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Stephen Sefton: Soberanía y elecciones municipales

Las elecciones municipales convocadas por el Consejo Supremo Electoral para el próximo día 6 de noviembre, serán otro significativo paso para confirmar y consolidar la independencia soberana definitiva de Nicaragua y de toda nuestra región. En Nicaragua, aparte de los principales aniversarios de las Fiestas Patrias, la Independencia y la Batalla de San Jacinto, el mes de septiembre también está asociado con muchas efemérides históricas en la lucha por la soberanía nacional. El día dos de septiembre es el aniversario de la fundación del Ejército Defensor del la Soberanía Nacional en 1927 por el General Sandino junto con sus oficiales y soldados.

Este fue un ejercicio extraordinario de defensa de la soberanía en un momento histórico cuando el soberbio invasor yanqui gestionó por medio del régimen usurpador de Adolfo Díaz la entrega a Colombia de las islas de San Andrés, Providencia y Santa Catalina. Cuarenta y cinco años después, en septiembre de 1972 durante la Junta Liberal-Conservador bajo la dictadura de Anastasio Somoza, el gobierno de Estados Unidos, sin la participación de Nicaragua, entregó a Colombia los territorios nicaragüenses del mar Caribe, Quitasueño, Roncador y Serranía.

Vale la pena recordar estos hechos en el año del décimo aniversario de la sentencia de la Corte Internacional de Justicia en 2012 con que Nicaragua recuperó más de 90,000 kilómetros cuadrados de su territorio marítimo en el Mar Caribe. Esta tremenda victoria del derecho internacional revirtió siglos de dominio imperial y revindicó la justa soberanía de Nicaragua como una nación centroamericana y caribeña. Fue otro paso grande en el proceso de la emancipación de América Latina y el Caribe de la terrible herencia de los siglos del imperialismo.

Una forma en que se manifiesta esta herencia en la realidad contemporánea de América Latina y el Caribe es precisamente por medio de los persistentes problemas de limítrofe territorial. Siguen por ejemplo, las disputas de Nicaragua con Colombia, de Venezuela con Guyana sobre el Esequibo, entre Bolivia y Chile sobre el acceso de Bolivia al mar y sobre las aguas de Silala. Por supuesto sigue vigente el tema de la ocupación de Guantánamo por Estados Unidos, la descolonización de Las Malvinas, de Puerto Rico y el estatus de otros territorios de la región nominalmente territorios de países europeos como Francia, Holanda y Reino Unido.

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Otra manifestación de la herencia imperialista que vivimos en Nicaragua es el choque histórico entre, por un lado, una férrea e indomable defensa de la soberanía nacional y, al otro lado, el vil entreguismo de fuerzas políticas nacionales patrocinado y promovido por la intervención norteamericana y europea. Vemos este patrón repetida incluso hoy, aun después de la categórica derrota del fallido intento de golpe de 2018. Cada vez más debilitado dentro de Nicaragua, las fuerzas vendepatria, fieles a los gobiernos de Estados Unidos y sus aliados, siempre buscan como servir de una u otra manera a sus amos y patrones.

Sin embargo, repetidos resultados electorales demuestran que las fuerzas vendepatria no tienen base electoral para tomar el poder de manera constitucional, ni de manera inconstitucional, como demostró su derrota en 2018, no tienen la capacidad de tomar el poder por la fuerza. No podían, ni podrán! Las encuestas locales demuestran que tampoco tienen la fuerza propagandística para dominar la opinión pública a nivel nacional. La estabilidad económica y el auge de exportaciones demuestran que no tienen la fuerza económica para torcer el brazo a nuestras autoridades a cambio de concesiones políticas al gusto del imperio.

Entonces, a nivel nacional, solamente les queda la opción de cometer sabotajes y provocaciones políticos del tipo emprendido recientemente por los sectores reaccionarios de la Iglesia Católica nostálgicos por una influencia política y económica que jamás volverán a tener. Sin embargo, estas provocaciones siempre cumplen un papel útil para sus patrones extranjeros en el sentido de facilitar la proyección a nivel internacional de una serie de falsedades para desprestigiar a nuestro país y su Buen Gobierno y crear pretextos para un u otro tipo de intervención. Son las mismas falsedades de la guerra psicológica que las elites norteamericanas y europeas lanzan a todos los pueblos, gobiernos y movimientos políticos del mundo que resisten su dominio.

