Barricada

Comandante Daniel Ortega – X Aniversario del Tránsito a la Inmortalidad del Comandante Chávez

Queridos Hermanos Venezolano, Bolivarianos, todos hijos de Bolívar e hijos de Chávez.

Gracias a Sandino, que le tocó librar una de las tantas batallas que libró y ha librado el Pueblo nicaragüense contra el Imperialismo yanqui, es que pude conocer a Chávez, porque antes de conocer a Chávez conocí a Fidel, a Raúl, a Ramiro, los Comandantes de la Revolución.

Nosotros estábamos en la batalla, levantando la Bandera de Sandino, para alcanzar la Independencia, la Libertad de Nicaragua, pisoteada a lo largo de la Historia por el Imperialismo yanqui, pero Nicaragua derrotando al Imperialismo yanqui.

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Desde los años 1855, Nicaragua invadida por los esclavistas yanquis, y ahí surgiendo los primeros Himnos Antimperialistas, de la Sangre, del Alma del Pueblo: ¡Muerte al yanqui de oro sediento! ¡Muerte al vil y cobarde invasor! De ahí nace el sentimiento antimperialista del Pueblo nicaragüense, un Pueblo Humilde, un Pueblo Trabajador, un Pueblo que quería Paz.

Y derrotó al yanqui el Pueblo nicaragüense. Un destacamento de nicaragüenses, de Patriotas Valientes encabezados por el General José Dolores Estrada y Combatientes Heroicos como el Sargento Andrés Castro, que quedándose sin municiones tomó una piedra y la lanzó contra el yanqui que se lanzaba al asalto, y los derribó. Por eso decimos en Nicaragua y que no nos olvidemos los nicaragüenses: ¡Andrés, lanza la piedra, lánzala, el enemigo es el mismo, el yanqui agresor!

Luego la batalla de Sandino, y de Zeledón, enfrentados a las tropas yanquis, al Ejército más poderoso de la Tierra. Sandino logrando que no lo derrotaran los yanquis y los yanquis viéndose obligados a retirarse de Nicaragua. Tuvieron que admitirlo como una derrota en su historial de guerras. Y no les quedó más alternativa a los yanquis que buscar las trampas, las traiciones, el diálogo, el diálogo para la Paz.
Sandino lógicamente había luchado por la Paz y estaba convencido que salidas las tropas invasoras de Nicaragua y planteando el Presidente del momento, el Presidente Sacasa, un diálogo para la Paz, Sandino sabía que el riesgo era enorme, se lo decían los Comandantes del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional. Pero Sandino razonaba y decía que la lucha se había vuelto más compleja, más difícil, porque el enemigo que tenía enfrente, que eran las tropas yanquis, ya se habían ido.

Bueno, estaba el Presidente Sacasa que parecía una persona llena de buenas intenciones, y estaba Somoza que habían puesto los yanquis al frente de las tropas que habían organizado en Nicaragua, y dándose la primera visita de Sandino a Managua, bajando de la montaña, con la preocupación de todos los Jefes de que lo iban a asesinar, Somoza le dice a Sandino que son hermanos.

Hay un retrato famoso de Somoza y Sandino abrazados. El abrazo de Judas, el abrazo de la traición, porque Somoza no era más que el instrumento de los yanquis, y Sacasa un instrumento útil también. Diríamos que Sacasa no estaba por el asesinato de Sandino, creía realmente en el diálogo, en la Paz, e invitó a una cena a Sandino el 21 de Febrero del año 1934, para terminar de firmar los Acuerdos de Paz, lo invitó a la Casa Presidencial.

