Homenaje al Comandante Fidel Castro Ruz en su 97 Aniversario del Natalicio, y 93 Aniversario del Comandante Tomás Borge Martínez, la Universidad de Managua
Ramón Pedregal Casanova
Permitan que manifestemos nuestro mayor respeto y afecto a los grandes representantes de esta Revolución Sandinista, hija de Sandino, Libre, Independiente y Soberana. Nuestro agradecimiento al Compañero Presidente Daniel Ortega y a la Compañera Vicepresidenta Rosario Murillo. Nuestro agradecimiento a la Compañera Ramona Rodríguez, Rectora de Universidades de Nicaragua. Y gracias a todos y todas ustedes por la atención que nos prestan.
Exponer mis palabras en torno al Comandante Fidel corre el riesgo de repetir asuntos ya sabidos, pues, ¿quién no ha oído hablar de Fidel? Resulta una figura tan determinante en la Historia del siglo XX y del XXI que, para mí, pronunciarme sobre tal personalidad y hacerlo en la Nicaragua de la Revolución es un gran honor, pues me recorre desde joven un sentimiento de gran admiración por él.
En su 97 cumpleaños a lo largo y ancho del mundo, en todos los países, empezando por Cuba, gobiernos, organizaciones políticas y sociales, le recuerdan como el mejor ejemplo de ser humano y de internacionalista. Aquellos otros, los productores de odio, los imperialistas pasan el día remordidos porque su memoria los persigue.
Es bien conocido el precepto suyo que subraya que hay que cambiar todo lo que debe ser cambiado, y con ello nos indicó la tarea permanente a realizar. El 19 de abril de 1959, Richard Nixon se reunió con Fidel en el Capitolio, apenas hacía 3 meses del triunfo revolucionario, y tras la reunión que duró 3 horas, escribió un informe para la Casa Blanca, la CIA y el Departamento de Estado, en el que dijo: “Mi apreciación personal sobre él, en tanto que hombre, está un poco mezclada. De lo único que podemos estar seguros es que posee esas cualidades indefinibles que lo hacen un líder.
Cualquiera que sea nuestra opinión sobre él, debemos reconocer que será un factor importante en el desarrollo de Cuba y, sin duda, en los asuntos de América Latina en general”. Sin tardar el aparato teórico y práctico del mundo oscuro que dirige el imperio vio que lo que aquél hombre representaba era un peligro para su “seguridad”.
Ya ven ustedes, los mayores monstruos del mundo lo temían, y lo temían porque su ejemplo práctico era un acelerador de la conciencia de los pueblos latinoamericanos y de los pueblos de todo el mundo. Los imperialistas vieron la transformación social y el 17 de marzo de 1960, no había pasado ni un año, el regidor imperial, Eisenhower, dio la orden a la CIA de poner en práctica el plan de agresión contra Cuba: atentados, Playa Girón, guerra de propaganda con emisoras de radio y tv creadas a propósito, películas, libros, secuestros, asesinatos de representantes, de agricultores, pescadores, maestros, bombas, ametrallamientos, envenenamientos de la agricultura y el ganado, siembra de virus que acababan con la vida de las personas, y el comienzo del bloqueo, todas acciones ilegítimas, ilegales, acciones de guerra criminal que aún perdura.
Tanto odiaban a Fidel y su pueblo. Con la dirección de Fidel, Cuba fue el único país del Tercer Mundo que alcanzó un nivel de desarrollo humano comparable al de los países más avanzados. Y ustedes preguntarán, ¿cómo es posible que Cuba se sostenga aún con tantos ataques? La explicación se fundamenta en la unidad interna que produce el diálogo permanente y comprometido, para que la conciencia sea patriótica y rica en ética y humanismo revolucionario, una conciencia antiimperialista y solidaria.
Como parte de todo ello hemos conocido al Fidel alfabetizador, al Fidel médico, al Fidel oftalmólogo, al Fidel científico, en la lucha contra el cáncer, con numerosas vacunas que los laboratorios cubanos han creado salvando vidas, la última conocida ha sido la aportación de las vacunas contra la Covid 19 y, en ningún caso, nada de todo ese trabajo ha sido objeto de mercantilización capitalista.
El 26 de julio de 2006 subió por última vez a un estrado y declaró: “Sí, lucharé toda mi vida, hasta el último segundo mientras tenga uso de razón, por hacer algo bueno, hacer algo útil, porque todos hemos aprendido a ser mejores con cada año que nos pasa por encima, todos los revolucionarios y el ser humano se enaltece cuando hace algo por los demás”. “Sobre la dignidad se puede construir un mundo”.
