En un ambiente cargado de emoción, sueños cumplidos y recuerdos imborrables, Nicaragua celebró la graduación de 158 nuevos especialistas en enfermería perinatal, hombres y mujeres comprometidos con acompañar el milagro de la vida desde su primer latido. La ceremonia contó con la presencia del Viceministro de Salud, Carlos Sáenz y de autoridades universitarias; asimismo, se llevó a cabo con mucho orgullo, los y las nuevas enfermeras especialistas desfilaron acompañados de sus seres queridos: abuelos, padres e hijos.
Los graduados provienen de los 77 hospitales del país, reflejando un esfuerzo nacional que apunta a fortalecer la atención desde el primer control prenatal hasta el nacimiento. Sáenz destacó que este logro “es el resultado de un esfuerzo colectivo que forma parte de la estrategia de nuestro buen gobierno para garantizar que cada madre y cada bebé reciban atención con cariño, calidad y calidez humana”.
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De los graduados, 135 son mujeres y 23 hombres, un dato que evidencia cómo la vocación por cuidar vidas trasciende géneros. Para Teodoro Tercero, director del Centro de Investigaciones y Estudios de la Salud de la UNAN-Managua, esta promoción no solo representa un triunfo académico, sino también un hito histórico a nivel regional. “En Centroamérica, Nicaragua es pionera en desarrollar este tipo de especialización. Hoy marcamos un precedente con un modelo de salud familiar y comunitario que pone a las personas en el centro”, afirmó.
Entre las y los nuevos especialistas, destaca Dayana Paz, originaria de Granada, quien llevó en sus manos durante la ceremonia una fotografía muy especial. “Ella es mi abuelita. Me crió desde que tenía seis meses, cuando mi mamá falleció”, contó conmovida. “Gracias a ella soy licenciada en enfermería, y gracias a eso hoy pude especializarme. Sé que desde el cielo está orgullosa porque siempre soñó con verme triunfar”. Dayana no solo representa a una nueva generación de profesionales, sino también a tantas mujeres que con esfuerzo, amor y resiliencia logran abrirse camino en la salud pública, cambiando realidades desde el primer contacto con la vida.
Otro protagonista es Dickson Rugama, originario de Mulukukú, uno de los 23 hombres que decidieron dedicar su vocación al cuidado materno-perinatal. “Nuestro trabajo va desde el primer contacto con la embarazada, explicarle la importancia de sus controles prenatales, acompañarla en cada etapa y asegurar que llegue a un parto seguro”, explicó. Su labor, como la de sus colegas, es esencial en la lucha por reducir la morbimortalidad materna y perinatal en Nicaragua.
Estos 158 nuevos especialistas se suman a la red nacional de salud para acompañar a las mujeres nicaragüenses en uno de los momentos más importantes y delicados de sus vidas. Como dijo el Dr. Sáenz, esta especialización no solo fortalece al sistema de salud, sino que también garantiza que cada niño y niña que nace en Nicaragua tenga la oportunidad de hacerlo en condiciones seguras, rodeado del cuidado y la dedicación que solo un profesional formado con vocación puede brindar.