Fue Sandino con sus principales Jefes a la cena, y cuando después de la cena donde estaba el Presidente con su familia, con sus hijas, y Sandino viene bajando para retornar a su casa donde se encontraba alojado en Managua, ahí mismo lo capturan por orden del Imperio yanqui representado por el Embajador gringo en Nicaragua, y ejecutando Somoza la traición, lo capturan y lo asesinan.
Por eso es que nosotros hemos aprendido a lo largo de la Historia, que los diálogos con el Imperio son una sentencia de muerte, ¡una sentencia de muerte! Aceptar diálogos con el Imperio es como querer comprar confites en el infierno, porque cómo hablan proponiendo diálogos, en estos momentos proponen diálogos los mayores asesinos de la Historia, cómo hablan, por todos lados proponen diálogo, y van con el puñal para tratar de destruir, asesinar, porque para ellos la hegemonía del Imperio yanqui, la esencia de esa hegemonía que es el capitalismo y la opresión de los Pueblos es algo que es innegociable.
Por eso es que a muchos Pueblos, como es el caso de Nicaragua, no nos quedó más alternativa que las armas; entonces, con una Revolución, una lucha revolucionaria, muy costosa indiscutiblemente, logramos derrocar al último marine que tenían los yanquis, puesto como Presidente allá en Nicaragua, y fue la Victoria de la Revolución Sandinista.

Y en esa fase final de la guerra contamos con la Solidaridad de Fidel, Fidel nuestro Hermano Mayor, Fidel, de los hombres que nunca mueren, y estábamos ya en la fase de la Ofensiva Final, ya estábamos en una guerra de posiciones, ya habíamos logrado capturar los cuarteles de muchas Ciudades, de las principales Ciudades, menos Managua, y se combatía en Peñas Blancas que es la frontera con Costa Rica, y hacia allá tiró todas las fuerzas Somoza, las fuerzas entrenadas en los Estados Unidos de Norteamérica, con armas entregadas por los Estados Unidos de Norteamérica, con aviones que lanzaban bombas entregadas por los Estados Unidos de Norteamérica.

Pero Fidel reunió allá en Cuba a los Hermanos latinoamericanos que se encontraban en el Ejército, que estaban pasando escuela, que estaban pasando entrenamiento, era el periodo de la lucha armada en América Latina, y Cuba abría sus brazos a los Pueblos para que pudieran defenderse. Los reunió y les dijo que Nicaragua, el Sandinismo vivía un momento crucial, decisivo. Ellos lógicamente tenían ya una formación militar más avanzada que nosotros los Guerrilleros Sandinistas, ya entrenados en el manejo de armas pesadas que nosotros no teníamos, por ejemplo cañones, morteros; no había tiempo para que nosotros enviáramos gente a Cuba a entrenar.

Y Fidel les dice: ¿Quiénes están dispuestos a ir a dar la batalla a Nicaragua? Y ahí inmediatamente, Hermanos latinoamericanos, Hermanos chilenos, Hermanos argentinos, de diferentes Naciones, y Hermanos cubanos lógicamente, venezolanos, se incorporaron a ese Batallón Solidario que fue determinante, contando ya con morteros de 82, contando con cañones, unos cañoncitos que fueron decisivos para poder ir derrotando a las fuerzas élites, al batallón élite que tenía Somoza.

Se dio esa Batalla Final, esa Victoria Final que lógicamente es fruto del valor, la decisión del Pueblo nicaragüense, la admiración y el respeto que Fidel le tenía al Pueblo nicaragüense. Fue Cuba la primera que divulgó el primer libro sobre Sandino recién el Triunfo de la Revolución Cubana, y Fidel, con esa visión extraordinaria y ese compromiso con los Pueblos, con Sandino, con Zeledón, con Estrada, con Andrés Castro, con Carlos Fonseca, con nuestros Antepasados Indígenas que dieron la batalla frente a los invasores, porque la batalla ha sido la misma a lo largo de la Historia, y en nuestra sangre corre sangre indígena, sí, claro que corre sangre indígena, desde ahí viene nuestra vena de resistencia, de heroísmo, contra los opresores.

Por lo tanto, Fidel es parte determinante en la Victoria de la Revolución Sandinista.

Él entró triunfante también aquel 19 de Julio, como entró Sandino, como entraron todos nuestros Héroes y Mártires, y como entró Bolívar. Porque ya Sandino, habiéndose incorporado al Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, Hermanos venezolanos, Sandino conoció del Pensamiento de Bolívar y escribió un Documento que le llamó “El Sueño de Bolívar cómo hacerlo realidad”, he iba operando ahí los puntos para la Unidad Latinoamericana, cómo podíamos unirnos, cómo debíamos unirnos los Pueblos, los Gobiernos, los Ejércitos Latinoamericanos.

