Barricada

Cuarto aniversario del paso a la inmortalidad del Comandante de la Revolución Cubana, Fidel Castro Ruz

El 25 de noviembre del año 2016, hace 4 años, fue el paso a la inmortalidad del Comandante Fidel Castro Ruz, máximo líder de la Revolución. Su ausencia física demostró lo que nadie dudaba: no moriría, su legado e ideario serán inmortales.

Cuba, Latinoamérica y los hombres y mujeres que en el mundo continúan luchando denodadamente contra el neocolonialismo, celebran hoy el legado infinito del Comandante Fidel Castro. 

En estos tiempos de incertidumbre, de crisis económica, política, social y ambiental, el camino marcado por Fidel es una luz para no decaer en la lucha por la dignificación de la vida y en contra del sistema de opresión, extracción y mercantilización de los medios y condiciones de vida de los menos favorecidos.  

Las lecciones del Comandante Fidel Castro

La lección de optimismo, porque “nada puede detener la marcha de la historia”, que es nuestra fe en el destino de la humanidad.  Con menos egoísmo individualista y más colectividad.  La lección de que la unidad es indispensable para vencer y que no estamos solos, que somos muchos pueblos que compartimos los estragos del capitalismo y la utopía de una sociedad más igualitaria, diversa, inclusiva, plurinacional.

El camino de la lucha, es difícil y peligroso.  Fidel, tuvo que afrontar innumerables atentados contra su vida y a todos los venció.   Y en este, camino Cuba se convirtió en una fortaleza moral, un ejemplo de lo que se puede llegar a ser, a pesar del feroz bloqueo económicos de los colonialistas financieros.

Nicaragua honra al Comandante

En Nicaragua, recordar a Fidel, es recordar la generosidad cubana, de sus miles de maestros y maestras, médicos, oftalmólogos, académicos y de otras especialidades, que han venido a compartir sus experiencias y conocimientos, con afecto, ternura y compromiso.   Toda Nicaragua tiene presente, cuando Fidel, vino a Nicaragua en enero de 1985 en ocasión de la investidura como Presidente del Comandante Daniel Ortega Saavedra y entregó al pueblo nicaragüense el complejo azucarero “Victoria de Julio” o “Timal”, que tuvo un costo de 200 millones de dólares, de los cuales Cuba donó 73.8 millones.   

Era el “Victoria de Julio”, un ingenio único, con la idea de la electricidad como segundo producto.   Con un sistema de riego por pivote circular (cada una con un radio de 500 metros) y una infraestructura excelente, compuesta por más de 180 círculos con plantaciones de caña y caminos entre ellos.   Pero este proyecto fue destruido por las mentes siniestras de los tecnócratas neoliberales.

No olvida Nicaragua que el “Victoria de Julio” fue privatizado en 1994 por el gobierno neoliberal de la Señora Violeta Barrios de Chamorro, y que fue vendido a pedazos, creyendo que así podrían eliminar el símbolo de la solidaridad cubana y del empuje de los proyectos productivos de la Revolución Sandinista.

Fidel, hermano mayor de la Revolución Sandinista

Fidel, es parte de la Revolución Sandinista. Caminó por nuestras calles y compartió con el pueblo.   El eco de su voz profética sigue caminando por la América entera, junto a las voces de Augusto C. Sandino, Emiliano Zapata, Ernesto “Che” Guevara, Salvador Allende y el Comandante Hugo Chávez, para recordarnos que el valor más alto de las revoluciones verdaderas es el internacionalismo.