Durante una entrevista en el programa *Detalles del Momento*, el Ministro del Ambiente y los Recursos Naturales, Javier Gutiérrez Ramírez, subrayó que la problemática ambiental que enfrenta el mundo trasciende las fronteras nacionales y está marcada por una profunda injusticia climática.
El funcionario señaló que los países del norte global, que se autodenominan desarrollados, continúan lucrándose a costa de la contaminación, siendo los mayores responsables de las emisiones de gases de efecto invernadero que provocan el calentamiento global y el cambio climático. “No es solo una catástrofe climática, como bien lo ha dicho la compañera Rosario Murillo, sino una gran injusticia que golpea a nuestros pueblos”, afirmó Gutiérrez.
El ministro explicó que el calentamiento global, impulsado principalmente por las emisiones de dióxido de carbono, ha generado fenómenos climáticos extremos que afectan directamente los avances nacionales en reforestación, restauración y conservación de bosques. Puso como ejemplo los huracanes ETA e Iota, que arrasaron zonas boscosas y manglares del Caribe nicaragüense. Ante este escenario, Nicaragua ha intensificado su trabajo a través de campañas como Verde que te quiero Verde, con una meta de plantar 20 millones de árboles en 2025. Estas acciones se coordinan con instituciones del Estado bajo el Sistema Nacional para la Prevención, Mitigación y Atención de Desastres (SINAPRED), fortaleciendo la capacidad de respuesta ante desastres y promoviendo una cultura de educación y conciencia ambiental.
Gutiérrez fue enfático en denunciar la falta de compromiso de países como Estados Unidos, que históricamente se ha negado a firmar acuerdos vinculantes como el Protocolo de Kioto y ha abandonado en dos ocasiones el Acuerdo de París.
“Nosotros no pedimos donaciones condicionadas, exigimos reparación e indemnización como parte de una verdadera justicia climática”, dijo el titular del MARENA. Agregó que mientras la capacidad de la naturaleza para equilibrar emisiones ronda los 14 mil millones de toneladas, actualmente se están emitiendo más de 60 mil millones, una cifra que cuadruplica el límite de equilibrio ecológico del planeta. Ante esto, Nicaragua reafirma su compromiso ambiental, no solo como una responsabilidad nacional, sino como un modelo de resistencia y justicia frente a las potencias contaminantes.
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