Hoy conmemoramos el 65 Aniversario de la Revolución Cubana, que «significó un acontecimiento histórico en este continente, significó un extraordinario desafío al imperio yanqui, a sus fuerzas políticas, económicas y militares” (Cmdte. Fidel Castro).
El camino iniciado el 26 de julio de 1953 con el asalto al Cuartel Moncada en Santiago de Cuba, y al Cuartel Carlos Manuel de Céspedes, en Bayamo. Gesta histórica que fue realizada por 135 guerrilleros organizados en tres columnas al mando de Fidel Castro, Lester Rodríguez, y Abel Santamaría. El propósito estratégico se cumplió a cabalidad: encender el espíritu insurreccional del pueblo cubano contra la corrupta dictadura de Fulgencio Batista.
En los tensos momentos previos al asalto, el poeta Raúl Gómez García, leyó el Manifiesto del Moncada, redactado por el con la orientación de Fidel Castro. El asalto al Moncada era la continuación de la lucha del pueblo cubano por su independencia y la libertad. Fidel, posteriormente, arengó a los combatientes con oratoria de fuego combativo:
«Compañeros: Podrán vencer dentro de unas horas o ser vencidos; pero, de todas maneras, ¡óiganlo bien, compañeros!, de todas maneras, el movimiento triunfará. Si vencemos mañana, se hará más pronto lo que aspiró Martí. Si ocurriera lo contrario, el gesto servirá de ejemplo al pueblo de Cuba, a tomar la bandera y seguir adelante. El pueblo nos respaldará en Oriente y en toda la isla. ¡Jóvenes del Centenario del Apóstol! Como en el 68 y en el 95, aquí en Oriente damos el primer grito de ¡Libertado o muerte! Ya conocen ustedes los objetivos del plan. Sin duda alguna es peligroso y todo el que salga conmigo de aquí esta noche debe hacerlo por su absoluta voluntad. Aún están a tiempo para decidirse. De todos modos, algunos tendrán que quedarse por falta de armas. Los que estén determinados a ir, den un paso al frente. La consigna es no matar sino por última necesidad».
El ataque a la segunda fortaleza en importancia en Cuba, resguardada por más de 400 soldados batistianos duró de 10 a 15 minutos. En el combate no murieron combatientes revolucionarios, pero habiendo sido capturados, fueron torturados y asesinados 52 de ellos. Entre los muertos estaba Abel Santamaría, a quien el trovador Silvio Rodríguez, le dedica su conocida canción “El elegido”, cantada por generaciones de jóvenes revolucionarios de Latinoamérica.
Fidel Castro Ruz, su hermano Raúl, Juan Almeida, Ramiro Valdés, futuros Comandantes de la Revolución, junto a otros combatientes fueron enjuiciados y confinados en el Presido Modelo de la Isla de Pinos. Las compañeras Haydée Santamaria, hermana de Abel, y Melba Hernández, fueron recluidas en el Reclusorio Nacional de Mujeres de Guanajay.
Fidel, Raúl, Juan Almeida, Ramiro Valdés, Mario Chanes de Armas, Gustavo Arcos, Pedro Miret y otros 23 combatientes condenados a prisión fueron recluidos en el Presidio Modelo de la Isla de Pinos (hoy Isla de la Juventud). Melba y Haydée fueron sentenciadas a 7 meses de cárcel en el Reclusorio Nacional de Mujeres de Guanajay. Fidel, asumió su defensa pronunciando su celebre alegato: La Historia me absolverá.
Tras veintidós meses en prisión el dictador Batista, queriendo limpiar su imagen, decretó una amnistía. En el exilio, en México, Fidel Castro fundó el Movimiento 26 de Julio, preparando una expedición para iniciar la lucha armada en Cuba, como única opción para derrotar a la dictadura. A este grupo de combatientes se unió el doctor Ernesto Che Guevara, que había recién llegado luego de ser testigo de la intervención estadounidense en el derrocamiento del gobierno democrático del coronel Jacobo Árbenz Guzmán, en junio 1954.
Formándose política y militarmente, 82 combatientes al mando del Fidel Castro Ruz, sorteando las persecuciones, zarparon la lluviosa madrugada del 25 de noviembre de 1956 del puerto de Tuxpan, en Veracruz, México, arribando el 2 de diciembre a Las Coloradas, en la costa suroriental de Cuba. Recibidos con fuego nutrido por tierra y aire, solo sobrevivieron 17 combatientes del Movimiento 26 de Julio, este dramático momento lo describe el Che Guevara en su diario: “Quedamos en tierra firme, a la deriva, dando traspiés, constituyendo un ejército de sombras, de fantasmas, que caminaban como siguiendo el impulso de algún mecanismo psíquico”.
Este grupo de guerrilleros altamente formados, con una conciencia de clase granítica y con una decisión de vencer o morir, se adentró en la Sierra Maestra, donde conformaron el Ejército Rebelde, luchando por más de dos años. Los jóvenes barbudos, derrotaron al ejército de Batista, que todo su poderío militar, no pudo vencer a los rebeldes. Fueron dos años de asaltos a cuarteles, emboscadas, combates, batallas que fueron fortaleciendo, poco a poco, al Ejercito Rebelde. En abril de 1958 el ejercito de Batista lanzó una ofensiva contra los frentes guerrilleros que fue derrotada. La contraofensiva revolucionaria se intensificó y ya para noviembre de 1958, el triunfo se vislumbraba cercano.
El 1 de enero de 1959, las fuerzas rebeldes alcanzaron el triunfo en la Guerra Nacional de Liberación. El dictador huyó, y se estableció el gobierno revolucionario con el liderazgo del comandante Fidel Castro Ruz, que ese día pronunció uno discurso en Santiago de Cuba, empezando con oración que sintetiza los duros tiempos de lucha por la liberación de Cuba: «Santiagueros, compatriotas de toda Cuba: Al fin hemos llegado a Santiago. Duro y largo ha sido el camino, pero hemos llegado».
En estos gloriosos años de Revolución, Cuba ha subsistido a los múltiples intentos por destruirla. No pudieron con la invasión a Girón, ni han podido con el cruel bloqueo que es mantenido por los Estados Unidos a pesar de la oposición de la mayoría de países. A pesar de esto, Cuba muestra un alto cumplimiento de los indicadores sociales en Latinoamérica y el mundo. Destaca el desarrollo científico en distintas áreas, como las de salud y educación, un excelente desempeño deportivo, superior a países grandes y economías fuertes. Cuba, ha demostrado que el socialismo es la esperanza de la humanidad.