Los trabajadores petroleros realizaron este jueves una tercera jornada de protestas en Brasil para rechazar los planes de privatización a Petrobras, impulsados por el Gobierno de Jair Bolsonaro.
Los manifestantes exigen que se respete el derecho al empleo, el convenio colectivo y la soberanía nacional, al tiempo que consideran que este es el inicio de una nueva fase de privatizaciones en el país suramericano.
Anteriormente, el Partido de los Trabajadores (PT) había remarcado que el Gobierno de Bolsonaro está «determinado en su saña de destruir el patrimonio del pueblo brasileño», y que Petrobras entró definitivamente en la agenda «entreguista» del presidente.
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Previamente, Petrobras anunció la venta a accionistas privados del 35 por ciento de BR Distribuidora, con lo que pasa a tener apenas el 37 por ciento de las acciones de la empresa.
En 2017, el Gobierno del expresidente interino Michel Temer (2016-2018), ya había vendido el 29 por ciento de las acciones; hasta entonces, el 100 por ciento de BR Distribuidora era estatal.