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Pancasán: Así se forjó el acero

Escrito por : Carlos Arroyo 27 de agosto de 2025

Raití-Bocay, la primera macolla del frente

Desde su génesis, el Frente Sandinista de Liberación Nacional trazó la ruta hacia la liberación: el derrocamiento del somocismo y de toda expresión de dominación del imperialismo estadounidense en nuestra tierra. La primera generación de combatientes tuvo que vivir duras jornadas donde la experiencia misma les daría la clave para alcanzar la soñada victoria, conscientes que en el trayecto sería necesario hacer enormes sacrificios.

La guerrilla de Raití-Bocay, al mando del Coronel Santos López, fue la primera experiencia guerrillera del FSLN como una organización más o menos homogénea en lo militar y político-ideológico. Con la esperanza inundando el continente tras el reciente triunfo de la Revolución Cubana, la columna guerrillera decidió instalarse en la frontera con Honduras, desde donde tenían planeado avanzar comunidad por comunidad, ciudad por ciudad, hasta llegar al corazón del somocismo en la capital y así tomar el poder por las armas. Siguiendo el ejemplo del General Sandino, se vincularon a hermanos misquitos y mayangnas que habitaban las riberas del Río Wangki o Coco.

Sin embargo, las duras condiciones de la montaña y no haber logrado constituir una red de abastecimiento, los forzó a incursionar en territorios que les eran desconocidos, sin poder establecer contactos que los guiasen entre la espesa vegetación de las laderas. Durante una incursión en las cercanías de Bocay, la guerrilla fue emboscada y el FSLN sufrió un duro golpe con la inmolación de miembros fundadores como los héroes Jorge Navarro, Francisco Buitrago, Faustino Ruiz y Modesto Duarte Álvarez. En esta misma gesta heroica, transcendieron a la inmortalidad valiosos cuadros como Iván Sánchez Argüello, Mauricio Córdoba, Boanerges Santamaria y varios hermanos Misquitos.

Cumbre de la cordillera, como un puño de granito, como un gigante escondido

Esta primera jornada, a pesar de no haber representado una victoria militar, constituyó un punto de inflexión y un significativo aprendizaje que fue sublimado por el FSLN en la tarea de establecer una nueva red de colaboradores, rutas de abastecimiento, preparación ideológica y político-militar tanto de nuevos cuadros como de la población, y el tejido de un órgano clandestino de inteligencia que tenía su epicentro en el mismo pueblo, tanto urbano como campesino.

El historiador Aldo Díaz-Lacayo, analiza este salto cualitativo:

[Carlos Fonseca] se da cuenta de que no es posible orientar la lucha popular desde afuera. En América Central, durante todo el siglo XIX, y la mitad del siglo XX, lo normal era que los grupos que interpretaban la lucha popular se constituyeran desde afuera, se armarán afuera e invadieran, es lo que llamamos la tesis “invasionista”. Carlos después de ocho años descubre que esa tesis no funciona y la hace a un lado. Y después de ocho años dice: “la lucha es desde adentro”. Si queremos capitalizar las luchas populares, es desde adentro. Y eso es lo que hace con Pancasán (1967). A partir de Pancasán nunca más se piensa en invadir. Al final se da la colaboración, la solidaridad pero ya no como invasión sino como apoyo a la lucha interna.”

Con respecto a esta evolución estratégica, el Comandante Daniel relata:

“Luego de esos combates y de esa experiencia de Guerrilla que se dio en la zona fronteriza con Honduras, entonces el Frente, conducido por Carlos, decide que habrá que buscar una zona donde haya más población, porque, claro, aquellas zonas eran zonas más aisladas, donde hubiese más población y donde hubiese más pueblo por lo tanto, para incorporarlo a la lucha bajo la Bandera del Frente Sandinista.”

Pleno sol de rebeldía tras el telón del paisaje

En un arduo proceso desde 1963 hasta 1967, cuadros del Frente Sandinista como el legendario Pablo Úbeda (Rigoberto Cruz) realizaron un trabajo de hormiga vinculando al campesinado con la lucha sandinista. En la ciudad, se llevaban a cabo acciones de recuperación económica, preparación de cuadros para enviarlos a los campamentos guerrilleros, y otras tareas de propaganda para concientizar al pueblo sobre su papel histórico en este proceso de liberación.

El Comandante Daniel, junto a compañeros como Selim Shible, Jorge Sinforoso Bravo, Julio Buitrago y Casimiro Sotelo, entre otros, desarrollaron la trascendental tarea de organizar desde el Frente Interno a los combatientes que nutrirían las filas de la guerrilla en la montaña, y de conseguir los insumos necesarios para su abastecimiento, lo que incluía delicados operativos de recuperación económica. Sobre esta etapa el Comandante Daniel refiere:

“Pablo Úbeda había estado haciendo esa labor investigativa en la zona de Matagalpa y Jinotega, y ahí se toma la decisión de instalar un campamento base en el mayor silencio posible, para luego, creadas las condiciones, empezar a combatir. Y ese es Pancasán, en Agosto.