En la Clausura del Primer Congreso Nacional de la Unión de Estudiantes Secundarios, 10 de agosto de 1962, declaró: “¿Qué queremos nosotros de nuestros jóvenes? De nuestros jóvenes queremos mucho, de nuestros jóvenes lo queremos todo y lo esperamos todo”.
En aquel encuentro con los estudiantes habló de la campaña de alfabetización realizada por jóvenes voluntarios, 103.000 brigadistas, más de lo que se había previsto, era el espíritu que transmitía la Revolución, y declaró: “Cuando la Revolución dio o señaló aquella meta, nosotros estábamos seguros de que se cumpliría, nosotros estábamos seguros de que los jóvenes responderían, nosotros estábamos seguros de que aquella empresa, con la ayuda de ellos, saldría adelante. Y estábamos seguros porque sabemos que una causa tan extraordinariamente justa como es una revolución, que una empresa de tal magnitud histórica como es una revolución, no tendría desde luego, nunca el respaldo de los acomodados, de los cobardes, de los débiles, de los envejecidos, de los privilegiados, pero tendría siempre, siempre, infaliblemente, el respaldo de lo más puro, de lo más virgen, de lo más vivo, de lo más prometedor de nuestro pueblo. Y eso son ustedes, nuestros jóvenes, que miran a la vida como algo que está por delante, que miran a la vida como algo por hacer y por crear, que miran a la vida con optimismo, con esperanza, porque de la vida esperan mucho y porque la vida de nuestra patria espera también mucho de ustedes”.
La Revolución cubana, como una Revolución verdadera, necesitó empezar deshaciendo el poder establecido, dominar los muchos intereses que formaban el Estado protegido por el imperialismo. Imagínese la energía que el pueblo cubano puso para que el Ejército del 26 de Julio fuese un poder nuevo, propio, y hacer sus propias leyes fundamentadas en la justicia social, con lo que se dispuso de todo lo que antes estaba en manos de terratenientes, banqueros, y demás lastre del país. Lo que hizo el Comandante fue dirigir el cambio de todo lo que debía ser cambiado.
Fidel avanzaba sobre la realidad presente porque su preocupación mayor siempre fue qué era lo que debía hacerse, el cómo debía ser el mundo. En una ocasión le escuché que “La inquietud de un revolucionario nunca se satisface, nunca desaparece, se resuelve un problema y surge otro, se cumple una meta y se buscan otras”. El espíritu revolucionario es una grandiosa fortaleza de ética y moral, que toma como punto de partida la diferencia con la concepción imperialista, por eso en Cuba no ha cabido nunca ninguna de los fundamentos del capitalismo – imperialismo, no ha habido nunca torturados, los detenidos no han sido tratados nunca con humillación, ni han sido insultados, había que hacer creer lo que se decía, se imponía el trato más humano, en cierta ocasión Fidel declaró que ese factor ideológico había hecho que los revolucionarios adquiriesen “un gran prestigio ante los soldados enemigos, al principio no se rendía ninguno y al final se rendían en masa. La Revolución se hizo sobre unos principios, sobre unos valores, sobre una conciencia profunda en el pueblo que repudiaba el crimen y las torturas, así se educó nuestro pueblo, y su capacidad de resistir es su lealtad a esos principios”.
Como nos encontramos en Nicaragua, ante ustedes que son, como dice Fidel, “nuestros jóvenes, que miran a la vida como algo que está por delante, que miran a la vida como algo por hacer y por crear, que miran a la vida con optimismo, con esperanza, porque de la vida esperan mucho y porque la vida de nuestra patria espera también mucho de ustedes”.
Permítanme decirles, compañeros, compañeras, ustedes tienen el privilegio de vivir una Revolución, vivir en el tiempo en el que los dirigentes se encuentran entre nosotros, esa es una gran fortuna, disponen de los mejores maestros. Ustedes se encuentran en la mejor época de su Historia. Tengan por seguro que vendrán de todas partes a ver lo que ustedes hacen por engrandecer su Patria.
Ésta su Revolución, tan humana, se encuentra en unión de principios con la de Fidel, todos nos hicimos mejores personas con aquella, y todos nos hemos superado con ésta. Recuerden esa frase que repite el pueblo de Cuba: ¡Yo soy Fidel! Y yo, con la mano en el corazón y temblando de emoción les invito a decir conmigo: ¡Yo soy Fidel!
Muchas gracias por su atención.
PALABRAS DE COMPAÑERA
MARÍA ANTONIA GARCÍA RAMOS
POLITÓLOGA ESPAÑOLA
Gracias al Comandante Daniel, a la Vicepresidenta Rosario Murillo y a la Compañera Ramona Rodríguez, por dejarnos compartir con vosotros este día.