Todo eso lo escribe Sandino en ese Documento que él indiscutiblemente lo más que podía hacer en ese momento era circulárselo a los Presidentes que tenían una reunión en La Habana, con el yanqui. Lógicamente, ese Documento nunca fue objeto de discusión en esa Reunión, pero sí circuló en los Pueblos, circuló a lo largo del tiempo, en todo lo que se conocía de la Batalla de Sandino, como Sandino, Sandino hijo de Bolívar, Fidel hijo de Martí y también hijo de Bolívar, porque luchó por la Unidad Latinoamericana, y luego Chávez el muchacho más joven de los hijos de Bolívar.
Aquí mismo, recuerdo, en una de las tantas reuniones con Chávez, recordaba el momento en que, bueno, nosotros decimos, Dios hizo el Milagro, que estando yo en Cuba y llegando Chávez a Cuba, cuando a nadie se le ocurría que Chávez llegaría a ser Presidente de Venezuela, y cuando más bien habían algunos Compañeros de “Izquierda” que lo miraban con sospecha, bueno, Fidel lo recibe.

Luego me invita a un Encuentro que tenían en la Plaza Bolívar, en La Habana Vieja. Fui allá y el historiador de La Habana presentó a Chávez, nos sentamos; Fidel me sentó al lado de él, con Chávez, luego Chávez pasó a hablar y yo quedé sorprendido al escuchar a Chávez: Esto es un Milagro decía, un Milagro porque, que un joven formado en un Ejército tuviera esa lucidez, tuviera la valentía de hacer un planteamiento como el que hacía con toda claridad, ya no se podía pensar que era un golpista.

No, él no era un golpista, él era un Revolucionario, un Revolucionario que se vino forjando, y vino agrupando a Compañeros en la Academia, en el Ejército, y luego, la Primera Rebelión que parecía una Rebelión de Militares…

¡No! Era una Rebelión Revolucionaria del Pueblo Venezolano, del Pueblo de Bolívar.

Y es ahí cuando Fidel lo invita y llega él a La Habana y Fidel lo recibe en el Aeropuerto, o sea, la visión de Fidel, y ya después que Chávez habló y yo estaba totalmente asombrado de la lucidez, de la claridad, de la firmeza, y luego ya Fidel nos invitó a que subiéramos al vehículo, ahí los tres en el asiento de atrás y empezamos a hacer un recorrido hasta llegar a la casa donde me encontraba alojado en La Habana.
Bajamos del vehículo, estuvimos conversando un poco, de pie, y le dije a Chávez: Viene una Reunión del Foro de Sao Paulo, se va a llevar a cabo en El Salvador, sería bueno que ustedes vayan allá, nosotros vamos a estar ahí dando la pelea para que no haya problema. Porque sabíamos que entre lo que es la Izquierda Latinoamericana no había y siempre se dan esas complicaciones, no había claridad para entender el proceso que estaba viviendo en ese momento el Pueblo venezolano.

Porque ya desde ese momento, al reunirse Chávez con Fidel y tener nosotros ese encuentro, bueno, ahí estoy hablando con un Camarada, con un Compañero, o sea, ya no siento distancia, no es un Militar que tengo enfrente, es un Revolucionario convencido que los Militares tienen que ser Revolucionarios para que puedan ser Instrumentos de Paz y Seguridad para los Pueblos.

Luego… No quiero extenderme, Raúl ya me había alertado, no quiero extenderme, sí, Raúl me estaba alertando, me dice que quiere que haga un Mensaje como el que hicimos en un Aniversario del 26 de Julio, que fuimos todos allá, entonces nos dijeron que hiciéramos por escrito y que lo más 5 minutos. Bueno, fui disciplinado una vez, fui disciplinado ahí, me hicieron disciplinado los Hermanos. Preparé el discurso y traté de hacer sí el disparo en ráfaga. Entonces 5 minutos, y todos 5 minutos, y se quedaron asombrados los Compañeros de que haya logrado un discurso de 5 minutos.

