Nosotros sabemos lo que duele perder a nuestros compañeros y a nuestras compañeras, pero nunca hemos sido derrotados por el dolor, nunca. Nos han matado miles de compañeros y compañeras a lo largo de toda la lucha, desde antes de Sandino; y nunca hemos sido derrotados.
La muerte de ningún compañero ha significado una derrota para los Sandinistas, es al contrario, el dolor y la rabia se convierten en firmeza y voluntad para continuar.
Impactaron las muertes de imprescindibles como:
1. En Pancasán
2. Julio Buitrago
3. Leonel Rugama
4. Ricardo Morales y Oscar Turcios
5. Carlos Fonseca
6. Germán Pomares
Esos 6 golpes fueron durísimos y sin embargo Nunca nos Rendimos.
Y a la vuelta de los años el pueblo de Nicaragua derrotó a la dictadura de Somoza.
Nosotros vamos a superar los destrozos que ellos hicieron y lo vamos a hacer sin ellos, sin los empresarios, lo vamos a hacer con el pueblo trabajador, con los obreros, con los campesinos, con los pequeños negocios.
Sin ellos vamos a volver a crecer y esa será nuestra venganza. La fuerza de la gente es nuestra mejor apuesta.
Y la victoria abrumadora del 2021 será una aplastante venganza política y bofetada popular contra los criminales que quisieron destruir el país.
Nuestra moral sigue alta, quisieron que nos amilanáramos, pero les salió mal, porque el Sandinismo sigue más firme y comprometido que nunca, nos duele el dolor, pero el Sandinismo no se rinde jamás.
Fuente: Reflexión del compañero William Grigsby en Sin Fronteras del 7 de junio.