La Dirección General de Bomberos Unidos de Nicaragua clausuró el curso de rescate vertical con cuerda, una capacitación de una semana con 40 horas de formación práctica y teórica, en la que participaron 27 bomberos, entre ellos tres mujeres.
El adiestramiento fue impartido por el instructor español Rafael Delgado, de Bomberos para el Mundo, quien destacó el compromiso y la vocación de servicio de los participantes.
“La vocación de ayudar al prójimo no se aprende, se vive con entrega, pasión y humildad. Hoy los ciudadanos pueden sentirse tranquilos y orgullosos porque cuentan con profesionales que, además de su capacitación técnica, poseen un gran corazón generoso y un espíritu de servicio que trasciende fronteras”, expresó.
Un esfuerzo que fortalece la seguridad ciudadana
El comisionado Lenín Quiroz, subdirector de Bomberos Unidos, señaló que este tipo de entrenamientos responden a la prioridad del Buen Gobierno de salvaguardar la vida, sobre todo en temporadas de invierno cuando aumentan las emergencias por crecidas de ríos, cauces o rescates de personas y animales.
“Nuestros compañeros han demostrado disciplina, habilidades y compromiso, poniendo en alto la institución. Estos conocimientos nos permiten actuar con mayor eficacia al momento de rescatar víctimas con vida o, en situaciones lamentables, recuperar cuerpos con dignidad”, afirmó.
Durante el curso, los participantes practicaron maniobras con cuerdas, anclajes, amarres, técnicas de descenso y ascenso, así como métodos de improvisación que permiten actuar en escenarios de difícil acceso.
Experiencia desde adentro
La bombera María Guadalupe Cano, participante del curso, destacó la utilidad de lo aprendido: “Aplicamos diferentes maniobras que nos facilitan el trabajo en un rescate, con mayor eficacia y eficiencia. Aprendimos técnicas como el Puente Grúa, que nos permite cruzar de un punto a otro en situaciones de cauces o corrientes fuertes. Todo este conocimiento es vital para salvar vidas”, compartió.
Formación con entrega y humanidad
Bomberos para el Mundo ha acompañado durante los últimos tres años la preparación de los cuerpos de socorro en Nicaragua, fortaleciendo su capacidad de respuesta sin más costo que el esfuerzo de salvar vidas.
Con este nuevo grupo de capacitados, el país suma profesionales que sirven con disciplina, honor y abnegación, preparados para responder en cualquier circunstancia y reafirmando que el corazón del bombero late siempre al servicio de las familias nicaragüenses.
