Nuestra América se despertó con las lluvias de mayo
Niquinohomo pariendo olvidada con violencia su llanto
Aprendió rumbo al norte a sentirse indignado
Sindicatos y huelgas, a estar organizado
Regresar a su tierra y enfrentar la traición
A luchar contra el yanki por la liberación
Con sus manos obreras retomar la batalla
De los que prefirieron ver la muerte a la cara
Que vivir como esclavos del que nos invadiera
Nuestra historia, el legado de la sangre guerrera
De guerrillas primeras, dignidad chorotega
Reencarnada en Sandino, sangre niquinohomeña
Nuevamente enfrentado a un imperio de blancos
Lloviznando tragedia, Ocotal bombardeado
Persiguiendo en el campo a las frentes erguidas
Indomables de antaño, urnas de valentía
Se fijó en la memoria con el triunfo de enero
Siete años de lucha, entre más de quinientos
En los ojos del pueblo se prendió la Segovia
Campesinos y obreros forjarán la victoria
Desde una estribación de nuestra cordillera
Diriangén en la voz, Zeledón hecho fiera
Dos luceros alumbran el umbral del sombrero
Que levanta y revela horizonte certero
En su rostro el arado de montañas e inviernos
De las noches sin sal, de moverse en silencio
Ser tapir y jaguar, convertirse en maleza
Como el ave que canta confundiendo a la presa
Para recuperar de sus manos el parque
Semillas de terror en el alma del yanque
La venada en el monte, en el Coco, pipantes
Infiltrar la neblina, huracán al avance
Si las hojas susurran los marines no entienden
Palmazones que traen dinamita rebelde
Y en febrero se multiplicó su amor por el pueblo
Y se sembró con el mismo estandarte
Germinó con Fonseca y Pomares
Floreció con Tomás y Daniel
El que siempre vivió, el que nunca se fue
Libertario de la estepa popular
Su silueta en el sol
Aparece victorioso
El General
Siempre más allá
Nicaragua vencerá redimida
La luz y verdad
Rojinegro brillará
El decoro nacional
Alma y nervio de la raza
A la Sombra del General
¡Sandino!
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