La Asamblea Nacional aprobó por unanimidad este martes 3 de septiembre la Ley que restituye el 9 de enero como Día de la Constitución Política de la República de Nicaragua, en reconocimiento a la histórica promulgación de la Carta Magna en 1987, hija legítima de la Revolución Popular Sandinista.
Con esta restitución, el Parlamento reafirma la voluntad soberana del pueblo nicaragüense, protagonista de las conquistas y transformaciones que quedaron plasmadas en la Ley Suprema. Una Constitución construida con la sangre sagrada de héroes y mártires, con las voces de mujeres, obreros y campesinos.
La diputada María Auxiliadora Martínez, presidenta de la Comisión de Justicia y Asuntos Jurídicos, subrayó que con esta aprobación la Asamblea Nacional reconoce con conciencia y valor el verdadero nacimiento de la Carta Magna, el 9 de enero de 1987, fruto de años de lucha armada, resistencia, sacrificio y esperanza del pueblo.
“Esta Constitución no fue redactada bajo la sombra de intereses foráneos ni impuesta por élites sin rostro. Fue construida por el pueblo, desde abajo, desde los barrios, desde el campo. Así, el 9 de enero de 1987, Nicaragua parió una Constitución con acento popular, impregnada de cultura viva y tradiciones que laten en cada rincón de la Patria”, expresó.
Por su parte, el diputado Carlos Emilio López recordó que esta es la décima Constitución en la historia de Nicaragua, pero la primera en integrar los derechos individuales y colectivos, reconociendo a la niñez, juventud, mujeres, campesinado, trabajadores y garantizando la igualdad absoluta entre hombres y mujeres.
“Las constituciones anteriores eran excluyentes, discriminadoras y negaban derechos, favoreciendo a la oligarquía y la burguesía. En cambio, la Constitución de 1987 consagró los derechos sociales, económicos y culturales de nuestro pueblo”, afirmó.
Con esta decisión, Nicaragua honra la memoria de quienes hicieron posible que el país cuente con una Carta Magna nacida desde las entrañas del pueblo, auténtica y soberana.
