El aparato está impulsado por inteligencia artificial y funciona en las bocinas bluetooth.
El viralizado invento del programador, músico y escritor argentino Roni Bandini puede interpretarse como un gran servicio para la comunidad: una máquina, impulsada por inteligencia artificial, capaz de bloquear los altavoces que reproduzcan reguetón de manera inalámbrica.
El reguetón es un popular estilo de música, de origen caribeño e influencia afroamericana, que, según la Real Academia Española, «se caracteriza por un estilo recitativo y un ritmo sincopado producido electrónicamente», pero que puede resultarle molesto al prójimo si se escucha a volumen muy alto.
Es por eso que Bandini se las ingenió para inventar ‘Reggaeton Be Gone’ (Fuera Reguetón) sin tener que mediar palabra.
«Para explicarlo, quizá tenga que hablar primero de mi vecino. Resulta que tengo un vecino que suele escuchar esa música (…) con un parlante enorme bluetooth pegado a mi pared», detalló el inventor en declaraciones reproducidas por la prensa.
Si bien admite que una persona «normal» tocaría al timbre y solicitaría amablemente a su vecino bajar el volumen o variar gusto musicales, él prefirió optar por otra alternativa debido a sus escasas «habilidades sociales».
Por ese motivo, cuenta: «Se me ocurrió la idea de fabricar una máquina con IA capaz de reconocer cuando suena el reguetón en el parlante de mi vecino y atacarlo vía bluetooth».
El sistema está inspirado en el viejo dispositivo TV-B-Gone, que funcionaba hace años para apagar molestos televisores en bares y restaurantes.
En este caso, monitorea la canción en reproducción y la compara con un modelo de inteligencia artificial para determinar si pertenece al género de reguetón. Si es así, intenta atacar al parlante conectado con bluetooth. La idea es, en el mejor de los casos, desconectar la bocina o interferir la escucha.
«Debería ser ilegal»
En su blog, Bandini explica paso a paso su invento y qué pasó cuando lo probó con su vecino a la mañana siguiente: «Pared de por medio, el dispositivo no llegó a desconectar su parlante, pero generó suficientes interferencias al punto en que el vecino cambió la ubicación. Definitivamente no es un éxito, pero tampoco una derrota», explicó.
El ingenioso aparato presenta dilemas éticos y legales. En algunos países está prohibida la tenencia y el uso de inhibidores de frecuencia para interferir con señales de comunicaciones, como redes wifi, GPS o bluetooth.
«Antes de que me digan algo al respecto, entiendo que interferir los parlantes de un vecino podría ser ilegal, pero, por otro lado, escuchar reguetón todos los días a las 9:00 de la mañana, definitivamente debería ser ilegal», afirma el programador.
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