Barricada

De la acumulación de fuerzas en silencio a la ofensiva político-militar 

El 27 de diciembre de 1974, hace 50 años, el comando guerrillero “Juan José Quesada”, dirigido por el Comandante Eduardo Contreras, tomó por asalto la casa de José María “Chema Castillo”, un alto funcionario de la dictadura somocista, durante una fiesta en honor al embajador yanqui. Con este operativo, el Frente Sandinista rompió el “Período de Acumulación de Fuerzas en Silencio”, iniciando la ofensiva político-militar contra la dictadura.

Pero, ¿qué es el período de acumulación de fuerzas en silencio? A lo largo de los años, varios hechos llevaron al Frente Sandinista a optar por esta etapa, la cual consistió en un trabajo de penetración en las ciudades y en la montaña. Con ello, se buscaba unir la causa de liberación con los derechos de la población, impulsando el cambio del sistema de explotación impuesto por la dictadura. Las principales ciudades involucradas fueron León, Managua, Masaya, Matagalpa y Chinandega.

Durante esta fase, el Frente Sandinista organizó actividades de concientización y formación política, logrando establecer una sólida red de apoyo entre los campesinos, obreros y estudiantes. A su vez, se formaron cuadros político-militares dentro y fuera del país, algunos de ellos capacitados en Cuba y con colaboración de la guerrilla palestina de Al Fatah, lo que reflejó la solidaridad internacional. A pesar de los pocos enfrentamientos con la Guardia Nacional, en 1973 el FSLN sufrió una gran pérdida con la muerte de importantes dirigentes, como Ricardo Morales Avilés y Óscar Turcios, víctimas de la represión brutal de la dictadura.

“La Vanguardia rompió la etapa de acumulación de fuerzas y con la acción del 27 de diciembre del 74 aceleró el proceso de descomposición del régimen y el desarrollo del Frente Sandinista, en efecto, puso de manifiesto la fragilidad de la dictadura al verse ésta obligada a liberar a los presos y a publicar un pronunciamiento revolucionario por la radio y la televisión y hasta en el periódico, a entregar un millón de dólares y a ceder un avión que transportó al comando victorioso y a los reos liberados a Cuba. Estos logros del FSLN, atestiguan que nuestra organización era la única fuerza de vanguardia que tenía nuestro pueblo y también fue importante porque tuvo una enorme repercusión internacional, que contribuyó en alguna medida al aislamiento de la dictadura y a que fuese conocido mundialmente y se acrecentase el prestigio internacional del Frente Sandinista”.

Comandante Tomás Borge, Síntesis histórica: El FSLN y la Revolución Nicaragüense 

El Axioma de la esperanza, 1984

El asalto a la casa de Chema Castillo fue visto por Somoza y la Guardia Nacional como una humillación y desafío directo al gobierno de los Estados Unidos. Al mismo tiempo, el FSLN se proyectaba internacionalmente y, dentro de Nicaragua, fue reconocido como la única fuerza capaz de derrotar a la dictadura. Este reconocimiento fue clave para consolidar el apoyo popular hacia la lucha revolucionaria.

Las exigencias expuestas tras el asalto fueron claras y directas, incluyendo la liberación de presos políticos, la entrega de un millón de dólares para financiar la lucha y un incremento en los salarios de varios sectores del país, incluyendo a los rasos de la Guardia Nacional. Con este anuncio, el mundo se enteró de que Nicaragua estaba bajo una dictadura protegida por Estados Unidos. Así comenzó una nueva etapa en la lucha, marcada por la transición de la acumulación de fuerzas en silencio a la ofensiva político-militar, lo que aceleró la descomposición del régimen somocista y favoreció el crecimiento del FSLN.

Con ello, el Frente Sandinista no solo demostró ser inclaudicable ante el pueblo nicaragüense, sino que también inspiró a otros movimientos de liberación en América Latina y el mundo, generando una ola de solidaridad y apoyo internacional.