Pero se inició ese proceso meses antes, en Agosto ya fue el choque. Ese trabajo de hormiga se empezó mucho antes, conversando con los Campesinos, incorporando Campesinos a la Guerrilla, entrenándolos ahí en el campamento, desarrollando redes de comunicación, construyendo buzones para ahí tener reservas de alimentos y sobre todo de miel, porque la miel puede estar enterrada años y no se daña, y también reservas de municiones de lo que se venía consiguiendo. Era un destacamento pequeño realmente, andaría este destacamento de nuestro General Sandino, por los 30”.

Silvio Mayorga, con granadas y poemas, derribando las estrellas

En 1966, se realizó un congreso, según relata la compañera Gladys Báez, donde se daban discusiones entre los sectores burgueses y revolucionarios sobre la vía para derrocar a la dictadura. Los partidos tradicionales optaban todavía por la vía electoral, dando su apoyo al candidato conservador Fernando Agüero Rocha, y algunos sectores autodenominados de izquierda se plegaron a esta posición, aduciendo que “no estaban las condiciones para la toma del poder político, porque nuestro pueblo no había madurado todavía”. El Frente Sandinista, como principal expresión del pensamiento y accionar revolucionario en Nicaragua, reivindicó y sostuvo que el único camino para la liberación de la patria frente a la violenta opresión del somocismo como instrumento de dominación yanqui, era la lucha armada.

El congreso duró tres días. Participaron como Secretaria Gladys Báez y como Presidente el Doctor Alejandro Dávila Bolaños. Por el FSLN participaron Silvio Mayorga, Oscar Turcios, Francisco Moreno, Tomás Borge y Doris Tijerino H. y por el Frente Estudiantil Revolucionario participaron Casimiro Sotelo, Roberto Amaya, Sócrates Flores, Oswaldo Madriz, Humberto Obregón Aguirre, entre otros estudiantes. Sobre la firme posición del FSLN y el FER, Gladys Báez da el siguiente testimonio:

“Silvio Mayorga les expuso claramente la posición de la organización vanguardia político militar de nuestro pueblo, y se resumía en la siguiente: solo la LUCHA ARMADA era capaz de derrocar la nefasta dictadura de los Somoza en el poder, se podía y debía trabajar concientizando a las masas de explotados y oprimidos, con esta concepción ideológica poniendo a prueba las palabras del General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto César Sandino: «La soberanía de un pueblo no se discute, se defiende con las armas en la mano».

(…) Los compañeros del FER ya llegaban al congreso clarificados de esa concepción y por lo tanto habían adquirido madurez política y no hubo argumento capaz de hacerlos desistir de su misión histórica que le señalaba en ese momento la revolución sandinista. El tiempo y la justeza de la tesis que argumentaban nos dio la razón y vemos que somos los únicos que dieron la respuesta correcta a la burguesía «opositora», y desde ese momento se convierten en la vanguardia político-militar del triunfo de la insurrección popular sandinista.”

Y en las aguas coloridas, junto a los tepajonales, Oscar Danilo Rosales

Las condiciones de Fila Grande y Pancasán no fueron más clementes que las de Raití-Bocay. La Malaria y el clima implacable azotaban a la guerrilla, lo que hizo necesario la participación de médicos que pudieran tratar a los compañeros enfermos. El Comandante Daniel aborda este tema:

“Luego en ese proceso empieza a atacar la Malaria a la Guerrilla. Yo recuerdo ahí en el campamento muchos Compañeros estaban en las hamacas, entonces, ¿dónde conseguimos un Médico? No dudamos en hablar con el Doctor Óscar Danilo Rosales, recién graduado de la Universidad de León y que estaba dando clases ya, era muy aventajado en su profesión, y cuando hablamos con él, no dudó en decir voy para Pancasán. Se incorporó a Pancasán y logró la recuperación de la salud de todos los Compañeros que estaban muy afectados por la Malaria.”

Ahí nadie se rindió

“Ahí fue cuando Francisco Moreno que le decíamos el “Chele Moreno”, porque su nombre era Francisco y su apellido Moreno, pero era chele, ojos azules, entonces le decíamos “el Chele Moreno”, era un muchacho, y veníamos en un grupo aquí con el Frente, yo un poco mayor que él, y haciendo labor aquí de Alfabetización en el Barrio Acahualinca, en el Barrio Los Pescadores, con el Movimiento Estudiantil, con el FER (…). (…) Cuando ya el Frente estaba instalando el destacamento en Pancasán él insistió que iba para la Guerrilla; pero como que no se veía bien de parte de los Compañeros mayores de que un muchacho que andaba por los 15, 16 años, se incorporara a la Guerrilla, él estaba en la Secundaria, pero él insistió y se incorporó a la Guerrilla. Y ahí se siguió forjando el acero.

