Barricada

Trump: Burla a la justicia americana y araña La Casa Blanca

Tal parece que la corrupta justicia de EE.UU. Y el loco de Donald Trump hacen el amor y se tornan cómplices para actuar este último, con sobrada impunidad.

Los tales padres fundadores que crearon las leyes en Estados Unidos, así como los actuales magistrados vitalicios del imperio. Han tejido un sistema cuya telaraña fue diseñada para que los poderosos sean intocables y los pobres de esa nación reciban todo el peso de la ley.

Recientemente el Supremo anuló los fallos de los tribunales inferiores que negaron inmunidad a Trump en relación con los intentos de alterar el resultado electoral de 2020 y les pide que decidan de acuerdo con los criterios que sienta en su fallo. La campaña de Trump envió comunicaciones a los seguidores en las que concluía que lo que ha logrado en realidad es la “inmunidad total”.

La sentencia se ha aprobado con el voto a favor de los seis magistrados conservadores, incluidos los tres que nombró el propio Trump. Han votado en contra las tres juezas progresistas. En total, entre la introducción, el fallo y los votos particulares, la sentencia ocupa 119 páginas.

Pero la complicidad de la justicia imperialista a favor de Trump, pica y se extiende a vista y paciencia de todos. Trump, prácticamente es un delincuente y aún así el sistema judicial le permite seguir siendo candidato y andar en mítines políticos como si fuese un ciudadano honrado..

Nicaragua, sí es más democrática que los mismos estados unidos y aquí ya Trump estuviese inhibido al haber sido declarado culpable, pero para el imperio las sentencias parecen ser papel mojado. Pero el colmo es que si Trump, gana las elecciones, podrá además ordenar que se abandone la acusación en los delitos federales o incluso concederse un perdón a sí mismo.

No debemos olvidar que Trump se ha convertido en el primer expresidente de Estados Unidos declarado culpable en un juicio penal después de que un jurado popular le encontrase culpable de 34 delitos de falsificación de cheques, facturas y registros contables. Pretendía con ello ocultar los pagos a la actriz de cine porno Stormy Daniels y así evitar que el escándalo de su relación con ella estallase en plena campaña de las presidenciales de 2016. En aquel caso era obvio que Trump no estaba ejerciendo una actividad propia de su cargo, con lo que la sentencia no debería afectar a dicha condena.

La impunidad de Trump, apesta como una cloaca pues estando en funciones como Presidente, se llevó a su casa documentos clasificados por lo que debería estar preso y condenado, pero la corrupta justicia gringa considera lo contrario.

Trump, tiene abierto el otro caso de Florida por retención de secretos relacionados con la defensa y obstrucción a la justicia, por los documentos confidenciales que se llevó a su mansión.

Bueno, ya desmenuzamos el sistema judicial de Estados Unidos y podemos concluir que es un sistema corrupto y parcializado. Ahora démosle una pasadita al Órgano electoral que supuestamente es el protector de la voluntad popular de los votantes y desde donde radica la gran democracia de la cual sus políticos tanto se jactan y nos quieren imponer a los pueblos libres.

En EE.UU. las elecciones no son directas, sino que se realizan mediante un mecanismo de voto indirecto. Esto quiere decir que los ciudadanos no eligen directamente a sus máximas autoridades, sino a los miembros que su estado aportará al Colegio Electoral, y que luego serán los encargados de votar por el presidente y vicepresidente.

El Colegio Electoral, en tanto, es el intermediario y está compuesto por 538 miembros, también llamados compromisarios o electores. Cada jurisdicción tiene un número de electores definido por la cantidad de senadores y representantes que tiene en el Congreso de EE.UU. Así, en 48 estados y Washington DC, el espacio ganador consigue todos los votos electorales de ese estado, sin importar si se impuso por una mínima diferencia o por un amplio margen; a excepción de Maine y Nebraska, que tienen cada uno una variación de representación proporcional.

Aunque son libres de votar a cualquier persona elegible para presidente, siempre se comprometen antes a hacerlo por un candidato específico. Luego de definirse la composición del Código Electoral, estos electores eligen al próximo presidente, con una mayoría de al menos 270 votos del total.

En fin la justicia y la democracia estadounidense, son como un enfermo grave y en etapa terminal.