Biografías

“Conchita” Palacios Herrera, la primera mujer médica de Nicaragua

Escrito por : Daphne Cabezas 5 de diciembre de 2025

Por: Daphne Cabezas


“Conchita” Palacios Herrera la primera mujer médica de Nicaragua y Centroamérica, fuente de inspiración para miles de nicaragüenses, Conchita es la antesala de miles de mujeres aguerridas y con manos laboriosas que escriben la historia de nuestro país. Es el ejemplo de que la Revolución también tiene rostro de mujer y que sin la participación de nosotras no hay Revolución.


Concepción Palacios Herrera nace en el Sauce, León en 1893 y fallece en 1981 a la edad de 88 años. Descrita por ser una joven que desde temprana edad se posicionó como un símbolo de protesta contra las atrasadas condiciones sociales y políticas de su tiempo. En 1919 finaliza sus estudios de magisterio y bachillerato en la Escuela Normal de Señoritas, gracias al apoyo de Josefa Toledo de Aguerri, tras haber sido expulsa por negarse a la comunión obligatoria.


El legado y trayectoria de Conchita Palacios en el campo de la medicina es testimonio de su determinación de abrirse campo frente a un sistema social y académico dominado por hombres. Gracias a su disciplina, logró ingresar a la Escuela de Medicina de la UNAN-León, una acción considerada inapropiada por los sectores conservadores e incluso las jerarquías eclesiásticas de la época.


Durante su trascurso en la Universidad, vivió diferentes episodios que llegaron a convertirse en un hostigamiento por parte de sus compañeros y algunos docentes, sin embargo, su disciplina, tenacidad y valentía prevalecieron. Poco tiempo después, decidió continuar sus estudios en México, donde en 1928 obtuvo su título de médica, marcando así un hecho histórico para la mujer nicaragüense.


Al regresar a su tierra de lagos y volcanes, Nicaragua, su práctica médica se diferenció por el profundo humanismo y conciencia social que la caracterizaban desde muy joven. Conchita no buscaba solo un título, sino la oportunidad de servirle a los más necesitados, de regresarle a su país y su pueblo el conocimiento que había adquirido, fue una médica que ejercía para y por el Pueblo.


Para comprender la historia y legado de Concepción Palacios Herrera, debemos de entender su profundo compromiso social, político y revolucionario. Desde que era muy joven, protestaba contra la injerencia estadounidense y la dictadura somocista.
Durante su tiempo fuera de Nicaragua, su espíritu combativo se manifestó a nivel internacional.  Lo que la llevó a relacionarse con personalidades, entre ellos, el presidente de México Lázaro Cárdenas, artista e intelectuales; Gabriel Mistral, Pablo Neruda, David Alfaro Sequeiros, Salvador Allende y Ernesto Che Guevara.


Su militancia revolucionaria la llevó a abrazar la causa de Sandino y, posteriormente, la del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN). Su ideal de ver a Nicaragua libre de la intervención norteamericana y la dictadura somocista, la convirtieron en una incansable luchadora, es por esto que en 1979 regresa a Nicaragua.


Dentro de su largo recorrido como médica y revolucionara en 1980, la UNAN-Managua le otorgó el Doctorado Honoris Causa, en un reconocimiento a su incansable labor médica y revolucionaria.


Concepción Palacios es, sin lugar a dudas, la precursora de los derechos de las mujeres nicaragüenses en la vida profesional y política. Su gesta no fue solo personal, sino un acto de apertura de caminos para todas las mujeres que vinieron después. Al desafiar los prejuicios machistas y las limitaciones económicas para alcanzar la punta del iceberg de una profesión considerada masculina, demostró que: “La ciencia no tiene sexo, ni credo religioso, ni color político, mucho menos estatus social”.
Su legado trasciende de generación en generación y permanece en la memoria viva del pueblo, se convirtió en el cimiento moral e histórico del protagonismo de la mujer en Nicaragua.


Ella personifica la perseverancia, el coraje y el compromiso social que se convirtieron en pilares para las mujeres que se incorporaron masivamente a la lucha revolucionaria y, más tarde, a la construcción del país.
Hoy, la memoria de Conchita Palacios se honra con instituciones como el Ministerio de Salud Concepción Palacios y la Clínica de Atención Integral de la Salud «Dra. Concepción Palacios» centros que simbolizan su espíritu de servicio a la salud del pueblo y la reivindicación de su aporte. Su vida es un llamado constante a la lucha y un recordatorio de que la dedicación, el esfuerzo y la convicción pueden derribar cualquier barrera, siendo un faro de dignidad para todas las mujeres nicaragüenses que hicieron historia después de ella.


Gracias a la Revolución Popular Sandinista ha habido una transformación profunda en todos los ámbitos de la vida, especialmente en el acceso de las mujeres a la educación y la salud. Gracias a nuestro Buen Gobierno Sandinista y el firme liderazgo de nuestros Co-Presidentes, Comandante Daniel Ortega y Compañera Rosario Murillo, hoy las mujeres protagonizan espacios que antes les fueron negados, incluyendo áreas especializadas dentro de las ciencias médicas.


Nuestro Buen Gobierno ha garantizado que miles de jóvenes mujeres accedan a formación de calidad a través del modelo de salud familiar y comunitaria, los programas de especialización dentro y fuera del país, y la modernización constante de la infraestructura hospitalaria.

Esto ha permitido que hoy contemos con médicas, cirujanas, anestesiólogas, ginecólogas, pediatras, emergenciólogas, epidemiólogas e investigadoras que lideran procesos científicos y asistenciales en todo el territorio nacional.