“Primero de enero de 1959, triunfó la Gran Revolución Cubana. Inspiración para los pueblos de nuestra América y el mundo. La revolución solidaria conducida por Fidel, por Raúl. Cuba, un pueblo heroico que ha sabido resistir durante todos estos años los embates, las agresiones, de todo tipo, el bloqueo, y ha logrado avanzar en esas condiciones difíciles, que le han impuesto políticas imperialistas”.
Comandante Daniel Ortega
La Revolución Cubana tiene sus raíces en los esfuerzos por la independencia que se gestaron a finales del siglo XIX, cuando los mambises, con el apoyo del Ejército Libertador, lucharon valientemente contra el régimen colonial español. Este legado de patriotismo y coraje sentó las bases para la generación de mediados del siglo XX, que, bajo el liderazgo de Fidel Castro y el Ejército Rebelde, adoptó nuevas estrategias en su lucha contra la dictadura de Batista.
El triunfo revolucionario del primero de enero de 1959 marcó un hito significativo en la historia de Cuba, dando inicio a un proceso que ha perdurado durante más de seis décadas. A lo largo de este tiempo, el pueblo cubano ha demostrado una notable capacidad de resistencia, bajo la dirección revolucionaria guiada por un firme compromiso con la búsqueda de la independencia y la justicia social para el país.
Inicia el Movimiento Revolucionario
El 26 de julio de 1953, se llevaron a cabo acciones decisivas con el asalto simultáneo a los cuarteles Moncada, en Santiago de Cuba, y Céspedes, en Bayamo. Estas operaciones fueron concebidas como el inicio de una amplia insurrección popular. Sin embargo, las acciones no se concretaron como planificado y muchos jóvenes revolucionarios fueron arrestados o perdieron la vida. Entre los sobrevivientes se encontraba Fidel Castro, quien fue juzgado y condenado a severas penas de prisión.
Durante el juicio que se les llevó a cabo, el joven líder revolucionario Fidel Castro pronunció un destacado alegato de autodefensa titulado «La Historia me absolverá». En este discurso, fundamentó el derecho del pueblo a rebelarse contra la tiranía y expuso las causas, métodos y objetivos de la lucha que habían emprendido, convirtiéndose más tarde en el Programa de la Revolución.
La tiranía de Batista intentó legitimar su régimen con elecciones manipuladas en 1954, lo que redujo temporalmente la represión. Esta situación fue aprovechada por el movimiento de masas, que en 1955 creció significativamente, logrando la amnistía para los combatientes del Moncada y promoviendo importantes huelgas obreras, especialmente en el sector azucarero. Ese mismo año, se fundó el Movimiento Revolucionario 26 de Julio (M-26-7), liderado por Fidel Castro y sus compañeros.
Ante la imposibilidad de luchar legalmente contra la tiranía, Fidel Castro se dirigió a México para organizar una expedición liberadora e iniciar la guerra revolucionaria. Mientras tanto, los partidos burgueses de oposición intentan una maniobra conciliadora con Batista en busca de una solución «política», pero su fracaso solo contribuyó a su desprestigio.
Desembarco del Yate Granma
El 2 de diciembre de 1956, Fidel Castro desembarcó en Las Coloradas al frente de la expedición del Yate Granma. Dos días antes, los combatientes del Movimiento 26 de Julio, liderados por Frank País, habían intentado un levantamiento en Santiago de Cuba para apoyar el desembarco, pero fracasaron. Después de un revés en Alegría de Pío que dispersó a los expedicionarios, Fidel y algunos combatientes lograron refugiarse en la Sierra Maestra, donde formaron el núcleo inicial del Ejército Rebelde. Un mes después, su primera acción significativa fue la toma del cuartel de La Plata, lo que desmintió las afirmaciones de la dictadura sobre el exterminio total de los expedicionarios.
En la Sierra Maestra
En 1957, mientras el Ejército Rebelde se formaba en las montañas con acciones destacadas como el combate de El Uvero, donde se aniquiló a una guarnición de 59 soldados, la lucha clandestina en las ciudades también cobraba fuerza. El 13 de marzo, un grupo del Directorio Revolucionario atacó el Palacio Presidencial en La Habana con el objetivo de ajustar cuentas con Batista, pero fracasaron y José Antonio Echeverría, presidente de la Federación Estudiantil Universitaria, FEU, murió en el intento.
La tiranía respondió a los atentados y sabotajes con un aumento de torturas y crímenes. En julio, el asesinato de Frank País desató una huelga espontánea que paralizó gran parte del país. En septiembre, un alzamiento en Cienfuegos reveló las debilidades en las fuerzas armadas de Batista. A finales de año, el ejército fracasó en su ofensiva contra la Sierra Maestra, donde ya se habían consolidado dos columnas guerrilleras.
