El 7 de noviembre de 1976, hace 46 años, en el barrio El Dorado, Managua, cayó en combate Carlos Roberto Huembes, quien estuvo integrado en el Frente Estudiantil Revolucionario (FER) y fue un importante cuadro del FSLN. Miembro Suplente de la Dirección Nacional. Tenía 25 años.
Fue un incansable luchador por la unidad y el fortalecimiento de los lazos entre el FSLN y los sectores obreros y estudiantiles.
Hoy un importante Mercado capitalino y el Hospital de nuestra Policía Nacional llevan su nombre.
“Es importante señalar que no solamente por el rol que juega el proletariado en la producción está llamado a ser la clase dirigente y emancipadora de la sociedad; son también las cualidades que le imprimen su participación en el proceso productivo socialmente organizado -colectivismo, organización, solidaridad, disciplina- las que confirman su capacidad dirigente”.
(Roberto Huembes)
Estudiante ejemplar
Carlos Roberto Huembes nació el 27 de Agosto de 1951 en Managua. Sus padres fueron Roberto Huembes y María Auxiliadora Ramírez.
En 1969 concluyó sus estudios en el Instituto Pedagógico de Managua, donde se destacó como mejor alumno. En 1970 se matriculó en la Universidad Nacional de León, en la carrera de Medicina.
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Brillante líder estudiantil
Como estudiante de esta Alma Mater, empezó a participar en las movilizaciones populares que promueve el Frente Estudiantil Revolucionario (FER), integrándose a las brigadas de activistas universitarios, coordinados por el Centro Universitario de la Universidad Nacional (CUUN), destacándose en los mítines de los barrios de León y en las caminatas a Managua de 1971, para lograr la libertad de trece prisioneros sandinistas, entre ellos Ricardo Morales Avilés, miembro de la Dirección Nacional del FSLN.
Por su entrega al trabajo y rápida asimilación, fue promovido al Comité Ejecutivo Nacional del FER, sección de León. Roberto se encargó de estructurar al FER como organización intermedia del FSLN, formando asociaciones por cada facultad y una comisión estudiantil de apoyo al CUUN.
También creó los círculos de estudios políticos entre los miembros del FER, dando la solidez y la consistencia que la organización requería en ese momento histórico.
Asumió la dirección de estos círculos, dando prioridad a la crítica y la autocrítica.
En 1971 participó junto a Carlos Núñez Téllez, Francisco Meza y otros compañeros, en la organización del Movimiento Estudiantil de Secundaria (MES) en León, organización que se destacaría por su combatividad en la lucha contra la dictadura. Junto a Iván Montenegro encabezó el trabajo del Movimiento Cristiano (Organización Estudiantil) en la tarea de fortalecer políticamente a los dirigentes de la comunidad indígena de Subtiava. Producto de ese trabajo, el FSLN tuvo en los años siguientes, sólidas estructuras clandestinas de apoyo en el barrio de Subtiava.
Asumiendo mayores responsabilidades
En septiembre de 1973, a raíz del asesinato de Óscar Turcios y Ricardo Morales, el compañero Pedro Aráuz asumió mayores responsabilidades en el FSLN y Roberto Huembes e Iván Montenegro se convirtieron en sus brazos derechos en la Región de Occidente. Los dos incrementaron la red de infraestructura en la resistencia urbana de esa región.
En 1974, ingresó a la vida clandestina por orientaciones de la Dirección Nacional del FSLN, asumiendo otras responsabilidades, porque su permanencia en la vida legal era un riesgo para la organización y para su propia vida.
Salió hacia México, como representante de las estructuras sandinistas radicadas en suelo mexicano. De ahí, viajó hacia Cuba en una misión del FSLN.
Enlace entre el FSLN, el movimiento estudiantil y el movimiento obrero
Regresó clandestinamente a Nicaragua, ese mismo año y asumió la responsabilidad del Comité Regional de Managua, destacándose su esfuerzo para lograr que la vanguardia sandinista se vinculara plenamente con los distintos sectores populares.
Roberto era el responsable de organizar a la clase obrera y se ocupaba del trabajo organizativo en el movimiento estudiantil universitarios y de secundaria, el FER y el MES, que comenzaban a surgir en Managua.
Este trabajo perseguía vincular orgánicamente al FSLN con la clase obrera y reforzar los vínculos que ya existían con el estudiantado.
En 1975, salió hacia Costa Rica y ahí permaneció un año, en este periodo se dedicó al trabajo ideológico, elaborando una serie de documentos, entre estos se destaca un estudio donde define las características de una vanguardia revolucionaria, siendo un aporte importante para los estudios políticos de la militancia sandinista.
También se reunió en varias ocasiones con Eduardo Conteras. De estos encuentros, surgieron los lineamientos para fortalecer y consolidar la unidad del FSLN y la decisión de regresar a Nicaragua para continuar la tarea de unidad programada.
Roberto regresó al país en septiembre de 1976, poniéndose al frente del trabajo organizativo en Managua, y continuó con Eduardo Contreras las pláticas encaminadas hacia la unidad de la organización.
El 7 de noviembre de 1976 por la noche, luego de una reunión en el Reparto El Dorado, al oriente de Managua, circulando en vehículo, cerca de la casa del compañero Silvio Reñazco, donde la Guardia Nacional tenía un operativo rodeando la casa y sus alrededores, desconociendo esta situación, siguió su trayecto y fue detectado por los guardias, quienes lo asesinaron en el acto.
Así murió uno de los mejores cuadros del FSLN, incansable luchador por la unidad y el fortalecimiento de los lazos entre el FSLN y los sectores obreros y estudiantiles.
Un hombre dedicado a la tarea revolucionaria
Detrás de cada héroe, existe un hombre en carne y huesos. Roberto Huembes fue un joven de su tiempo: le gustaba la corriente hippie y la música de los Beatles.
Familiares y amigos recuerdan su gran carisma y el coraje que lo caracterizaron desde muy joven, cuando al recibir tres premios en su graduación en el Instituto Pedagógico de Managua en 1969 dejó por tres veces con la mano extendida al tirano Anastasio Somoza Debayle.
El ex vicepresidente de Nicaragua y exjefe del Ejército, general Omar Halleslevens, en una entrevista a Viva Canal 13, realizada en 2014, afirmó que Roberto Huembes era “un hombre con una mística increíble, muy inteligente, que había estudiado su carrera de Medicina, pero también un hombre muy dedicado a la tarea revolucionaria”.
En el mismo reportaje, el historiador, analista político y periodista William Grigsby, recordó que por haber sido un brillante líder estudiantil, a Roberto Huembes se le asignó la tarea de organizar movimientos populares, sobre todo el movimiento sindical.
Roberto Huembes era médico, pero decía que no quería ser médico en un país – como la Nicaragua de Somoza – donde no había ni hospitales ni medicinas para el pueblo.
Han pasado 46 años de su caída. El mejor homenaje que podemos hacer hoy a Carlos Roberto Huembes Martínez es seguir garantizando el derecho a la salud gratuita y seguir consolidando un sistema de salud pública de calidad, donde al centro esté el ser humano.
Fuentes:
Agaton
https://carlosagaton.blogspot.com/2014/01/carlos-roberto-huembes-ramirez.html
Viva Canal 13
El 19 Digital