Permitidme que comience con una anécdota de hace poco. Una mujer en Managua me preguntó ¿Vds me entienden cuando hablo?
- Si, somos españoles, le dije.
Entonces, me volvió a preguntar ¿entienden lo que digo?
- Sí, le contesté, en España también se habla su lengua.
Y me aclaró: ¡Ah! Perdone pero es que Vds. parecen “poco cheles”.
Nosotros nos sentimos de aquí aunque seamos “algo cheles” e hijos, también de Fidel.
En política, se tiende a identificar al líder con una figura familiar: un hijo, hermano, padre, abuelo.. para nosotros, por la edad Fidel era nuestro padre y, con su muerte, nos quedamos huérfanos, pero lo que identifica su figura para todos los que vivimos con él y a partir de él, como vosotros, es que es NUESTRO MAESTRO.
FIDEL: NUESTRO MAESTRO
Fidel ha sido nuestro ejemplo y ejemplo para el mundo ya que mostró una alternativa al sistema del monstruo justito a 90 millas (144 km) de la bestia. Por ello, Fidel tuvo el honor de ser el líder más odiado por los dirigentes yanquis a la vez que referente para aquel pueblo, nunca se olvidará la llamada de auxilio a Cuba y a Fidel desde los tejados a los que se encaramaba la gente cuando el Katrina desolaba esas tierras.
Fidel siempre tendrá nuestra admiración por los Grandes logros que consiguió junto a su pueblo: dirigió la revolución y venció, dirigió la resistencia y lo logró, su lucha por la educación, la sanidad, nos enseñó lo que era la solidaridad, “Cuba comparte lo que tiene, no da lo que le sobra” y, sobre todas las cosas, defendió con enorme dignidad la soberanía e independencia de todos, porque él No “cree”, él SABE que la gente es buena.
Fidel, además, demostró una Visión envidiable para analizar el presente y predecir el futuro, siendo la excepción del dicho de que “predecir siempre es difícil, pero predecir el futuro en imposible”
El preparó a su país para el dolor del bloqueo cuando les preguntó ¿aguantaréis aunque dure 50 años? El pueblo ya lleva más de 60 y también les advirtió de que Cuba caerá solo si el pueblo lo consiente.
En el continente, Fidel siempre se mostró dispuesto a la unidad como única posibilidad de defensa de los pueblos y preconizador (junto con otros líderes) de organizaciones que defienden esa unidad como los Países No Alineados, organización del Caribe o el Alba.
En el mundo también dejó su impronta: la solidaridad militar, sanitaria, educativa, científica. La necesidad de resistir al imperialismo (como reconocemos ahora en África, que tanto agradece a Fidel y a Cuba)
También fue capaz de ver la evolución del capitalismo y el riesgo que representa para la naturaleza y para la propia especie humana.
Me pregunto ¿Cómo podemos aplicar hoy las enseñanzas de Fidel sobre la realidad de lo que ocurre?
Nos avisó de la reducción de la tasa de ganancia de capitalismo productivo, del desarrollo parasitario del capitalismo financiero y su futuro colapso, nos advirtió de que la lucha del imperio por mantener su hegemonía suponía un gran peligro para la humanidad y el planeta pero, también, una enorme oportunidad para los pueblos. Nos dejó dicho que en esta lucha del imperio por su control hegemónico, lo que busca es impedir el desarrollo de otros pueblos.
El plan de guerra comenzó por Oriente Medio para controlar las fuentes de energía, se materializó contra Rusia en Ucrania y pretende seguir con China.
No obstante, parece que las cosas no le están saliendo muy bien…
Igualmente, Fidel nos habló de que su ambición les lleva a elaborar más planes para imponer su “Orden basado en Reglas”: Plan para una nueva economía, como el capitalismo verde, como la rentabilización de la lucha contra el cambio climático o como la enajenación de todos los bienes anunciada en la frase “no tendrás nada y serás feliz”.
Un plan para una nueva estructura política con la reducción del Estado y la limitación de su soberanía mediante una dirección supranacional (Davos, OMS…), otro plan para una nueva estructura social, con un objetivo “satánico” la drástica reducción de la población: para ello es necesario el descenso de la natalidad, no tener hijos, el aborto, las vacunas, ataques biológicos, las guerras, el empobrecimiento de la población, el hambre… y, en lo que más insistía el comandante: el plan cultural mediante el cual consigue el control de la mente.
Al plan cultural al que se refería Fidel lo llamaron EL GRAN RESETEO “La nueva normalidad” y que se ampara en la Agenda 2030. Esto no es más que un ejercicio de “gatopardismo”, esto es, mantener intereses, cambiando los valores.