A principios de 1958, el movimiento revolucionario decidió intensificar sus esfuerzos para derrocar a Batista mediante una huelga general con tintes insurreccionales. En la Sierra Maestra, Fidel Castro organizó dos nuevas columnas bajo el mando de Raúl Castro y Juan Almeida para abrir frentes guerrilleros en otras áreas montañosas de Oriente. La huelga, convocada para el 9 de abril, fracasó y causó graves pérdidas a las fuerzas revolucionarias. Aprovechando la situación, Batista lanzó en verano una ofensiva de 10,000 hombres contra la Sierra Maestra. A pesar de los feroces combates en lugares como Santo Domingo, El Jigüe y Vegas de Jibacoa, las tropas rebeldes lograron derrotar a los batallones del régimen y obligarlos a retirarse, marcando un viraje decisivo en la lucha.
Las columnas rebeldes, lideradas por los comandantes Ernesto Che Guevara y Camilo Cienfuegos, se desplazaron hacia diferentes puntos de Cuba, especialmente hacia la provincia de Las Villas, donde ya operaban grupos del Directorio Revolucionario y el Partido Socialista Popular. El 20 de noviembre, Fidel Castro dirigió la Batalla de Guisa, que marcó el inicio de la ofensiva revolucionaria definitiva. Las columnas del II y III frentes orientales comenzaron a tomar poblaciones cercanas para cerrar el cerco sobre Santiago de Cuba. El Che avanzaba por la carretera central hacia Santa Clara, mientras que Cienfuegos capturaba el cuartel de Yaguajay tras un intenso combate.
Triunfo de la Revolución
“¿Qué hicimos el Primero de enero de 1959? Siete años, siete meses y siete días después del ataque al Moncada, el 26 de julio de 1953. Números exactos. Es el tiempo que pasó desde el ataque al Moncada, con prisión de casi dos años, en el exterior casi otros dos, y otros dos en la guerra. Cuando el día Primero de enero nos enteramos por radio de que Batista se había escapado, y del golpe de Estado en la capital, nos dirigimos rápidamente hacia donde estaba nuestra estación de radio y lanzamos la consigna de: «¡Huelga general revolucionaria!», y dimos instrucciones a nuestras tropas: «No deben detenerse en ningún momento, no hay alto al fuego.» Cero alto al fuego. A todas las columnas: orden de seguir avanzando y combatiendo.
Yo tardé ocho días en llegar a La Habana, porque en cada una de las capitales de provincia tenía que detenerme y dar un acto. Óigame, sólo en tanque se podía pasar, no se podía ir ni en camión ni en nada. Ya no hubo resistencia, a los pocos días terminó. La huelga siguió, la gente estaba entusiasmada con la huelga cuando ya no hacía falta ninguna huelga; pero ya después estaba todo el mundo de fiesta. Llegué el día 8 de enero de 1959 a La Habana, después de dar actos por todo el recorrido; fui a Cienfuegos, donde había estado preso también en mis años estudiantiles. Bueno, Camilo y el Che esperaban aquí. En La Habana, el Movimiento 26 de Julio había tomado todas las estaciones de policía”.
Comandante Fidel Castro
Tras asumir el poder, el gobierno revolucionario comenzó a desmantelar el sistema político neocolonial en Cuba. Se disolvieron los cuerpos represivos y se garantizó a los ciudadanos el ejercicio pleno de sus derechos por primera vez. La administración pública fue saneada, confiscando bienes malversados y juzgando a los criminales de guerra del régimen de Batista. Se eliminó la corrupta dirección del movimiento obrero y se disolvieron los partidos políticos que apoyaron la tiranía.
La designación del Comandante Fidel Castro como Primer Ministro en febrero aceleró las reformas en beneficio del pueblo. Se implementaron medidas como la reducción general de alquileres, la apertura de playas previamente privadas al público y la intervención de compañías que monopolizaban servicios públicos. Un hito clave fue la Ley de Reforma Agraria, aprobada el 17 de mayo, que nacionalizó propiedades mayores a 420 hectáreas y redistribuyó la tierra a miles de campesinos, arrendatarios y precaristas, marcando un cambio significativo en la estructura agraria del país. En 1960, se empezó a preparar la Campaña Nacional de Alfabetización, que permitió en 1961 declarar a Cuba Territorio Libre de Analfabetismo.
Este primero de enero de 2025 la Revolución Cubana, cumple 66 años de su triunfo revolucionario y ha permanecido invicta ante las envestidas del imperialismo yanqui, siendo ejemplo de lucha, solidaridad y victorias ante los pueblos del mundo.