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Moisés Absalón Pastora: Salud por Rusia

La primera guerra mundial, igual que la segunda, ojalá que quienes dirigen el mundo aprendan y reflexionen sobre las causas de las dos primeras, para que esto que ya pinta a una tercera se disuelva, iniciaron por apetitos expansionistas de poder que dejaron en ambas pérdidas humanas realmente tenebrosas. Nunca antes se habían librado dos guerras de la magnitud y duración de la Primera y Segunda Guerra Mundial.

Nunca y con tan poco tiempo entre el desarrollo de una y otra, y lo más impresionante de estas guerras es, sin duda, la cantidad de personas que fallecieron en ellas. Millones, entre militares y civiles, fundamentalmente en Europa. De la primera guerra mundial, que empezó el 28 de julio de 1914 y finalizó el 11 de noviembre de 1918 muy conservadoramente se dice que murieron nueve millones de soldados, siete millones de civiles, otra cantidad por hambre y enfermedades y más de 20 millones de heridos.

La Segunda Guerra Mundial tuvo su desarrollo entre los años 1939 y 1945. La invasión de Polonia por parte de las tropas alemanas la hizo estallar y por desgracia los cálculos fatales arrojan cifras que se aproximan a los 45 y 70 millones de muertos.

Se considera a la URSS, Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, desaparecida tras la caída del muro de Berlín y hoy la actual Rusia, como el país que más muertos tuvo en la Segunda Guerra Mundial.

La URSS perdió unos 27 millones de ciudadanos, fue memorablemente el escenario de grandes batallas épicas, la capacidad de sus estrategas militares sigue siendo y lo será siempre materia de estudios en las academias castrenses del mundo porque jugó un papel determinante y fundamental en la capitulación incondicional de la Alemania Nazi cuyo control de Europa pasaba sobre los soviéticos, pero la arrogancia imperial norteamericana desde hace muchísimo tiempo ha querido robarse una victoria que nunca fue suya ni lo será jamás.

Los norteamericanos y los ingleses siempre han aparecido desde el momento en que se da por terminada la segunda guerra mundial, en 1945, como los chavalos de la película cuando en realidad se incorporaron a ella hasta en el último momento y en el caso de los gringos si no es porque los japoneses atacan Pearl Harbor el 7 de diciembre de 1941, en Hawái, nunca se hubieran involucrado en una contienda en la que junto a Gran Bretaña solo enfrentaron a 10 divisiones mientras solo los rusos lo hicieron contra más de 200 divisiones alemanas, pero claro la historia misma se ha encargado de poner las cosas en su lugar.

Es repugnante y vergonzoso hacerse de los méritos ajenos y quienes lo hacen terminan estrellados contra la verdad. Podría usar incontables adjetivos como defectos para definir a quienes hacen esto, pero todo se resume en una sola palabra: mediocridad y por muchas formas que asuman para tomar lo que es de otros, en esencia robar el mérito ajeno, la historia al final es la historia, aunque la traten de reescribir una y cien mil veces a través de la fantasía del séptimo arte donde el bueno de siempre es el yanqui y los demás los malos.

Muchos de mi generación fuimos atrapados por una serie bélica rodada entre 1962 hasta 1967 por la cadena de televisión ABC y que se transmitió con mucho éxito en la década de los 70 bajo el nombre de ¡Combate! Muchos a lo mejor aprendimos de esa serie de armas y estrategias militares porque se trataba de un pelotón de soldados, por supuesto americanos, que luchaban contra los alemanes en Francia durante la Segunda Guerra Mundial. El programa tenía tres protagonistas, pero la estrella era Vic Morrow, el famoso y circunspecto Sargento Saunders el “Chip” y su infaltable subametralladora Tompson.

En esa serie de televisión ocasionalmente tuvieron papel personajes civiles que representaban a la resistencia francesa, pero fuera de ellos los únicos bandos en guerra eran, un pelotón en representación del ejército americano y por supuesto el enemigo a vencer que eran los alemanes y pare de contar porque hasta los ingleses, conducidos por el Mariscal Bernard Law Montgomery, “El General Espartano”, tampoco tenía cabida, porque desde ahí estaba marcado el egoísmo del otro imperio.

Apropiarse de lo ajeno y de los méritos de otros es algo que los gringos o los yanquis, al final son lo mismo desde sus pretensiones contra el mundo, es algo que lo hacen muy científicamente llenando de mentira y de basura la mente de grandes y chicos desde su arma de alineamiento más efectiva: Hollywood.

¿Cuántas películas o series de televisión, producidas por él imperio, ha visto usted donde los rusos o los chinos sean los chavalos, los buenos, los vencedores, los héroes o los salvadores?

¿Se ha fijado usted que los héroes norteamericanos son Superman, Batman, Iron Man, el Capitán América, el Hombre Araña, Hulk, Rambo, la Mujer Maravilla, Super Girl, Rocky Balboa y Rambo y que pronto podrían nacionalizar a James Bond, para quedarse también con el personaje?

