Barricada

Creyeron que Sandino era caudillo de patriotismo barato y se equivocaron

El 28 de enero de 1930, hace 93 años, el General Augusto C. Sandino, en el contexto de la guerra contra la intervención norteamericana en Nicaragua, realizó declaraciones para el diario New York World.

Estas declaraciones fueron realizadas por el General Sandino durante sus últimos días de estadía en México, donde había establecido lazos de solidaridad con aquellos movimientos sociales, que se oponían a la intervención militar de Estados Unidos en Nicaragua, como fue el Movimiento Manos Fuera de Nicaragua (MANFUENIC) y la Liga Antiimperialista de las Américas (LAA).

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El General Sandino, con sus declaraciones, intentaba romper el cerco mediático que, ayer como hoy, genera matrices de opinión a nivel internacional en contra de proyectos políticos revolucionarios, basados en la solidaridad, independencia, soberanía y autodeterminación de los pueblos de Nuestramérica.

Declaraciones del General Augusto C. Sandino para el New York World

Los motivos para mantenimiento de nuestra resistencia armada a la invasión norteamericana, son las siguientes:

Restauran los derechos del pueblo nicaragüense que a partir de 1909 se encuentran conculcados por los banqueros yanquis. El pueblo nicaragüense no debe un solo centavo al gobierno de los Estados Unidos de Norteamérica y todos los tratados, pactos, concesiones y convenios que se ha celebrado desde aquella hasta el presente, y se celebren entre los gobiernos estadounidenses y los gobiernos de Nicaragua, impuestos por las bayonetas yanquis, no poseen valor alguno ya que se han celebrado y celebra a las espaldas del pueblo nicaragüense. Si antes de descubrirse onerosos y leoninos tratados a que nos referimos se hubiera consultado la opinión del pueblo de Nicaragua, tales documentos hubieran sido rechazados sin contemplación por la infamia de que adolecen. 

Nosotros tenemos entendido que la pretensión máxima de los Estados Unidos de Norteamérica en Nicaragua es la de apropiarse de la porción del territorio centroamericano donde existen posibilidades para la apertura de rutas del canal interoceánico, además del Golfo de Fonseca para una base naval. Y por eso nuestro ejército, con él todo el pueblo nicaragüense no corrompido y contaminado, ha tomado la determinación de que tanto el canal interoceánico como la base naval aludida, deben considerarse dentro de la soberanía de la nacionalidad Latinoamericana y para su progreso y defensa propios. Porque efectivamente, la región que ha incitado la codicia del imperialismo, aunque se halla situada en el istmo centroamericano, debe ser controlada por nuestra América Latina desde que así la ruta del canal interoceánico con el Golfo de Fonseca, están llamados, por ley natural, a desempeñar un papel histórico en la vida y en el porvenir de las naciones del globo, pero ante todo en las de la América Latina.

El concepto que tengo del pueblo norteamericano es:

El pueblo norteamericano es tan imperialista como los son sus mandatarios. Si en los Estados Unidos existen algunos organizaciones antimperialistas, no es precisamente porque sean netamente integradas por norteamericanos, sino que en su mayoría son rusos, lituanos, alemanes, españoles, italianos, latinoamericanos, de todo el mundo, menos norteamericanos. Escasas serán las excepciones que rompan esta regla general.

Si los Estados Unidos de Norteamérica quieren evitar una catástrofe y su inminente caída, deben tener un mayor respeto a las nacionalidades débiles y de menores recursos.

El ex Presidente Coolidge y ex secretario de Estado Kellogg, a pesar de sus aventuras imperialistas, son un par de fracasados; fracasados a quien el pueblo norteamericano no debe culpar, ya que el que sus nombres hayan pasado a la historia envueltos en crímenes y en sangre pesan también, en resumen, sobre el los hombros de todo el pueblo norteamericano, cómplice de los delitos de aquellos. Esas dos piltrafas morales en los principios de la lucha armada en Nicaragua, creyeron que Sandino era caudillo de patriotismo barato. Pero al correr del tiempo la justicia de nuestra causa le ha demostrado que nosotros hemos sido enviados para servir de rienda y castigo a los crímenes desenfrenados de ellos y sus sucesores.

Patria y Libertad

Augusto C. Sandino

México, D.F., enero 28 de 1930.