Estando en el campamento, recuerdo, estábamos en el campamento con Carlos, Óscar Turcios, una cantidad de Compañeros ahí, mientras tanto había salido una Columna encabezada por Silvio Mayorga a buscar el Cerro Musún. Nosotros estábamos en la zona de la Cordillera Dariense y más hacia adentro estaba el Cerro Musún y como en la estrategia que se había definido nos permitía mejores condiciones para construir buzones y ampliar el área, previendo que en cualquier momento podía caer el Ejército de Somoza y manteniendo mucha vigilancia, mucho patrullaje.

Entonces, va la columna encabezada por Silvio y logran detectarla, y la Guardia de Somoza que ya tenía información de que algo se estaba planeando ahí, fueron varios meses ahí, empezó a desplazarse en contra de la Columna que iba encabezada por Silvio, y se fueron emboscando. De tal manera que cuando la Columna va avanzando, va cayendo en la emboscada que tiene tendida la Guardia. Y ahí se van dando combates, ahí nadie se rindió, ahí se estaba fundiendo una vez más el acero. ¡Ahí nadie se rindió!”

Y también enséñenles a leer

“Y Francisco Moreno como tenía el hábito de la Alfabetización que habíamos practicado aquí en Managua, entonces lo primero que hizo cuando vio que había Campesinos analfabetos en el campamento, los llamó, los sentó y empezó a enseñarles a leer y a escribir. Ahí es donde pasa Carlos, y dice: “Sí, enséñenles a leer”, la frase, resultado de la iniciativa de nuestro Hermano Francisco Moreno.”

Piedra, barro, arcilla, cumbre

“Como les decía, con Francisco ahí cayeron Silvio Mayorga y otros Compañeros. Estos eran los Soldados que estaban y que continuaban forjando el acero. Ahí cayeron heroicamente, eran los Dirigentes del Frente, Fundadores del Frente como Silvio Mayorga, Rigoberto Cruz, Pablo Úbeda, Fundador del Frente; Carlos Tinoco, Otto Casco, Carlos Reyna; “El Tigre de Cerro Colorado” como le llamaban a Nicolás Sánchez; Ernesto Fernández, Oscar Danilo Rosales. Y ahí sobrevivieron Gladys Báez, Edmundo Pérez que iba y logró sobrevivir; nosotros pensábamos que ya había fallecido, y de pronto apareció aquí en una casa clandestina.

Sobrevivió también Eulalio, un Campesino que era un gran conocedor de los caminos, y era un guía extraordinario, para que los Soldados Guerrilleros se movieran en la oscuridad, se trasladaran de un punto a otro en la oscuridad, por la noche; por el día no se podía transitar porque era exponerse a ser descubierto.” (Comandante Daniel Ortega Saavedra. 2 de septiembre, 2021).

Roca viva, selva y pino, la presencia de Sandino

A 58 años de esta jornada heroica, seguimos comprometidos con la construcción de esta patria digna, bendita y soberana. Pancasán, decía el Comandante Tomás Borge, es el “punto que contiene todos los puntos”, donde retumba el palpitar de la montaña y con ella, el ejemplo del General Sandino y la constelación de héroes y mártires que nutrieron con su glorioso sacrificio esta tierra que amamos y defendemos. Seguimos cosechando las victorias de su heroica siembra.

Con el primer fogonazo fulgurando en sus pupilas, van quemando la neblina,

¡PANCASÁN!

Silvio Mayorga

Rigoberto Cruz

Francisco Moreno

Otto Casco

Fausto Heriberto García

Carlos Reyna

Ernesto Fernández

Carlos Tinoco

Oscar Danilo Rosales

Oscar Armando Flores

Nicolás Sánchez

Fermín Díaz

Felipe Gaitán

¡PRESENTE! ¡PRESENTE! ¡PRESENTE!

Bibliografía:

  1. Báez, Gladys. (1979). Pancasán. Editorial Universitaria UNAN.
  2. Derrone, Thierry. (2011) DE BOLÍVAR A SANDINO Y DE CARLOS FONSECA AL ALBA Entrevista a Aldo Díaz Lacayo de Thierry Derrone. Tareas, núm. 137, enero-abril, 2011, pp. 121-132. Centro de Estudios Latinoamericanos «Justo Arosemena». Panamá, Panamá.
  3. Gutiérrez, Margine. (2024). Una reseña de la Jornada heroica de Fila Grande y Pancasán PANCASÁN, UN PUEBLO ALUMBRA SU HISTORIA. Diario Barricada. Nicaragua. https://diariobarricada.com/2024/08/27/una-resena-de-la-jornada-heroica-de-fila-grande-y-pancasan/
  4. Palabras del Comandante Daniel Ortega en Acto Central en Conmemoración del 42 Aniversario del Ejército de Nicaragua. 2 de septiembre, 2021.

https://www.el19digital.com/articulos/ver/titulo:131960-acto-central-en-conmemoracion-del-42-aniversario-del-ejercito-de-nicaragua