Así es que, Queridos Hermanos, Queridos Compañeros, aquí podríamos pasar toda la tarde hasta la madrugada y seguir mañana, y no me cansaría de compartir con ustedes lo que ha significado y significa Chávez, y cuánto tiene de valor Chávez. Tiene el valor, porque Chávez es la síntesis de las luchas que ha librado el Pueblo venezolano, desde que vinieron los primeros invasores, hasta que finalmente se alcanzó la Victoria por la vía electoral.

Ese fue el otro gran desafío de Chávez, porque tenía siempre la opción armada y era una tentación para él, y había Compañeros que insistían, si no nos vamos a una Revolución Amada aquí nunca (…), si vamos a elecciones nos van a hacer trampa, nos van a hacer fraude.
Pero ahí, como dije en una ocasión aquí en Caracas en un encuentro en las calles ahí con Chávez, que aquí la Revolución Bolivariana había logrado ir contra lo que es la Ley de la Gravedad, porque por esa vía electoral no parecía posible. Ya Allende había llegado al Gobierno, ¿y cuál fue la respuesta? El golpe brutal y cobarde del Imperialismo yanqui.

Entonces, Chávez y los Compañeros, ustedes, tuvieron la visión, la sabiduría de saber que contaban en primer lugar con un Pueblo y también que contaban con unas Fuerzas Armadas donde había quedado sembrada ya la semilla de la Revolución y que jamás esas Fuerzas Armadas iban a derrocar a un Gobierno Legítimo, como el que surgió con la Victoria de Chávez.

Queridos Hermanos, Queridos Compañeros, les traslado el Amor, el Cariño del Pueblo nicaragüense, que tiene siempre a Chávez en su Corazón. Chávez como Fidel, los sentimos nuestros, son parte de nuestra Historia, son parte de nuestra Vida, son parte de nuestras Familias.

El Pueblo Venezolano cuánto se ha enaltecido librando estas batallas y cómo el Pueblo venezolano ha sido determinante y las Fuerzas Armadas han sido determinantes para que se revirtiera el Golpe de Estado contra Chávez y para que nuestro Hermano el Presidente, Comandante en Jefe, Nicolás Maduro, pueda venir avanzando, avanzando, avanzando, a pesar de las agresiones brutales del Imperio yanqui, a pesar del bloqueo del Imperio yanqui, a pesar de los intentos de asesinato, porque hubo un intento de asesinato abierto, cobarde, contra Nicolás, contra su Estado Mayor, contra sus Ministros. ¿Y qué dicen los llamados “demócratas”? ¡Nada! Para ellos eso ya pasó. Y para ellos eso sí vale, eso sí vale.
Y han venido pasando ustedes un período que Cuba, bueno, ya sabemos, Cuba Heroica cómo ha resistido, cómo resiste, 60 años de bloqueo allá. ¿Y de qué sirve Naciones Unidas? ¡De nada! ¡De nada! ¿Cuál democracia? Si ahí en Naciones Unidas 180 Países, hasta 190 Países han llegado a votar en contra del bloqueo, o sea, la inmensa mayoría de los Países del Mundo, y no pasa nada, el bloqueo continúa.

Entonces, ¿de qué sirve Naciones Unidas? ¡Ah! ¿Para qué? Para estimular, respaldar, apoyar agresiones, invasiones, terrorismo contra los Pueblos, bloqueo contra los Pueblos, y para injuriar, calumniar, condenar a los Pueblos Heroicos que defienden su Dignidad, como el Pueblo venezolano, como el Pueblo cubano, como el Pueblo nicaragüense, como los Pueblos del Mundo, que no están dispuestos a someterse al Imperio yanqui.

¡Que Viva la Revolución Bolivariana!
¡Chávez Vive, la Lucha Sigue!
¡Chávez Vive, Chávez Vive, la Lucha Sigue!
¡Venceremos!