El 2 de septiembre de 1927 nació el Ejército Defensor de la Soberanía Nacional, encabezado por el General de Hombres y Mujeres Libres, Augusto C. Sandino y 29 campesinos, eran 30 con él, teniendo como principio y fundamento de acción la defensa de la soberanía nacional y el antimperialismo.
Un par de meses antes, exactamente el 4 de mayo de 1927, el General Sandino se negó a firmar el Pacto del Espino Negro que pretendía que los nicaragüenses sucumbieran ante el injerencismo y poder de los Estados Unidos. Desde ese día Sandino eligió el camino de la lucha, se enmontañó con su Estado Mayor en Las Segovia, quienes llevaban consigo una mochila cargada de anhelos, Soberanía, Dignidad Nacional y el gran sueño de ver a su país libre de las garras del imperio yanki.
“Mi resolución es esta: Yo no estoy dispuesto a entregar mis armas en caso de que todos lo hagan. Yo me haré morir con los pocos que me acompañan porque es preferible hacernos morir como rebeldes y no vivir como esclavos.” General Augusto C. Sandino.
Sandino, en el Manifiesto del Ejercito Defensor de la Soberanía Popular explicó a la población nicaragüense el fin que persigue el EDSNN para así combatir las mentiras y amenazas que divulguen los malos hijos de la patria.
En él narra que el EDSNN tenía como objetivo inmediato y urgente hostilizar a los renegados nicaragüenses para impedir que realicen las elecciones presidenciales de ese momento, que se desarrollaban en un contexto antidemocrático.
En esos tiempos, conservadores y liberales estaban en una pelea constante. Era una época de profunda división y desacuerdo. El Ejército Defensor de la Soberanía Nacional (EDSNN) vio en esta lucha una oportunidad perfecta para poder establecer un Gobierno Nacional. Pero no cualquier gobierno. El EDSNN creía firmemente que un nuevo gobierno debía ser presidido por una persona distinta.
Es decir, no querían a un político tradicional, alguien que ya hubiera estado metido en los juegos del poder. Debía ser un líder que no tuviera un pasado como «político de oficina,» sino un verdadero patriota que honrara a su nación con sus acciones, una persona que velara por los intereses del pueblo, defendiera la Soberanía y Dignidad de la Nación sin someterse a la bota opresora de los estadounidenses.
Mencionó que solamente ante un Gobierno Nacional electo por los nicaragüenses depondrían las armas. Terminó diciendo que espera que todos los nacionales que amaran a su patria se mantuvieran firmes ante las amenazas de los malos hijos de la patria hasta hacer de Nicaragua una tierra libre, soberana e independiente.
Himno del Ejército Defensor de la Soberanía Nacional de Nicaragua (EDSNN)
A la gloria llevemos de frente,
la bandera de blanco y zafir,
que se ponga de pie el Continente
para vernos vencer o morir.
La montaña nos dio su regazo,
cobijó nuestra fe con amor,
cualquier árbol dábanos su brazo,
si colgamos en él al traidor.
A la gloria marchemos de frente,
nuestro paso alfombró el invasor,
que se ponga de pie el Continente
para ver redimir el honor.
Nada puede la extraña bandera,
sus cadenas Sandino rompió,
nada puede la guerra extranjera,
ante el cóndor, el águila huyó.
Todo el oro que tiene el pirata
nunca pudo infundirle valor,
y la misma manigua lo mata
y lo mata el insecto y la flor.
A la gloria marchemos de frente,
¡bandoleros, clarín y tambores!
que se ponga de pie el Continente
para vernos morir con honor.
¡Patria y Libertad!
Un himno que transmite la valentía de un pueblo aguerrido que prefirió morir antes que sucumbir ante la bota del imperio, un Ejercito encabezado por un gran hombre con una visión continental que apostaba por la unidad de todos los pueblos del mundo para ser más fuertes e impedir la intromisión extranjera en nuestros asuntos internos, en nuestras decisiones. Un himno que no es solo palabras, es hechos, sentimientos, ni todo el oro del invasor pesa más que la dignidad de un pueblo que respeta su suelo y, que la valentía y determinación del campesino puede doblegar al ejército más moderno de ese tiempo.
El EDSNN se multiplicó en decenas, cienes, miles y millones, hoy los jóvenes lo recordamos con mucho orgullo y admiración. Llevamos en nuestras memorias y acciones esa Valentía que caracterizó a los jóvenes de aquellos tiempos y que los jóvenes de hoy defendemos desde las escuelas, barrios, comunidades, universidad y todos los espacios de los cuales somos protagonistas, un legado que se multiplicó en la conciencia de generaciones enteras. Seguimos ondeando la bandera roja y negra cubierta por la azul y blanco con la certeza de queNicaragua jamás se arrodillará ante el yanqui, enemigo de la humanidad.
En la actualidad, hay una línea de continuidad entre el Ejercito Defensor de la Soberanía Nacional y nuestro Ejército de Nicaragua, ambos están determinados por la defensa Soberanía Nacional y la Autoderminación como un país libre, así como exitoso en el cumplimiento de misiones asignadas a nivel nacional, ya sea, humanitarias o naturales, la continua lucha contra el narcotráfico y crimen organizando. Gracias a esa gran labor de nuestro ejército, Nicaragua es el país con más seguridad ciudadana en Centroamérica.
Nuestro ejército está conformado principalmente por jóvenes comprometido en la protección de la soberanía, desarrollo y autodeterminación de su nación. Lo que ocasiona que sea una institución altamente entrenada para cumplir en tiempo y forma las misiones asignadas, garantizando la estabilidad, seguridad y paz del pueblo nicaragüense.