El 27 de mayo de 1895, hace 128 años, los restos de José Martí, el Apóstol de la Independencia cubana, fueron sepultados Cementerio de Santa Ifigenia, en Santiago de Cuba. Ocho días antes, había caído en el combate de Dos Ríos a los 42 años de edad.
Ese día, Martí cabalgó, sin saberlo, hacia un grupo de españoles ocultos en la maleza y fue alcanzado por tres disparos que le provocaron heridas mortales. Cuando se conoció lo sucedido, resultó imposible rescatar su cadáver, el cual fue conducido por los españoles y, tras varios enterramientos, fue finalmente sepultado el día 27 de mayo. Entregó su vida “de cara al sol”, como había escrito en sus versos, con el alma preparada para la eternidad. El Equipo de Barricada, lo recuerda hoy con un ensayo sobre el legado imperecedero de Augusto C. Sandino y José Martí.
En la historia de nuestra América Latina, destacan líderes cuyo legado y trascendencia ha dejado una profunda huella en la lucha por la libertad y la justicia social. Dos de esos líderes son: el General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto César Sandino, quien lideró la guerra de liberación antiimperialista contra la intervención yanqui en Nicaragua y José Martí, Apóstol en la lucha por la independencia de Cuba, frente al dominio colonial español.
Aunque pertenecieron a diferentes épocas y contextos, el destino les unió al dejar un legado imborrable en la conciencia colectiva del pueblo de Nicaragua y de Cuba, y en la lucha por la justicia social y la emancipación de las naciones latinoamericanas.
Para los antiguos griegos, el concepto de destino era fundamental en su noción del mundo y de la vida. Pensaban que el destino era una fuerza cósmica que regulaba todas las cosas, lo que ocurría, había ocurrido o estaba por ocurrir obedecía a las misteriosas leyes del destino, bajo cuyo poder estaban incluso los mismos dioses. Quizá todo tenga un propósito, aunque no sepamos descifrar la causalidad subyacente. Lo cierto es que Cuba y Nicaragua, por coincidencias o el destino, están unidas en la historia, por ser- junto con la venezolana – las únicas tres revoluciones armadas triunfantes en Latinoamérica y también, porque mayo es un mes crisol, que hermana nuestros dos países.
El 19 de mayo de 1895, cayó en combate el Apóstol de la Independencia de Cuba José Martí, y un día antes de su muerte, el 18 de mayo de 1895, nació en Niquinohomo, el General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino. El destino operaba el misterio de reencarnar el pensamiento y acción libertaria por Nuestra América. El General Sandino y José Martí, representan dos pilares fundamentales en la lucha por la emancipación de Nuestra América contra la dominación colonial expansionista y el imperialismo yanqui.
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