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Nicaragua fortalece protección ambiental mediante zoocriaderos

Escrito por : Mercedes Estrada 4 de agosto de 2025

El Ministro del Ambiente y los Recursos Naturales (MARENA), Javier Gutiérrez, destacó el papel estratégico de los zoocriaderos como una herramienta clave para equilibrar la conservación ambiental y el desarrollo económico, durante una entrevista en el programa Detalles del Momento de Canal 6.

Explicó que los zoocriaderos son espacios diseñados para la reproducción controlada de especies silvestres, en los que se simulan las condiciones naturales de cada animal sin necesidad de extraerlos de su entorno original. Este modelo, dijo, permite generar ingresos, abastecer mercados nacionales e internacionales, y disminuir las presiones sobre la biodiversidad.

“Es una práctica ambientalmente responsable. Reproducimos en cautiverio, respetando principios legales y técnicos, sin depredar los ecosistemas. Es parte de una economía verde, donde se protege y se produce al mismo tiempo”, señaló Gutiérrez.

Exportaciones sostenibles en crecimiento

Actualmente, Nicaragua cuenta con más de ocho empresas formalmente registradas para la exportación de fauna silvestre reproducida en cautiverio. Según cifras del MARENA, solo en el mes de agosto se han autorizado más de 200 permisos de exportación, representando un valor comercial estimado en más de 300 mil dólares. Para el resto del año, se espera que las cifras se dupliquen.

Entre las especies más demandadas a nivel internacional se encuentran la ranita de ojos rojos, la tortuga pecho quebrado, la iguana verde, la tortuga sabanera, el gallego verde, el gecko cabeza amarilla, la culebra mica, y diversas especies de aranas, como la araña negra. El 70% de estas exportaciones tienen como destino Estados Unidos, Europa, Japón, Taiwán, Reino Unido y países árabes.

“Todas estas exportaciones se hacen bajo estándares internacionales. Emitimos certificados de origen y seguimiento técnico. No se permite la salida de ninguna especie sin la autorización correspondiente”, subrayó el funcionario.

Uso local, alimentación y cultura

Además de la exportación, los zoocriaderos cumplen un rol importante en la economía rural y el autoconsumo. En regiones como Siuna, Masaya y Granada, numerosas familias reproducen especies comestibles como la guatusa, guardatinaja, iguanas, garrobos negros y venados cola blanca, muchas veces para consumo familiar o venta a nivel local y en restaurantes.

El ministro explicó que estos criaderos contribuyen a reducir la caza ilegal, los incendios forestales y la deforestación, ya que disminuyen la presión sobre los hábitats naturales. Además, algunos se integran a rutas turísticas donde se promueve la educación ambiental.

“Es impresionante ver cómo las comunidades han asumido el compromiso. Muchos de estos espacios se convierten en centros de aprendizaje para estudiantes y visitantes, fortaleciendo la conciencia ambiental”, agregó Gutiérrez.

Liberación y compromiso ambiental

Una de las cláusulas fundamentales en la autorización de los zoocriaderos es el compromiso de liberar parte de las especies reproducidas, como mecanismo de restitución ecológica. Esta práctica ha sido bien acogida por los productores, quienes en coordinación con el MARENA liberan animales en zonas protegidas o áreas de restauración ecológica.

“Las liberaciones son parte de nuestro modelo ambiental. También tenemos centros de rescate para fauna silvestre herida o entregada voluntariamente por la población. Allí se les rehabilita y se reincorporan a su hábitat natural”, detalló.

Guardabosques y vigilancia permanente

El ministro también destacó la labor de más de 110 guardabosques distribuidos en las 76 Áreas de Conservación y Desarrollo Sostenible del país. Estos equipos, conformados por hombres y mujeres con formación técnica, realizan patrullajes, inspecciones y atienden denuncias sobre delitos ambientales, en coordinación con la Policía Nacional, el Ejército y autoridades municipales.

“La ley prohíbe el cambio de uso de suelo en áreas boscosas. Si se detecta deforestación o ampliación ilegal de potreros, intervenimos mediante comisiones interinstitucionales que evalúan el daño y aplican sanciones”, afirmó Gutiérrez.

Además, mencionó el uso de tecnología satelital y sensores remotos para monitorear posibles afectaciones ambientales en tiempo real, así como la implementación de procedimientos administrativos y penales para quienes infringen la normativa.

Campaña “Verde que te quiero verde”

En respuesta a los impactos del cambio climático y la pérdida de cobertura forestal, el Gobierno de Nicaragua lanzó la campaña “Verde que te quiero verde”, orientada a la reforestación masiva y la restauración ecológica. Actualmente, se siembran más de 20 millones de árboles al año a nivel nacional, con el respaldo de viveros institucionales y comunitarios.

“Estamos sembrando esperanza. En zonas como el Caribe Sur, donde los huracanes ETA e IOTA arrasaron, hemos visto que las comunidades rodeadas de bosque salieron ilesas. Por eso reforestar no es un lujo, es una necesidad para nuestra seguridad”, concluyó Gutiérrez.