Fue la inesperada y sorprendente resistencia armada de un grupo de hombres prácticamente indigentes, ayunos de verdadero poderío bélico, pero que con su acción quijotesca lograron lo que se consideraba imposible: mantener a raya al ejército más poderoso de la tierra, humillarlo y finalmente derrotarlo, ya que no otra cosa que derrota fue la salida de las tropas norteamericanas de Nicaragua, sin haber podido apresar ni destruir a Sandino, el General de Hombres Libres.
Del libro titulado El pequeño ejército loco. Autor: Gregorio Selser. Editorial Fondo de Cultura Económica.
Augusto Cesar Sandino, 18 de mayo de 1895 – 21 de febrero de 1934, es el “autor intelectual y pragmático” de la Revolución en Nicaragua, la Revolución cuyos representantes más visibles, el Presidente Daniel Ortega y la Vicepresidenta Rosario Murillo, son insultados ruidosamente por los supremacistas imperiales, los pisaverdes y los ganapanes del imperio, y por sus jefes militares y procónsules gobernantes y sus servidores charlatanes y juntaletras en las provincias que forman la UE como es el estado español. Cuántos individuos viviendo del robo de los pueblos, por eso arman tanto ruido y desatan tanto odio cuando un pueblo se los quita de encima. Todos éstos amantes del colonialismo trasnochado y del imperialismo que hoy amenaza con destruir al mundo antes de que el mundo se atreva a ser independiente de ellos, tropiezan en su propia decadencia, no aceptan que Sandino con un pequeño ejército sin apenas armas ni municiones, sin apenas comida ni cobijo, pero con un coraje libertador endurecido en la lucha y guiado por el ideal, dio la lección más importante de la Historia que dan los pueblos. Lo cuenta con hermosura de detalle y visión geoestratégica e histórica Gregorio Selser, del que el gran escritor Miguel Angel Asturias dice que Es un voluntario de la causa hispanoamericana, un francotirador con la cartuchera cargada de datos y el corazón cargado de sueños.
Sandino rompió el silencio que imponía la maquinaria imperial, les dejó tan descolocados que nunca han perdonado que Nicaragua no le haya cedido un palmo de tierra. Miguel Angel Asturias declara que no se debe callar nadie, que hay que hacer valer el triunfo, no contribuyáis con vuestro silencio al crimen de agresión económica y militar, … ¡Tomad la bandera de Sandino! … ¡Hablad en las plazas, en las universidades, en todas partes, de ese General de América, que se llamó Augusto César Sandino!
Los yanquis que pisaron suelo de Nicaragua asaltaban desde 1909 todo el Caribe y México, entonces el aplastamiento de los pueblos y el robo de sus riquezas les hacían creer que eso les iba a durar eternamente, ¿cómo pensar que un grupo de pobres campesinos, mineros, artesanos hambrientos les plantaría cara y les vencería?, ¿no estaban acostumbrados al asesinato más vil? No podían concebir que hubiese gentes tan valientes y dispuestas a darlo todo si era preciso para conseguir la libertad. En aquellos momentos los periódicos eran más independientes, eran críticos con las injusticias, aun no estaban todos en manos de las corporaciones del gran capital y alzaron en muchos casos su voz celebrando la victoria de Sandino.
La Historia daría otras vueltas, los yanquis, como siempre han practicado el terrorismo, engañaron a Sandino y por medio de su siervo entonces puesto como presidente, consiguieron asesinarle. Pero los Sandinistas, los mejores hijos de Nicaragua, los amantes de la Soberanía, la Independencia, la Justicia Social, volvieron a derrotarlos cuando su representante era Somoza. Hoy, luchando contra las trampas del imperialismo y sus legiones de subgobiernos provincianos en Europa y otras partes, los Sandinistas profundizan en el ideario del General de Hombres Libres, inspirador de la mayor nobleza humana, hágase idea de lo que eso significa. La victoria se proclamó en julio de 1979, una de las primeras disposiciones del Frente Sandinista fue lanzar una gran campaña de alfabetización, y en un corto espacio de tiempo todo el pueblo se hizo con ese arma causando el asombro de los organismos internacionales.
Ha habido saltos en la Historia, retrocesos y avanzadas, hasta llegar a nuestros días, y hoy es el Frente Sandinista de Liberación Nacional el que hace honor a Sandino, sí, por su nobleza humana, transformando la sociedad: igualdad de género, cuidado de la infancia y trabajo, cooperativismo, justicia social con derecho a la salud, a la energía, a la enseñanza, a una alimentación sana, … a sentir amor por la Patria.
El 21 de febrero se recuerda la muerte de Sandino, ¿sabe por qué?: porque Sandino vive en el Frente Sandinista, que hace realidad los ideales por los que luchó, ese héroe continental: paz, soberanía y verdadera Democracia.
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