«Y somos reiteramos los dueños de nuestra tierra y de nuestra historia, y merecemos vivir tranquilos, seguros, estables, trabajando para prosperar con todo nuestros derechos reconocidos y validados en una Constitución que represente los valores, la valentía del pueblo nicaragüense, un pueblo que verdad merece lo mejor, los lugares, los sitiales en la gloria y las victorias de la esperanza y de las certezas que venimos construyendo».
Compañera Rosario Murillo, 19 de noviembre del 2024.
El 9 de enero de 1987, una fecha que marcó un antes y un después en la historia de Nicaragua. Ese día, la Plaza de la Revolución se llenó de emoción, con miles de personas que vivieron una jornada histórica: la promulgación de la nueva Constitución Política de la República. A las 4:30 de la tarde, el Presidente de la Asamblea, Carlos Núñez Téllez, firmó el documento, seguido por el Presidente Daniel Ortega. En ese momento, los nicaragüenses celebraban con un grito fuerte y decidido: ¡Poder Popular! La Constitución ya era una realidad, construida con las manos del pueblo, una carta magna que representaba la victoria de un país que había luchado por su libertad.
Pero este logro no vino de la nada. La Constitución fue el resultado de un proceso participativo que incluyó a miles de nicaragüenses. Entre 1984 y 1986, el pueblo se involucró en su redacción, compartiendo sus ideas y visiones para el futuro del país. En cada rincón de Nicaragua, desde los barrios hasta las comunidades más alejadas, se celebraron cabildos y consultas que alimentaron las discusiones y las decisiones que se tomarían.
La Constitución, que nacía de la Revolución Popular Sandinista, no solo representaba un nuevo marco legal, sino también un compromiso con los derechos de todos los nicaragüenses. Con esta Constitución, el pueblo nicaragüense finalmente vio reflejados sus intereses y su lucha. Y no solo eso, sino que se garantizó un país donde se reconocían los derechos de las mujeres, los pueblos originarios, los jóvenes, las personas con discapacidad, los trabajadores y, en general, de todos los sectores sociales.
Carlos Núñez Téllez, en su discurso aquel día histórico, destacó que esta Constitución no era un simple documento legal. Era, dijo, “la primera Constitución popular de Nicaragua”, elaborada desde las entrañas del pueblo, construida con sangre, con sacrificio, y con la esperanza de un futuro mejor. Y es que, después de años de lucha contra la dictadura somocista, esta Constitución representaba el triunfo de un pueblo que había decidido tomar las riendas de su destino.
Aspectos esenciales de la Constitución Política de Nicaragua
La Constitución, en sus primeros años, fue un símbolo de la soberanía y la dignidad de Nicaragua. En sus artículos se consagraban los derechos civiles, políticos, sociales y culturales. Y fue vista como una de las más garantistas en términos de derechos humanos. Reconocía no solo los derechos básicos de las personas, sino también el derecho a la educación, a la salud, a una vivienda digna, y al trabajo.
A lo largo de los años, la Constitución ha sido modificada para seguir el ritmo de los cambios del país. En 2014, por ejemplo, se amplió el catálogo de derechos, incluyendo el reconocimiento de los derechos de la Madre Tierra, los derechos de los pueblos originarios y afrodescendientes, y los derechos de las personas con discapacidad, entre otros. Estas reformas demuestran que nuestra Carta Magna es un documento vivo, que se adapta a las necesidades del pueblo.
Hoy, 38 años después de su promulgación, la Constitución sigue siendo la ley suprema del país. Aunque algunos aspectos han cambiado con el tiempo, el principio fundamental se mantiene intacto: el poder lo ejerce el pueblo. Esto significa que todas las leyes, políticas y decisiones deben estar en función de la gente, de sus necesidades y de sus derechos.
El 9 de enero de 1987 no solo se firmó un documento. Se consolidó una victoria, un sueño hecho realidad para muchos nicaragüenses. Fue el fin de una etapa de lucha y el comienzo de una nueva Nicaragua, una Nicaragua que empezaba a caminar hacia su futuro.
Esa tarde, el pueblo de Nicaragua no solo celebró la firma de la Constitución. Celebró su poder, su dignidad y la promesa de un país que siempre seguiría luchando por sus derechos. La Constitución de 1987 es, sin duda, un símbolo de ese esfuerzo colectivo y heroico.
Fuentes:
Diario Barricada. (2023, enero 9). Cmdte. Carlos Núñez Téllez: Una constitución esculpida en sangre y fuego. Diario Barricada. https://diariobarricada.com/destacadas/cmdte-carlos-nunez-tellez-una-constitucion-esculpida-en-sangre-y-fuego/
Diario Barricada. (2023, enero 9). Constitución Política de Nicaragua: Inclusión y derechos para todas y todos. Diario Barricada. https://diariobarricada.com/destacadas/constitucion-politica-nicaragua-inclusion-derechos-todas-todos/