Incluso, en muchos casos son las mismas falsedades que lanzaron contra Sandino y el Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional por el régimen de ocupación colonial de aquel tiempo. Acusan de falta de respeto para los derechos humanos, de abusos de todo tipo, de falta de libertad de expresión, de falta de legitimidad popular. Y su vasta maquinaria global de guerra psicológica proyecta ejemplos inventados y confeccionados de estas falsas acusaciones a nivel mundial por medio de la reproducción en escala industrial internacional, disponible gracias a su monopolio corporativo de la maravillosa tecnología digital de nuestros tiempos. Esta maquinaria les permite censurar la información genuina mientras permite proliferar sin límite las multitudinarias mentiras y calumnias.

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En este contexto las elecciones municipales en Nicaragua, desarrollados por su Pueblo Presidente y las autoridades institucionales tienen un significado enorme para el país. De la misma manera en que se desarrollaron las elecciones nacionales del año pasado, el mero hecho del desarrollo pacífico y tranquilo del proceso de las elecciones municipales es y será un golpe tremendo para debilitar la intensa guerra psicológica contra la soberanía de Nicaragua, contra su pueblo, su gobierno y sus instituciones. Se puede afirmar que las elecciones municipales de este año 2022 son todavía más significativas que las elecciones municipales de 2008.

Las elecciones municipales de 2008 demostraron de manera categórica por la primera vez desde la derrota electoral en las elecciones nacionales de 1990 que el Frente Sandinista de Liberación Nacional tenía otra vez una mayoría del apoyo electoral aun enfrentado a una alianza electoral de la derecha unida, Esa es la realidad que no quiso aceptar la derecha en ese momento cuando Eduardo Montealegre y Dora María Tellez se unieron con el PLC de Arnoldo Alemán. Y esa victoria popular del Frente Sandinista fue el trampolín electoral que dio el ímpetu necesario al gobierno del Pueblo Presidente para triunfar de manera definitiva en las elecciones nacionales de 2011.

Hay otro aniversario del Mes Patria de septiembre que también es muy importante en este contexto nacional e internacional. El 3 de septiembre de 1987, la Asamblea Nacional de Nicaragua, aprobó el Estatuto de Autonomía de las Regiones de la Costa Atlántica, lo que ahora lo conocemos en todas sus dimensiones como nuestra Costa Caribe. Y estas próximas elecciones municipales van a confirmar el proceso de consolidación de la fe y confianza que las diversas poblaciones originarias, afrodescendientes y mestizas de las regiones de la Costa Caribe tienen en el Frente Sandinista de Liberación Nacional como su opción electoral natural. Obras como el nuevo hospital regional de Bilwi, la conexión de la región al sistema nacional de energía eléctrica y el puente sobre el Río Wawa junto con la red de carreteras de concreto hidráulico, reflejan la realidad de un país soberana pluricultural.

Así que, este próximo mes de septiembre sera la antesala de un nuevo ejercicio electoral que significa una gran expresión de la soberanía e independencia nacional y de la emancipación de los pueblos de la región de las secuelas de los siglos de la dominación imperialista. Las elecciones municipales de este año 2022 significan la consolidación de las victorias del Pueblo. La Victoria Económica de haber superado las pérdidas provocadas por el fallido intento de golpe, por la pandemia del Covid-19, por los fenómenos naturales y por las ilegales medidas coercitivas de los grandes poderes occidentales. La Victoria Cultural de haber alcanzado la integración y autodeterminación plena y genuina que caracteriza un verdadero Estado Pluricultural. Las Victorias Sociales de sistemas universales de Educación y Salud gratuita y de calidad. Y la Victoria de Institucionalidad Civil que representa el mismo proceso electoral, eficiente, transparente y confiable.

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Todas estas Victorias representan la resistencia del Pueblo Presidente y un baluarte insuperable para las interminables campañas de mentiras y desprestigio en el exterior. Son motivo de hacer todo lo posible para asegurar una alta participación en elecciones municipales que normalmente tienen niveles de participación más bajas que las elecciones nacionales. Se destaca la importancia de la unidad, del trabajo en equipo y la determinación de sumar fuerzas en la medida posible para asegurar un nivel de participación electoral que optimiza la legitimidad de nuestras autoridades municipales en base al concepto del Pueblo Presidente. Estas elecciones municipales de 2022 son la oportunidad idónea para sellar los presentes y futuros Triunfos del Pueblo Presidente promovidos por el Frente Sandinista de Liberación Nacional.