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Cerro Negro: historia, naturaleza y aventura en el volcán más joven de Centroamérica

Escrito por : Iris Varela 13 de agosto de 2025

El Cerro Negro, ubicado en León, es mucho más que un volcán; es historia, cultura, geología y aventura. Con apenas 175 años desde su nacimiento, el 13 de abril de 1850, se posiciona como el volcán más joven de Centroamérica, formando parte de la Reserva Natural Complejo Volcánico Pilas-El Hoyo, administrada por el Ministerio del Ambiente y los Recursos Naturales.

Bosco Antonio Centeno Chavarría, responsable de la reserva, explica: “Es un gusto siempre estar acá, dar buenas noticias por parte del Ministerio y traer información sobre el volcán más joven de Centroamérica, el Cerro Negro”.

Tradición y cultura

La erupción más recordada del Cerro Negro ocurrió en 1947. Según Centeno, “Aconteció una erupción que creó una tempestad de arena tal que el obispo Isidro Oviedo determinó, junto con todo el pueblo leonés, hacer una ofrenda a la Virgen María para que cesara aquella tempestad”. Desde entonces, cada 14 de agosto se celebra la Gritería Chiquita, una manifestación cultural que mezcla devoción, pólvora y alegría popular.

Un volcán vivo

A pesar de su corta edad geológica, el Cerro Negro está activo. Centeno enfatiza: “El hecho de que no veamos un cráter como el Telica o el San Cristóbal no significa que esté extinto. Está activo, siempre en constante movimiento, con conos secundarios que liberan energía de la cámara magmática”.

El nombre de Cerro Negro proviene de su color característico: “Tiene acumulación de arena negra y grava volcánica, lo que impide el crecimiento de vegetación, por eso su nombre particular”.

Experiencia turística

El Cerro Negro ofrece múltiples formas de visita. El ingreso cuesta 184 córdobas para nacionales y 367 para visitantes extranjeros. Los turistas pueden llegar en vehículo propio hasta la Plaza de la Asunción, desde donde inicia el recorrido principal de 2.3 kilómetros. Para quienes buscan adrenalina, el volcano boarding incluye tabla, traje, guantes y gafas, con un costo adicional de 367 córdobas.

Centeno detalla: “Explicamos las características del volcán y del entorno. Todo visitante debe ir acompañado por un guía, y le indicamos qué actividades son seguras según su condición física. No todos los jóvenes pueden subir, y hay adultos que sí lo logran; es cuestión de preparación física”.

Para quienes prefieren contemplar la naturaleza, la reserva ofrece amaneceres y atardeceres espectaculares, observación de aves, senderismo y camping en áreas señalizadas: “Tenemos reservaciones para camping y todo visitante recibe acompañamiento de guías certificados, además de supervisión constante de nuestro personal y coordinación con INETER y SINAPRED”.

Protección ambiental

La reserva exige respeto por el ecosistema: “No se permite extraer materiales volcánicos, flora o fauna, y pedimos a los visitantes que retiren su basura. Los entornos son más bellos cuando se mantienen limpios”, explica Centeno. Además, se monitorea constantemente la actividad volcánica y se aplican protocolos ante emergencias, incluidas tormentas eléctricas.

Más que Cerro Negro

Aunque es el volcán más visitado, la reserva incluye otros volcanes como Pilas y El Hoyo, con vegetación densa, climas frescos y paisajes ideales para camping o senderismo. El centro de información ambiental, ubicado a un kilómetro del Cerro Negro y a 26 kilómetros de León, ofrece orientación, equipo y servicios básicos para los visitantes.

Centeno concluye: “El Cerro Negro es un símbolo de nuestra cultura, de nuestra historia y de la naturaleza viva. Cada visita permite aprender sobre geología, disfrutar del entorno y sentir orgullo de ser nicaragüense”.

En lo que va del año, la reserva ha recibido casi 30 mil visitantes, de los cuales el 78% son extranjeros y el 22% nacionales, reflejando el creciente interés por conocer este volcán que combina aventura, contemplación y cultura.