalista e imperialista.

A la zona guerrillera llegan Carlos Fonseca, Tomás Borge, Óscar Turcios, Silvio Mayorga, quienes forman el Estado Mayor y otros combatientes más: Rigoberto Cruz, Faustino Ruiz (El Cuje), Nicolás Sánchez (El Tigre del Cerro Colorado), Víctor Tirado, Doris Tijerino y Daniel Ortega, Óscar Danilo Rosales, Gladys Báez, Francisco Moreno, Ernesto Fernández, Otto Casco, Felipe Gaitán, Genaro Díaz, Arcadio Picado, Oscar Armando Flores, Fermín Díaz, Carlos Reyna, Carlos Tinoco, Moisés Picado, Eulalio López, y otros.

La guardia atacó al contingente cuando estaba disperso en 3 grupos cayendo sobre el más numeroso y aniquilando casi por completo sin dar tiempo de respuesta a los guerrilleros sandinistas.

Murieron casi todos. La sangre de los héroes rompió con la hegemonía burguesa sobre el pueblo señalando el camino que, lleno de sacrificios, debía de recorrer hasta alcanzar la victoria definitiva sobre el oprobio, la muerte, la explotación y la opresión.

Sobre Pancasán, el Camandante Tomás Borge escribió: “La guerrilla de Pancasán y Fila Grande le pone una marca definitiva a nuestro destino político, Sandino ya no es un disturbio anual sino una especie de camino”.

En las mazmorras somocistas, cuatro años después de la gesta heroica de la resistencia guerrillera de Pancasán, Ricardo Morales escribe:

“Quiero anunciarlo como la construcción de algo gigantesco».

Porque la vergüenza ha sucumbido y el orgullo y la insurgencia han conquistado sus tiendas, porque los hombres se han quitado de los ojos las lagañas y barrido las doctrinas holgazanas”.

Y fue algo gigantesco, en verdad, que estremeció los cimientos del poder reaccionario que el imperialismo organizó en Nicaragua. Pancasán, es más que una referencia histórica, una época y un camino, que deberá ser retomado por las masas contra el mismo enemigo que hoy nos acosa y agrede: el imperialismo.