Barricada

Las primeras experiencias guerrilleras de Raití y Bocay en el análisis del Cmdte Tomás Borge

«[En Raití y Bocay] ahí estaba el Comandante Borge y estaban otros compañeros ahí, fue el primer intento. Bueno, no se pudo, pero ahí nadie dijo: “Ah, porque no se pudo, nos vamos”. No. Nosotro,s donde encontramos algo que es un obstáculo, que no se puede, qué decimos: bueno, a pensar, a trabajar, a unir fuerza,s para romper los obstáculos y seguir avanzando en la lucha por el pueblo nicaragüense».

Comandante Daniel Ortega 27 de octubre 2022

El FSLN, a lo largo de todos los años sesenta, atravesó diferentes procesos bélico- organizativos, como las experiencias guerrilleras de Raití y Bocay en 1963.

El Comandante Tomás Borge hace un análisis de la primera experiencia guerrillera 18 años después de esta y dos años después del triunfo de la Revolución Popular Sandinista en 1981.

Publicamos este análisis en ocasión del 60 Aniversario de la Gesta Heroica de Raití y Bocay, presentando algunos fragmentos, que nos pueden ayudar a comprender mejor nuestra historia revolucionaria y en particular las acciones combativas de Raití y Bocay, en las cuales dieron sus vidas los compañeros Modesto Duarte, Jorge Navarro, Mauricio Córdoba, Faustino Ruíz, Iván Sánchez y Francisco Buitrago.

“La lucha armada se inicia con la guerrilla del Río Coco y Bocay en 1963 y fue la primera acción preparada por un grupo revolucionario más o menos homogéneo desde el punto de vista militar, más o menos homogéneo desde el punto de vista político–ideológico; es decir, las contradicciones inevitables que surgen en todo movimiento revolucionario no eran de principios, aquellos hombres estuvieron unidos primero por las concepciones ideológicas, después por las terribles privaciones que pasaron en las amargas horas de la lucha armada inicial y finalmente por las rachas de pesimismo que suelen atenazar a los hombres en los momentos más difíciles y por el optimismo básico inicial que supo imprimir en aquellos momentos cruciales nuestro hermano Carlos.[…]

La unidad entre la teoría y la práctica no es algo que se da desde el comienzo y de una vez por todas, sino que es algo que es preciso conquistar a través de la lucha misma, y este principio lo tuvo que reconocer la vanguardia desde este primer momento, desde esta primera experiencia armada. En Río Coco y Bocay se había preparado una mínima infraestructura de masas en apoyo a la guerrilla, no dentro de la zona donde se inició la lucha guerrillera, porque algunos esfuerzos que se hicieron en ese sentido, se estrellaron contra la terquedad de algunas concepciones mecanicistas, aunque algunos lograron concebir la necesidad de condiciones adecuadas antes del inicio de la guerrilla en las regiones aledañas al Río Coco.

[…] El error táctico dentro de una concepción general acertada, se convirtió para nosotros en una primitiva y difícil escuela que nos reafirmó lo justo de la concepción general y reveló desde el comienzo la importancia del trabajo entre las masas y con las masas.

La experiencia de Río Coco y Bocay constituyó una derrota; no exactamente una derrota desde el punto de vista militar, porque los principales problemas que se tuvieron ahí no se originaron en los encuentros armados, sino precisamente en la ausencia de condiciones inmediatas sobre el terreno para la supervivencia de la guerrilla. No existían líneas de abastecimiento, la naturaleza era muy inclemente ahí, y se carecía hasta de comida, de ropa y finalmente de armas, lo que condujo, pues, a la decisión de regresar a la base original.

[…] Pero ya el FSLN existía con su voluntad de lucha y se había organizado más allá de los factores extra-guerrilleros, a diferencia de otras agrupaciones de América Latina que habían sido constituidas como agrupaciones exclusivamente guerrilleras, y que, al desaparecer como guerrilla, desaparecerían como organización. Nosotros nos expandimos más allá de una concepción guerrillera, rebasamos ese límite, y al desaparecer temporalmente la guerrilla, continuó existiendo el Frente Sandinista de Liberación Nacional.

[…] La Vanguardia convirtió la derrota militar del año 63 en una escuela. La corrección de sus errores le permitió sobrevivir y crear algún tiempo después cierto aparato clandestino en las ciudades, logró realizar alguna propaganda armada, golpes económicos, difundir materiales sandinistas, siempre hermosos, algunos de ellos ingenuos, pero no carentes de determinada profundidad que sabía imprimirles Carlos Fonseca; montar pequeñas escuelas de entrenamiento, […] se logró establecer entre 1963 y 1966 cierto contacto con las masas en barrios, centros laborales, medios estudiantiles y sindicatos en el campo.

A partir de 1967, el FSLN estableció un contacto directo con el pueblo utilizando para ellos sus propios mecanismos fundamentales clandestinos, desde donde se desarrollan los mecanismos abiertos”.

Comandante Tomás Borge. Apuntes iniciales sobre el FSLN. Dirección Política del Ministerio del Interior. Julio de 1981.

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