La Universidad Nacional Casimiro Sotelo Montenegro (UNCSM) acogió este viernes la clausura del ciclo de cine colombiano en Nicaragua, un espacio que durante veinte días ofreció al público nacional una selección de largometrajes, cortometrajes y documentales del país suramericano.
El encargado de negocios de la Embajada de Colombia en Nicaragua, Óscar Iván Muñoz, informó que fueron 16 producciones las que integraron la muestra, con temáticas vinculadas al conflicto armado, la resiliencia de las mujeres, la juventud y la musicalidad del Pacífico colombiano. El ciclo cerró con la proyección de la película Una madre, ópera prima del director Diógenes Cuevas, y un conversatorio virtual con él y con el productor Mario Viana García.
“Este año quisimos llevar el cine a las universidades para que los estudiantes de comunicación y producción audiovisual pudieran apreciar de primera mano la riqueza del cine colombiano. Es una forma de acercarlos a los conceptos, las narrativas y las experiencias que nuestra cinematografía transmite”, explicó Muñoz.
Por su parte, la rectora de la UNCSM, Dania Hernández, destacó el valor del intercambio cultural:
“Recibir este ciclo de cine colombiano reafirma el compromiso de nuestro buen Gobierno con el arte, la cultura y la educación integral. Nuestros estudiantes han tenido la oportunidad de compartir y reflexionar a través del cine”.
La actividad fue organizada en conjunto con la Cinemateca Nacional de Nicaragua. Su codirectora, Idania Castillo, señaló que este ciclo, inaugurado el pasado 8 de agosto, se desarrolló en Managua y en varias universidades del país.
“Ha sido una celebración del talento y la creatividad del cine colombiano. Estos encuentros fortalecen los lazos culturales entre ambas naciones y permiten que estudiantes, docentes y público en general profundicen en el impacto del cine en la sociedad”, subrayó Castillo.
El productor colombiano Mario Viana García, quien participó de manera virtual en la clausura, animó a los jóvenes a aprovechar estas iniciativas:
“Una madre es una película sensible y poderosa, que refleja parte de la realidad colombiana. Queremos que los estudiantes interactúen con su director y conozcan de cerca la experiencia cinematográfica”, concluyó el productor colombiano.
Con esta clausura, Nicaragua y Colombia reafirmaron su voluntad de continuar promoviendo la cultura audiovisual y los lazos de hermandad entre ambos pueblos.
