La garra del águila imperial, siempre está afilada para hundirse en el corazón de los pueblos que anhelan ser libres y vivir con dignidad, así fue ayer, así es hoy y ellos los «enemigos de la humanidad» pretenden que sea siempre.
A lo largo de su historia el imperio yanqui ha desangrado a la humanidad y sembrado tumbas por todo el planeta, haciendo terrorismo, efectuado invasiones, instalando bases militares en la mayoría de países agachados, siguen cometiendo genocidios, ejecutando robo de recursos naturales, dejando caer bombas atómicas en contra de pueblos, continúan aplicando sanciones, provocando guerras, causando destrucción, dejando miseria y dirigiendo golpes de Estado contra gobiernos legítimos.
Pero, a todos estos dictadores de turno que despachan desde la Casa Blanca y que desde «the situation room» deciden quién vive y quién muere ¿quién los juzga por sus genocidios cometidos en todo el planeta? Ninguna Corte Penal de Justicia Internacional podría juzgarlos, pues la primera que se atreva se expondría a que el imperio les deje caer una bomba y que la desintegre con todos sus magistrados dentro.
Es importante recordar que EE.UU. No reconoce la jurisdicción de ninguna corte, porque ellos dicen estar por encima de las leyes terrenales ah, pero bien que anda queriendo aplicar a los pueblos de izquierda sus famosos manuales de justicia, libertad y defensa de los derechos humanos.
Estados Unidos se opone a un nuevo Orden Mundial promovido por los hermanos países de Rusia y de China, porque cuando sea una realidad que estoy seguro así será, el imperio yanqui perderá el estatus quo hegemónico impuesto por el imperio mismo, el cual quedó configurado cuando estados unidos se repartió con cuchara grande la mayor parte de poder desde el final de la Segunda Guerra Mundial.
Para muestra un botón, los yanquis dominan en las Naciones Unidas y en las instituciones crediticias multilaterales, como el FMI y el Banco Mundial. Además, los gringos garantizan sus intereses en la política y las leyes de drogas, derechos humanos e igualmente con mayoritaria presencia en la Organización Mundial de Comercio, la OTAN y en América Latina, con la rastrera y cómplice OEA.
Estados Unidos «es un país que miente, que engaña y que utiliza supuestos argumentos de un falso humanismo para continuar manteniendo uno de los imperios más crueles». Lamentablemente aquí en Nicaragua tenemos peleles que por botines de dólares venden a nuestra patria, pero también a su propia madre si fuese para ellos necesario.
Si lo vemos en la cantidad de desplazados, de muertos, de crímenes, de explotación, de esclavitud incluso moderna que han provocado con todo esto, podemos considerar que es uno de los imperios o el imperio quizá más cruel que ha existido en la historia de la humanidad. Por tanto como dirían los colombianos aqui no comemos cuento y no tenemos la menor duda de que el águila desplumada es la peor amenaza para la humanidad.
Yo invito al imperio yanqui, para que deje de mantenernos bajo la amenaza constante de una invasión de la cual ellos con clara premeditación se han preparado y es por eso que Estados Unidos es el país con mayor presencia militar en el mundo, al contar en la actualidad con alrededor de 750 bases militares en al menos 80 países. Los gringos toda la vida se han creído que son la policía mundial y por esa razón crean las normas y las reglas que deben regir al mundo y que van cambiando de acuerdo con sus necesidades.
Los yanquis podrán ser genocidas pero no tienen nada de tontos pues las reglas que ellos imponen les sirven precisamente para justificar este expansionismo, esta carrera armamentista que nunca se paró, pero que otra vez cobra mucha fuerza, y que en este afán de mantener la hegemonía ha costado una gran cantidad de vidas, de desplazamientos y es una de las principales causas de las migraciones
¿Seremos testigos del fin de este cruel imperialismo yanqui? Yo creo que sí, pero aunque es un imperio que en alguna medida puede decirse que es un imperio decadente, pero que, sin embargo, ahí está, y a veces estos imperios decadentes toman acciones todavía más violentas, de todas formas es importante concluir este artículo afirmando qué: «EL ENEMIGO ES EL MISMO».