Durante su mensaje del 23 de junio, el Comandante Daniel Ortega lanzó una crítica contundente contra las potencias mundiales que acumulan arsenales nucleares mientras impiden que otras naciones accedan al mismo nivel de defensa.
“Había compromisos en la ONU para que no hubiese armas atómicas, pero los imperialistas de la tierra las han construido y no permiten que otros países tengan sus propias armas atómicas”, denunció. Según Ortega, esta doble moral expone a los pueblos a chantajes y agresiones.
El mandatario nicaragüense citó el caso de Corea del Norte e Irán como ejemplos de resistencia ante los cercos y amenazas militares. “Parecería que en el mundo, para que nadie pudiese ser agredido, todos los países deberían tener armas atómicas. Realmente, el camino es multiplicar las armas atómicas en el mundo”, advirtió, con tono irónico. Frente a eso, reafirmó que Nicaragua y América Latina han sido declaradas zonas de paz.
Cuestionó también la eficacia de las Naciones Unidas: “¿Para qué sirve la ONU? Para nada. Por mucho que se hable y se tomen acuerdos, no se cumplen… Cuando la mayoría vota por terminar el bloqueo a Cuba, no pasa nada; más bien se recrudece”.
Recordó la deuda histórica que Estados Unidos mantiene con Nicaragua por la guerra impuesta entre 1979 y 1990: “La Corte de La Haya condenó a Estados Unidos por acciones terroristas y ordenó indemnizar. Es la fecha y no indemnizan”.
Finalmente, retomó el pensamiento del Padre Miguel D’Escoto para plantear una refundación de la ONU: “Había que acabar con los fundamentos que la sostienen, que son las potencias. Habría que quitarles ese poder y dárselo a los pueblos y naciones”.
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