La Paz es Nuestra Victoria: Combatir y Vencer, con la Esperanza puesta en el Porvenir
La oscurana quiso apoderarse de nuestra Nicaragua, arrebatar los sueños construidos por los arquitectos de amor de nuestra revolución. La estrategia de los jinetes del mal fue teñir de odio e incertidumbre aquel herido abril del 2018, pero, la fuerza inclaudicable del pueblo humilde, venció. Como ayer, hoy y mañana seguiremos venciendo.
La herida sanó, aunque dejó cicatrices, pues, aun recordamos a esos hermanos, hermanas, padres, madres, hijos, hijas, esposas y esposos que soñaron vivir su vejez en la Nicaragua de progreso que venía tejiendo nuestra revolución sandinista. La soñaron para disfrutarla, y pasaron a la inmortalidad para vivirla con nosotros, diario, mientras trabajamos firmemente por consolidar la paz que hoy estamos viviendo.