Fidel nos advirtió que la pieza fundamental es LA JUVENTUD y, para ello, pretenden inocularles lo que yo denomino un “virus cultural”.
La propaganda utilizada hasta ahora cargada de los términos “democracia” y “libertad” ya produce risa, solo los zombificados se lo creen y el imperio es consciente de ello aunque finge asombro. El objetivo del “virus”, del “bichito” que desean inocular es que desincentive en los jóvenes la participación política y los lleve a la inacción. Para ello, es necesario castrar la mente joven incapacitándola para realizar un análisis razonado de la realidad, sustituyéndola por criterios emocionales y sentimentales (posmodernidad). ¿Para qué sirve la historia, la filosofía, las ciencias sociales, la política, las tradiciones, el arte…? Mejor que no se estudie o que se reduzca a lo mínimo que ellos controlan…
También es necesario que la juventud acepte que este sistema no se puede modificar, que es el que ha existido siempre ¡desde la edad de piedra nada menos! (los Picapiedras fueron unos dibujos animados que fascinaron a la CIA)
Fidel se preguntaba ¿qué le ofrece este sistema a la juventud?
Pues disponemos de una impresionante carta para elegir:
En primer lugar el individualismo, ¡qué sensación de libertad! Estás solo, luego haces lo que quieres, todo lo común es un problema, te compromete, te exige, se discute y tienes altas posibilidades de acabar haciendo lo que no quieres, incluso para el beneficio de otras personas ¿solidaridad, ayuda? No sirve para nada, que cada uno se encargue de lo suyo.
Después nos ofrecen La autoculpabilidad. Si tu estás mal, si te va mal en la vida, si crees que no tienes futuro: es tu culpa.
Para evitar esta frustración, están a tu disposición un gran número de libros de autoayuda que te servirán para ser feliz, para tener éxito con las mujeres o con los hombres, para ser un líder, para ser más popular, para ser una persona más competitiva, para que te vaya mejor en los estudios, en el trabajo…
También puedes tomar ansiolíticos (el 80% de la población española los toma) o, si no te gustas, para eso está la cirugía estética, también debes hacer más deporte, quizás no comes sano o piensas demasiado en los demás, eres muy sensible…
Además, te ofrece una enorme cantidad de entretenimiento evasivo y consumista.
Si ese tipo de entretenimiento no es suficiente, disponemos de Hedonismo (búsqueda del placer): la bebida, las drogas, el sexo, la pedofilia, puedes probar en LGTBQ+…
Y, por último, el plato definitivo: el Nihilismo mediante el cual reconoces que la vida no tiene sentido, luego… puedes elegir entre el suicidio (que es la primera causa de muerte no natural de jóvenes en España) o también las conductas de riesgo o unirte a bandas de delincuentes que tienen una reducida esperanza de vida.
Son bien conocidos los métodos de manipulación que utilizan para inocular los virus del control mental en la educación, la ciencia, la música, el cine, el arte, los medios de comunicación, las redes sociales.
Como el Comandante Fidel dijo: es una BATALLA DE LAS IDEAS y añadía: Cuba caerá cuando el pueblo lo permita.
Tanto Cuba como Nicaragua son países de paz pero no son ajenos a la batalla de ideas que se filtran silenciosamente, como el agua.
¿Qué nos dice Fidel para ganar esta batalla de ideas?
Debéis identificar correctamente al enemigo, conocer cómo actúa y estar alerta ante su infiltración psicológica.
Debéis estudiar lo que os guste pero, además, formaros en historia, filosofía, sociología, política, economía… todo lo que ellos eliminan
Debéis desarrollar capacidad analítica y crítica.
Debéis sentiros orgullosos de vuestra familia, de vuestra sociedad, de vuestra patria, del pueblo al que pertenecéis, de vuestra cultura y vuestros valores.
Debéis trabajar y participar, fomentar lo común y respetar la diversidad
Vosotros, en Nicaragua, estáis en una situación inmejorable y envidiable para ganar esta batalla porque:
- Tenéis un país luchador, ganador, resistente y resiliente que ha demostrado ser capaz de levantarse, aprender y seguir luchando cuando pierde una batalla, que no la guerra.
- Tenéis un Gobierno dedicado, amante de su pueblo, alerta ante el enemigo y coherente en sus acciones.
- Disponéis de grandes riquezas naturales y de un pueblo trabajador, colaborador, con iniciativa y con grandes valores propios y multiculturales.
Tenéis un gran porvenir porque no estáis solos, hoy el mundo os acompaña en la lucha.
Y tenemos la suerte de contar con el maestro Fidel y los dirigentes sandinistas: el Comandante Daniel y la Compañera Rosario.
Muchas gracias
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