¿Se ha fijado usted que todos esos héroes del séptimo arte a quienes matan son a comunistas rusos, a terroristas islámicos, que los infectados por cualquier virus son los chinos y que los latinos somos para ellos parásitos y traficantes de drogas?

Por eso no me extraña que el imperio excluyera de todo acto que recordara que a los verdaderos héroes de la conmemoración del 75 aniversario del día de la victoria sobre los fascistas alemanes a los Rusos dos cuatro años atrás y los borró porque el gringo y el yanqui es el Ario de los nuevos tiempos que está construyendo el renacimiento de un nuevo modelo fascista que hoy por hoy tiene nuevamente al mundo y a quienes lo habitamos frente a una nueva y eminente conflagración mundial contra la paz porque en su intento de adueñarse del planeta, como ningún otro imperio hizo antes en la historia de la humanidad, se dio a la tarea de crear mentes torcidas a las que entrenó, apoyó y financió para asesinar y matar a nombre de la libertad y la democracia y hoy son parte hoy de una supremacía que pretende imponer un modelo de ultra derecha donde no tangan cabida corrientes comprometidas con visiones sociales y solidarias que respondan a los verdaderos intereses populares y que incidan en la conciencia de los poderosos y potentados para redistribuir la riqueza y hacer así un mundo más justo para todos donde la única negación sea el derramamiento de sangre, de los unos contra los otros.

El Día de la Victoria, alcanzado el 9 de mayo de 1945, hace 78 años, es una jornada festiva en Rusia y en la mayoría de las antiguas repúblicas soviéticas y de ahí que el mundo libre recuerde ese día con demostraciones de poder militar en la Plaza Roja de Moscú, para manifestarse ante el fascismo desplegado por Washington a través de sus perros de pelea en la OTAN.

Lo que recordamos entonces es que hace 78 años la Alemania nazi, representada por el mariscal de campo Wilhelm Keitel, firmó la capitulación incondicional el ocho de mayo de 1945. Para la gente común y corriente el nueve de mayo siempre ha sido un día muy especial en Rusia y es que a la Unión Soviética, no al imperio norteamericano, es que se le debe el papel principal en la derrota de la Alemania fascista, ahora sustituida por los Estados Unidos de Norteamérica y sus agentes peleles en el mundo que actúan como procónsules del nuevo imperio, del verdadero enemigo de la humanidad, ese que no entiende que ya no es lo que quiso ser y que nunca lo será porque independientemente de cómo termine todo ya hay un nuevo orden.

Pues bien, los soldados soviéticos hace 78 años no solo defendieron su país, sino que liberaron Europa de los invasores fascistas y llegaron a Berlín, logrando que el enemigo definitivamente depusiera las armas. La Segunda Guerra Mundial recibió en Rusia el nombre de “Gran Guerra Patria” porque entró en todas las casas y afectó a toda la población del país. No hubo ni una familia que no perdiera a alguien o no tuviera heridos o desaparecidos.

Para un grupo de países de nuestra américa latina Rusia en la actual coyuntura está retomando su lucha contra el nuevo fascismo que después de haberse tomado Bolivia que retomó su destino, de amenazar a Venezuela, a Cuba y Nicaragua es indudablemente un verdadero enemigo de la humanidad. Hoy Rusia frente a la agresión invasiva de los Estados Unidos contra Venezuela, Cuba y Nicaragua está con la causa de pueblos que tienen héroes de carne y hueso como Tupak Katari, Bolivar, Sandino, y Martí que son las más altas expresiones de una Latinoamérica inclaudicablemente libre y rebelde que se abre a la relación incondicional y respetuosa de quienes dan y no quitan.

Yo saludo el 78 aniversario del Día de la Victoria y me siento un ciudadano nicaragüense agradecido con Rusia quien nos ha dado, no nos ha quitado, quien nos respeta no nos avasalla, quien coopera con nosotros y no nos amenaza ni nos agrede.

Hoy por hoy Rusia junto a China rompieron el esquema unipolar pretendido por el enemigo de la humanidad y junto a otros países que han hecho emerger el mundo multi polar son hoy un muro de contención contra en imperio norteamericano que pretende ser el nuevo conquistador, que ha falseado el rol ante la historia en la que se ha disfrazado de paladín y que hizo y amasó todo el tesoro del que hace alarde a base del sacrificio, del trabajo y del esfuerzo de nuestros pueblos.

Nuestra autodeterminación nos permite realizar que como pueblo soberano, libre e independiente podemos tener amistades francas y abiertas con quien se nos ocurra y uno de esos países es Rusia y saludamos el Día de la Victoria que ella celebra porque hizo posible la paz planetaria que hoy tenemos y que solo es amenazada por Estados Unidos a quien se le ocurrió que es el dueño de un mundo que le quiera fuera de este planeta.

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