La Asamblea General de Naciones Unidas realizó una sesión plenaria para debatir sobre el proyecto de resolución de Cuba que pide el fin del bloqueo de EE.UU. en contra del país caribeño.
Esta es la trigésima primera vez que en el organismo internacional se somete a consideración el proyecto de resolución ‘Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los EE.UU. de América contra Cuba’, cuya discusión comenzó este miércoles y continuará el jueves 2 de noviembre.
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En su cuenta en la plataforma X, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, escribió: «Una vez más, el Gobierno de EE.UU. quedará aislado ante el abrumador reclamo de la comunidad internacional».
El próximo jueves el titular de Relaciones Exteriores expondrá ante el organismo internacional los impactos que han causado en la sociedad cubana la medidas coercitivas unilaterales que han aplicado y mantenido los sucesivos gobiernos estadounidenses.
El país caribeño califica el bloqueo como una «política genocida» y «contraria a todo principio de libre determinación y soberanía de los pueblos», que busca «doblegar la voluntad de los cubanos» a través de la «violación sistemática» de sus derechos humanos, recoge la página web de la Presidencia cubana.
Asimismo, se espera que se realice la votación sobre la resolución que exige el fin del bloqueo comercial, económico y financiero contra Cuba, que año tras año ha sido aprobada por la mayoría y rechazada por EE.UU. e Israel.
En la jornada de este miércoles participaron: Uganda; China; Argentina; México; Venezuela; Rusia; Sudáfrica; Trinidad y Tobago; Namibia; Eritrea; Azerbaiyán, en nombre de los países no alineados; San Vicente y las Granadinas, en representación de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac), entre otros representantes.
Las peticiones del fin del bloqueo contra Cuba
En esta oportunidad participarán en la cita 50 oradores que buscan analizar el impacto que ha causado el cerco impuesto desde hace seis décadas contra el país caribeño.
Al tomar el derecho de palabra, la representante de México, Alicia Buenrostro, expresó la condena de su país al bloqueo y le pidió a EE.UU. acabar con esta medida «por ser contraria al derecho internacional«, en pro de un paso hacia un hemisferio «más competitivo, más justo y pacífico».
Al igual que sus antecesores, solicitó que Cuba sea sacada de la lista del Departamento de Estado de EE.UU. de países que patrocinan el terrorismo porque «ha traído consecuencias negativas incalculables para su desarrollo económico».
En su mensaje, México reiteró que su relación con los Gobiernos de América Latina y el Caribe es «prioritaria» y recordó que toda medida «de presión política para, desde el exterior lograr cambios, atenta contra la paz».
Buenrostro expresó que su nación sostiene «con firmeza que no debe haber sanciones unilaterales, fuera de las que se adopten en el Consejo General de la ONU» y manifestó su «firme apoyo a Cuba, país con que México seguirá trabajando hombro con hombro para superar los retos comunes».
«Podría equipararse con una declaración de guerra»
Durante su intervención, el embajador alterno de Venezuela ante la organización, Joaquín Pérez, dijo que no tenía duda que una vez más la Asamblea General reiterará «su llamado casi universal a favor de la derogación del bloqueo» al que ha sido sometida la nación caribeña.
«Se trata este de un bloqueo ilegal y criminal, porque genera muerte, dolor y sufrimiento indiscriminado sobre todo un pueblo», expresó.
Asimismo, tildó las sanciones impuestas por EE.UU. de «política de terrorismo económico» debido a que por su «extraterritorialidad afecta a cualquier país que pretenda mantener relaciones comerciales o financieras con Cuba».
Venezuela aseveró que estas medidas punitivas podrían considerarse como «un castigo colectivo» de «máxima presión a la que ninguna familia cubana está exenta» y que «podría equipararse con una declaración de guerra por su impacto destructor y letal».
En su turno al podio, la representante permanente de Argentina ante ONU, María del Carmen Squeff, aseguró que las medidas punitivas contra La Habana son un «obstáculo» para el desarrollo económico y social y alertó que el bloqueo se ha vuelto «más inhumano e injustificable que nunca«.
«El bloqueo es inmoral, injusto e ilegal» y su «perpetuación es inadmisible», enfatizó.
Al intervenir ante la Asamblea, la embajadora colombiana ante Naciones Unidas, Leonor Zalabata Torres, invitó a las naciones presentes a alzar las voces para exigir el final del bloqueo contra Cuba.
La «naturaleza neocolonial» del bloqueo
En su derecho de palabra, el representante permanente ruso ante la ONU, Vasili Nebenzia, exigió el levantamiento «inmediato» de las medidas punitivas y dijo que las acciones de EE.UU., pasando por alto las resoluciones del organismo internacional, son una de «naturaleza neocolonial para perseguir regímenes en el mundo».
«El embargo anticubano es un ejemplo de la presión política ejercida por Washington, en el espíritu de la doctrina Monroe, que es una injerencia oculta en los asuntos internos de otros países con un total desprecio por los derechos humanos de los ciudadanos de Cuba», puntualizó.
En octubre de 2022, Rodríguez presentó el proyecto en el que se calculó en 4.867 millones de dólares los daños sobre el país por el embargo, en el plazo que va del 1 de marzo de 2022 a el 28 de febrero de 2023.
Nebenzia indicó que el Gobierno estadounidense ignora el derecho internacional al intentar «dividir al mundo entre democracias y regímenes autoritarios, contra los que, según su lógica, es posible imponer sanciones como castigo colectivo«.
«El mantenimiento del bloqueo de Cuba es la antítesis del desarrollo sostenible que devalúa esos esfuerzos que tanto promociona EE.UU.», manifestó y agregó que es «una medida injustificada».
La resolución llevada a la ONU por Cuba fue aprobada en 2022 con 185 votos a favor, dos en contra (EE.UU. e Israel) y dos abstenciones (Brasil y Ucrania).
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Tomado de: RT