“Y estos son los Héroes, los Hombres y Mujeres que están en el Corazón de los nicaragüenses, y están en el Corazón de ustedes Hermanos de la Fuerza Naval, y con ese Espíritu, con esa Dignidad, con esa Fortaleza, seguiremos luchando por la Paz, por la Estabilidad, Libertad, por el Bienestar del Pueblo Nicaragüense. ¡Y que Viva, que Viva, que Viva la Fuerza Naval de Nicaragua!” Comandante Daniel Ortega, Copresidente de Nicaragua
El 13 de agosto de 1980, hace 45 años, se fundó la Marina de Guerra Sandinista, hoy conocida como la Fuerza Naval del Ejército de Nicaragua. Surgida directamente del pueblo, esta fuerza fue integrada por mujeres y hombres llenos de un profundo compromiso: proteger la soberanía, la integridad territorial y las conquistas revolucionarias de la nación.
Al principio, la Marina comenzó como una pequeña sección naval dentro de las Tropas Guarda Fronteras, sin experiencia previa en el arte naval ni cultura marinera, pero con un espíritu indomable. Después del triunfo de la Revolución Popular Sandinista, la Guardia Nacional huyó, llevándose consigo los guardacostas que poseía. Sin embargo, con esfuerzo y organización, la Marina recuperó recursos y comenzó a cumplir con sus misiones, defendiendo mares, ríos y lagunas.
Entre 1979 y 1990, la Fuerza Naval enfrentó una amenaza constante: la Contrarrevolución, financiada y armada desde Estados Unidos. Uno de los episodios más graves de esta agresión ocurrió en febrero de 1985, cuando mercenarios apoyados por la CIA minaron los puertos de Corinto, Puerto Sandino y El Bluff. Este atentado provocó la pérdida de vidas humanas, hundimiento de buques pesqueros y daños en embarcaciones mercantes. Sin contar con buques especializados para limpiar minas, la Marina demostró su ingenio y valentía al utilizar barcos camaroneros equipados con dispositivos de arrastre para barrer los canales de acceso, protegiendo a la navegación nacional. Este hecho, sin precedentes en América, refleja la determinación y creatividad de la Fuerza Naval en momentos de adversidad.
Durante la década de los ochenta, la Fuerza Naval se fortaleció con la incorporación de nuevas unidades de superficie y radares para la exploración costera, además, logró la profesionalización de sus efectivos, a través de capacitaciones en Cuba, Corea del Norte y la Unión Soviética. La colaboración internacional con Cuba y la Unión Soviética fue crucial, aportando embarcaciones, armamento, tecnología y conocimientos que permitieron consolidar esta fuerza estratégica.
Al momento de su fundación, la Fuerza Naval contaba con batallones de Infantería de Marina, la Compañía Permanente Territorial, el Destacamento de Destino Especial, Grupos de Defensa Antiaérea, Unidades Radio Técnicas, Unidades de Exploración Lumínicas y tripulaciones dedicadas a las unidades de superficie y submarinas.
En 2012, la Fuerza Naval dio un paso más en su compromiso con la soberanía nacional al implementar la “Misión Paz y Soberanía General Augusto C. Sandino” en el Caribe, la Misión Soberanía Pacífico y la operación en el Golfo de Fonseca. Estas misiones respondieron a la resolución de la Corte Internacional de Justicia de La Haya, reforzando la estrategia estatal conocida como “Muro de Contención” para combatir el narcotráfico, el crimen organizado, la migración ilegal y otras amenazas a la seguridad nacional.
Pero la Fuerza Naval es mucho más que una fuerza militar. Protege puertos, almacenes de combustible y objetivos estratégicos, manteniendo la certificación de puertos seguros, vitales para el comercio internacional. Además, está presente en la vida diaria de los nicaragüenses: apoyando en desastres naturales, colaborando en procesos electorales, participando en jornadas de salud y donación de sangre, y formando parte activa de los ejercicios nacionales para proteger la vida.
En los últimos años, la capacitación de su personal se ha extendido a países como Cuba, Rusia, Francia, España, México, Argentina, Perú, Venezuela, Panamá, Corea del Sur, El Salvador, Honduras, Guatemala, República Dominicana y Suecia. Al mismo tiempo, la Fuerza Naval avanza en un ambicioso Plan de Modernización y Desarrollo, que incluye la construcción de diques para mantenimiento naval, la fabricación y rehabilitación de naves y lanchas rápidas, y la mejora constante de la infraestructura para el bienestar de sus efectivos.
A 45 años de su creación, la Fuerza Naval del Ejército de Nicaragua se mantiene firme y orgullosa, custodiando los mares y ríos de la patria con disciplina, valentía y un compromiso inquebrantable con la soberanía y el bienestar de su pueblo.
