Barricada

El asesino confeso de tres hermanos en Madrid mata a su compañero de celda de madrugada

El hombre se encontraba en prisión preventiva a la espera de juicio y se le había asignado un preso de acompañamiento al ser considerado peligroso.

El asesino confeso de tres hermanos de entre 72 y 79 años en la localidad madrileña de Morata de Tajuña, Dilawar Hussain Fazal Choudhary, ha matado presuntamente esta madrugada a su compañero de celda en la cárcel de Estremera, donde se encontraba en prisión preventiva en espera de juicio.

Las autoridades del centro penitenciario constataron la muerte del hombre a las 02:30 horas, según confirman fuentes de la institución a El Confidencial. En ese momento, se activó el protocolo y se dio aviso al juez de guardia, al forense y a la Policía Judicial de la Guardia Civil. El presunto asesino fue trasladado a un régimen de aislamiento provisional.

Fazal lleva en prisión provisional desde el pasado 22 de enero tras haberse entregado y confesado el crimen de los tres hermanos de Morata de Tajuña. Era considerado un recluso peligroso y se le había asignado un preso de acompañamiento, conocido como ‘preso sombra’.

Días antes de su detención, agentes de la Guardia Civil habían encontrado los cadáveres de los tres familiares, Amelia, Ángeles y Pepe, en una misma habitación de su vivienda con signos de violencia, parcialmente quemados y en proceso de descomposición.

Tras la investigación, ahora se sabe que fueron asesinados el 17 de diciembre con una barra de hierro, un mes antes del hallazgo de sus cuerpos. Todo se había iniciado alrededor de 7 años antes con una estafa amorosa a una de las hermanas.

A través de redes sociales, Amelia conoció a un supuesto militar estadounidense que durante esos años consiguió que la mujer le enviase hasta 400.000 euros. Para hacerlo, ella y sus hermanos se endeudaron, vendieron una vivienda en Madrid y pidieron prestado dinero a amigos y conocidos.

Una de las personas a las que solicitaron dinero fue Fazal, dueño del locutorio al que acudían con frecuencia para enviar el efectivo. Les prestó 30.000 euros a cambio de recobrar el doble cuando el supuesto novio estadounidense cobrara una hipotética herencia.

La imposibilidad de cobrar la deuda y la constatación de la estafa, que hizo perder a Fazal su negocio, fue el desencadenante del triple crimen.

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