Barricada

Testimonio de un combatiente del Frente Oriental «Carlos Roberto Huembes»

El día de hoy, el Equipo de Barricada les trae el testimonio de un combatiente del Frente Oriental “Carlos Roberto Huembes”.

La Ofensiva Final está hecha de historias, muchas aún quedan por contar. 

Juan Alberto Valdez nos cuenta la suya, recordando un día como hoy, pero de 1979 en El Rama.

“Mientras terminábamos de entrenar a los compañeros de la Columna “Camilo José Chamorro” del Frente Oriental “Carlos Roberto Huembes”, recibimos la orientación de prepararnos para unirnos a la Columna del Frente Sur “Jacinto Hernández”, que venía al frente de los Comandantes Óscar Benavides e Iván Montenegro, también venía la compañera Yelba María Antunez, entre otros. 

La Columna nuestra, tenía unos cinco meses de estar acampando en las cercanías de Presilla, de Ciudad Rama. En este mismo mes de mayo, el Comandante Germán Pomares Ordoñez “El Danto” estaba tratando de tomarse Jinotega. 

El Comandante Germán Pomares de la Columna «Óscar Turcios», tenía el objetivo de tomarse Jinotega pero también, al mismo tiempo, trataba de quitarle presión a la Columna «Jacinto Hernández», que se encontraba enfrentando a la guardia nacional en Nueva Guinea. 

De tal manera que nos llegó un correo de salir el 13 de mayo, para tomar el Rama, y quitar presión a la columna del Danto. El plan era llegar al Muelle Real de Siquia […] ocupar unos cayucos y avanzar sobre el río, hasta las cercanías del Rama. 

Se organizó la operación con cuatro escuadras.

Un día antes de salir a la operación, se recibió un correo de la inteligencia que teníamos en el Rama, en él nos decían que la guardia somocista, había reforzado el puesto de Presilla, y eso implicaba tener que atacar ese puesto primero, ya que no podríamos pasar hasta el Rama en los cayucos. 

Salimos el día 12 de mayo, para tomarnos el Muelle real, así fue, recuperamos víveres y los cayucos. Nos dirigimos a Presilla, y unos bajamos antes para avanzar a la toma del puesto de la guardia somocista. 

Las cosas se nos complicó mucho, por desconocimiento del terreno, (la gran mayoría no éramos de la zona), al lograr llegar al lugar, nos dimos cuenta que no había guardias. Para esa hora ya eran casi las tres de la mañana. “Pancho” decidió parar el bus que sale del Rama, y en él llegar al Rama. Así fue, nos tomamos el bus, hicimos una arenga a los pasajeros que me tocó a mi, y llegamos al Rama, después de dejar a “Pepe” con una escuadra de cinco compañeros con él unos tres kilómetros antes. 

En El Rama, después de dos horas de combate, no pudo ser tomado el puesto de la guardia somocista. En el intento, perdimos a Alfonso Gaitán, un compañero que había llegado junto a su familia, con Adrián Gutiérrez, “Alesio” (Orden Carlos Fonseca), después de la Segunda Insurrección de Estelí, su lugar de origen. Él fue vaquiano del Comandante Carlos Fonseca. También resultó herido “Juvenal”, Juvenal, un joven de San Marcos que meses antes había perdido un ojo en otro combate en febrero de 1979, donde murió Camilo José Chamorro “Jaime”, y en honor y en conmemoración a él, se tomó la decisión de nombrar así la columna: “Columna Camilo José Chamorro “.

Cuando eran casi las 5 o 6 de la mañana, siento que solo mi escuadra disparaba, pedí la contraseña para retirar a mi escuadra, y no recibí respuesta. Inmediatamente  dirigiéndonos al punto de concentración, ahí no encontramos a nadie, por lo que opté por salir a la carretera, a buscar un auto que nos acercara al lugar de encuentro de los Comandos Revolucionarios del Pueblo, que llegábamos a traer para integrar el Frente Oriental “Carlos Roberto Huembes”. Recuperamos uno, pero no nos encendió. Opté por internarme a la montaña, después de preguntar a la escuadra,  dónde estaba la única mujer, María Morales de Chinandega. Pregunté si alguien sabía orientarse en esa zona, un compañero dijo que si, y le di la orden de que nos sacará de allí.

Avanzamos casi todo el resto de la mañana y parte de la tarde, sin ver nada claro. Se armó una discusión de que estábamos caminando en círculos, y tuve que decirle, que a la primera casa que llegáramos […] 

Como a las 5 más o menos, oímos un gallo […] Cuando vamos avanzando hacia la casa, escuché un ruido de automóvil: ordené tenderse. ¿Qué estaba pasando? Estaba pasando que estábamos a pocos kilómetros del Rama (creo que a unos cuatro ahora). Sin más alternativa que tomarnos la casa, así lo hicimos, no sin antes dejar a tres compañeros como seguridad del camino por donde habíamos salido.

Esta historia es parte de la Ofensiva Final. 

Compartiremos con nuestros lectores otros testimonios del Frente Oriental “Carlos Roberto Huembes”.

¡Vivan los Héroes y Mártires que forjaron la libertad!