“¿Y quién fue el que se negó a entregar las armas? El General Sandino. Por eso es el Día de la Dignidad Nacional […] Un acto de Heroísmo sin límites, de él y de los pocos Combatientes que le acompañaban”.
Comandante Daniel, 4 de mayo de 2022
Bajo la sombra de un árbol de espino negro, en el municipio de Tipitapa, se reunieron el 4 de mayo de 1927, Henry Lewis Stimson, representante personal del presidente estadounidense Calvin Coolidge, con el jefe del ejército constitucionalista, José María Moncada. Moncada, que quería ser el próximo presidente, firmó el pacto, que ponía fin al alzamiento armado contra el gobierno de Adolfo Díaz Recinos, y establecía el desarme de los soldados, a cambio de un pago en efectivo.
Dijo Moncada a Stimson, “todos mis generales están de acuerdo con el pacto, menos uno”.
Se refería al General Augusto Nicolás Calderón Sandino, quien se había internado en las Segovias con sus hombres. Terminaba la guerra constitucionalista y empezaba la lucha por la defensa de la libertad, la soberanía y dignidad de Nicaragua.
“El 4 de mayo es fiesta nacional porque fue ese día en que Nicaragua probó ante los ojos del mundo que su honor nacional no se humilla, que le quedan todavía hijos que con su sangre lavarán la mancha de los demás”. A.C. Sandino.
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Dos meses después, el 1 de julio, con el Manifiesto de San Albino, el General de Hombres y Mujeres Libres, reivindicaba su derecho a la luchar por Nicaragua, desde su condición de mestizo con sangre originaria, trabajador de la ciudad, artesano, que no exigía ni un palmo de tierra para ser sepultado.
Todo lo contrario de los caudillos de las paralelas históricas, el conservador Adolfo Díaz y el liberal, Emiliano Chamorro, que dejaron de ser nicaragüenses por su ambición de poder. Estos vendepatria permitieron que, en el Campo de Marte, en el corazón de Managua, se izara todos los días la bandera de las barras y las estrellas, para humillación de la patria. Tal era el poder que ejercían entonces las armas yanquis en nuestro país.
El 4 de mayo de 1927, el traidor Moncada faltó a sus deberes militares, fue juzgado por el general Sandino como un desertor y se pasó a las filas del enemigo. Nunca estuvo autorizado para celebrar pactos con los invasores extranjeros.
Según el doctor Aldo Díaz Lacayo (Q.e.p.d.), “El 4 de mayo, Día de la Dignidad Nacional, es la efeméride más importante del Sandinismo, y probablemente la efeméride más importante de la historia moderna de Nicaragua. Sin 4 de mayo, nunca habríamos tenido una Revolución el 19 de julio de 1979”.
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