El compañero Carlos Eduardo Díaz Moreira, embajador de Nicaragua en la República Argelina Democrática y Popular, y en la República Árabe Saharaui Democrática, destacó la fortaleza de los lazos diplomáticos entre ambos países al cumplirse 45 años de relaciones establecidas el 6 de septiembre de 1979, tras el triunfo de la Revolución Popular Sandinista.
“Desde ese momento nuestras relaciones se han caracterizado por el respeto, la solidaridad y un elevado nivel de coordinación política en organismos multilaterales”, subrayó el embajador.
Díaz Moreira recordó que tanto Argelia como Nicaragua alcanzaron su independencia a través de procesos revolucionarios. “Argelia logró su independencia en 1962, tras un levantamiento iniciado en 1954, que inspiró a otros movimientos de liberación en África. Nicaragua alcanzó su verdadera independencia en 1979, con el triunfo de la Revolución Sandinista. Ambos procesos se entrelazan en la memoria y la lucha de nuestros pueblos”, afirmó.
El diplomático destacó la apertura de embajadas en Managua y en Argel como “un paso significativo para profundizar nuestras relaciones políticas, que ya son excelentes, y avanzar hacia mayores vínculos económicos”.
En este sentido, resaltó la visita en 2023 del Canciller Denis Moncada a Argelia, así como los encuentros con el Presidente Abdelmajid Tebboune, los cuales consolidaron la voluntad de fortalecer la cooperación. Desde entonces se han creado grupos parlamentarios de amistad y se han realizado visitas de alto nivel, expresando el compromiso de ambos gobiernos.
Sobre el ámbito económico, Díaz Moreira señaló el interés de empresarios argelinos en productos nicaragüenses como café, cacao, banano, carne bovina y azúcar. “Nuestros mercados están llamados a conectarse, no solo políticamente o diplomáticamente, sino también comercialmente, para el beneficio de nuestros pueblos”, aseguró.
En cuanto a la cultura, el embajador subrayó que existen grandes posibilidades de intercambio en música, danza, caligrafía y preservación del patrimonio histórico. “Tanto Argelia como Nicaragua tienen en su agenda gubernamental el rescate, promoción y multiplicación de la cultura como parte de la identidad de sus pueblos”, expresó.
Asimismo, destacó que ambas naciones se mantienen firmes en la defensa de causas justas. “Nos unimos en la condena al genocidio contra el pueblo palestino y en el respaldo a la autodeterminación de la República Árabe Saharaui. Nuestra voz es activa y seguirá elevándose con firmeza en todos los espacios internacionales”, enfatizó.
Finalmente, el embajador recalcó el valor de la unidad frente al imperialismo y la importancia de una reforma profunda en las Naciones Unidas. “Nuestra misión es estar a la altura de la dignidad de nuestro pueblo y fortalecer la hermandad con países como Argelia, con quienes compartimos historia, identidad y lucha”, concluyó.
