La Copresidenta de Nicaragua, compañera Rosario Murillo, destacó el legado inmortal de Rubén Darío, enfatizando su influencia en la identidad cultural y espiritual de Nicaragua.
«Cuánta potencia en nuestra alma, en nuestro espíritu. Cuánto Darío, cuánto Sandino, cuánto Celedón, cuánto héroe, cuánto poeta, cuánto artista, cuánta fuerza de victoria. Hoy estamos celebrando la eternidad de Darío. Qué gloria la de Nicaragua haber traído a este plano de vida a ese inmortal entre los inmortales, Rubén Darío. Desde Chocoyo, Metapa, Ciudad Darío, León, desde todo Nicaragua al mundo, el príncipe de las letras castellanas», dijo.En su discurso, resaltó la gloria de haber nacido en suelo nicaragüense un hombre tan inmortal como Darío.
«Hoy nació Darío, nace Darío con su poesía eterna también eterna, la poesía es eterna. ¿Y qué más queremos que ese legado de eternidad en cada palabra suya?, no sólo la poesía amorosa, sino la poesía amorosa en relación a la patria bendita y a las luchas soberanas, a las luchas para que prevalezca en cada uno de los seres humanos que conformamos este planeta, la dignidad de ser, el nunca agacharse, el nunca arrodillarse, el siempre tener el brillo, el brillo y la hidalguía de vivir como alma grande, ese es nuestro Darío, y en todo el país le estamos rindiendo honores»,. subrayó.
La Copresidenta resaltó «Qué más honor que un Rubén Darío infinito, eterno, inmortal, haya nacido en nuestras tierras sagradas. Que más para decir que Nicaragua es sagrada, que nadie puede arrebatarnos esa fuerza de espíritu, esa sacra fuerza, país y pueblo sagrado. Esa es nuestra Nicaragua bendita y siempre soberana, siempre bendecida, siempre libre, siempre digna, siempre sublime, siempre victoriosa, fuerte, victoriosa de la mano y por la gracia de Dios».
Asimismo señaló que, en León sesionó la Asamblea Nacional y se coloca ofrenda al padre y maestro mágico Rubén Darío, «que gloria la de Nicaragua».
La Copresidenta añadió que «por la tarde nuestra juventud estará aquí en Managua en un hermoso acto de presentación de nuestro arte, nuestra danza, nuestra música, nuestra cultura, en el parque y frente al monumento. Ese Rubén Darío que se alza con alas de arcángel, que desde el cielo, desde la eternidad, pone su mano sobre este pueblo que reclama su derecho, nuestro derecho a vivir en paz, a vivir tranquilos, a vivir seguros».
Te puede interesar:
