Por: Freddy Arana
“Se logró avanzar y logramos vencer la fuerza de aquellos que no querían la paz para Centroamérica, y finalmente firmamos los acuerdos de paz y se abrió un nuevo espacio para la estabilidad, para la paz, para la lucha contra la pobreza en la región centroamericana.
Comandante Daniel Ortega
30 de septiembre del 2020
El 7 de agosto de 1987, hace 38 años, en Esquipulas, Guatemala, Centroamérica fue testigo del paso decisivo que permitió la paz en nuestra región.
Los Acuerdos de Esquipulas II fueron concebidos como un esfuerzo para encauzar a la región hacia la paz, tras décadas de conflicto armado, represión social e injerencia extranjera.
En este acuerdo de paz, los firmantes fueron: Vinicio Cerezo, Presidente de Guatemala, Comandante Daniel Ortega, Presidente de Nicaragua, José Azcona Hoyo, Presidente de Honduras, Oscar Arias, Presidente de Costa Rica y José Napoleón Duarte, Presidente de el Salvador.
Para comprender el contexto político en el que fue firmado este acuerdo, es importante situarnos en el difícil escenario centroamericano de 1987, cuando las naciones centroamericanas, en especial nuestra patria rojinegra, enfrentaba la agresión del imperialismo estadounidense a manos de losmercenarios de la Contra, financiada y armada por el gobierno de Ronald Reagan, con el objetivo de desestabilizar nuestro país y detener los avances de laRevolución Popular Sandinista.
El Salvador vivía una guerra cruenta entre el Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) y un ejército respaldado por Washington. Guatemala, tras casi treinta años de conflicto armado interno, había elegido un gobierno civil encabezado por Vinicio Cerezo. Cerezo, consciente del desgaste y la urgencia de la paz, asumió un papel protagónico en la articulación de un proyecto regional de reconciliación.
En este contexto de confrontación a los embates imperialistas del gobierno norteamericano, Vinicio Cerezo, Presidente de Guatemala, convocó a los presidentes centroamericanos para sentar las bases del proceso de pacificación y el respeto a la soberanía de los pueblos centroamericanos. Los distintos presidentes de la región reconocieron la legitimidad del Gobierno Sandinista, donde se solidarizaron contra la injerencia y los atropellos del Gobierno Imperialista Norteamericano, que pretendía aislar Nicaragua, causando dolor y muerte al pueblo.
Surgiendo así los Acuerdos de Esquipulas I (1986) y Esquipulas II (1987), como una esperanza en nuestra región y una voluntad que desafiaba la lógica impuesta desde el norte.
El comandante Daniel Ortega, en su discurso en la 42 Sesión de la Asamblea General de la Naciones Unidas, el 8 de octubre de 1987, declaró su disposición de lucha por la paz: “Gracias a la capacidad de resistencia del pueblo nicaragüense, que ha venido derrotando la política de Estados Unidos y que ha derrotado a esas fuerzas mercenarias, fue posible que se suscribieran los Acuerdos de Esquipulas II y gracias también a la perseverancia del Grupo de Contadora y del Grupo de Apoyo, que una acción latinoamericana firme, se han venido oponiendo a la política intervencionista de los Estados Unidos.
Esquipulas II es un hecho trascendental, dictado por la sensatez de los gobernantes centroamericanos y como fruto de las acciones sostenidas por el Grupo de Contadora y el Grupo de Apoyo”.
Nuestros Copresidentes, Comandante Daniel Ortega y la Compañera Rosario Murillo, mantienen los principios de este acuerdo vigentes, enmarcados en la lucha por la paz, la soberanía, la justicia social y la restitución de derechos a nuestro pueblo.
