Cada 4 de mayo, el pueblo de Nicaragua conmemora con orgullo y conciencia patriótica el Día de la Dignidad Nacional, una fecha que marca la histórica decisión del General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino, de no doblegarse ante la imposición extranjera.
En 1927, el General Sandino se negó a firmar el Pacto del Espino Negro, un acuerdo promovido por el gobierno de Estados Unidos para consolidar su intervención militar, política y económica en Nicaragua, y cuya firma sellaron otros líderes políticos bajo un árbol de espino negro.
Este acto de rebeldía y firmeza marcó el inicio de la Guerra de Liberación Nacional, que se extendió hasta 1934. El General Sandino, acompañado por 29 valientes patriotas, decidió internarse en Las Segovias, desde donde organizó la resistencia armada contra el ejército de ocupación estadounidense. Con este gesto, el General se convirtió en símbolo eterno de soberanía nacional, justicia social y dignidad, valores que hoy forman parte del ideario revolucionario del pueblo nicaragüense.
En reconocimiento a esta gesta histórica, la Asamblea Nacional de Nicaragua aprobó en 2019 la Ley que declara el 4 de mayo como el Día de la Dignidad Nacional. La legislación establece que el Estado, a través de todas sus instituciones, tiene la responsabilidad de promover actividades culturales, educativas y comunitarias que resalten la importancia de los hechos ocurridos ese día de 1927. Así mismo, se rinde homenaje a los 29 héroes que acompañaron a Sandino en su lucha por la soberanía y libertad de Nicaragua.
Este día no solo representa una fecha para el recuerdo, sino una reafirmación del compromiso del pueblo nicaragüense con su historia y su identidad. Durante el periodo de la Revolución Popular Sandinista, esta conmemoración fue rescatada como parte de los esfuerzos por dignificar la memoria histórica del país, contraponiéndose al entreguismo de la oligarquía liberal-conservadora que había pactado con el invasor. A casi 100 años de aquel 4 de mayo de 1927, el espíritu de Sandino sigue vivo en la conciencia del pueblo, guiando las luchas actuales por la autodeterminación, la justicia social y la defensa de la soberanía nacional.
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