Barricada

Comandante Iván Montenegro y su legado en la patria rojinegra

El Comandante Iván “Ernesto” Montenegro Báez nació un 22 de enero de 1953 en la ciudad de Managua, en el barrio San Sebastián. Hijo de Juan Montenegro Pérez y Engracia Báez Castillo, creció en un hogar lleno de valores y amor patrio.


Realizó sus estudios primarios y secundarios en Managua, mostrando una brillante trayectoria académica y deportiva. En el Instituto Nacional Central Ramírez Goyena obtuvo el título de bachiller en Ciencias y Letras, siendo además reconocido con un diploma al mérito deportivo.


Su camino lo llevó a la ciudad universitaria de León, donde ingresó a la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua (UNAN). Ahí, su vida cambió al conocer a figuras clave de la lucha revolucionaria como Carlos Roberto Huembes, Pedro Aráuz Palacios “Federico” y Edgar Munguía “La Gata Munguía”.


En 1970, se unió al Frente Estudiantil Revolucionario (FER), y un año después, colaboró con el Movimiento Cristiano junto a Roberto Huembes. Su misión era fortalecer políticamente a los dirigentes de la comunidad indígena de Sutiava, logrando establecer bases sólidas para el apoyo clandestino del Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN).


Iván Montenegro se convirtió en un pilar de la resistencia urbana en la región de Occidente. Junto a Carlos Roberto Huembes y Pedro Aráuz, trabajó incansablemente para construir una red que sostuviera la lucha revolucionaria.

En 1974, representó a Nicaragua en el sexto congreso de la Federación de Estudiantes de Universidades Centroamericanas (FEUCA) en Panamá. A su regreso, tomó la valiente decisión de pasar a la clandestinidad.


El 27 de junio de 1976, su compromiso lo llevó a ser capturado en el barrio Riguero Sur de Managua por agentes de la Oficina de Seguridad Nacional.


En prisión, sufrió crueles torturas, pero nunca traicionó a sus compañeros del FSLN. Su lealtad y coraje quedaron en evidencia cuando, el 6 de agosto, enfrentó a una corte militar y declaró con orgullo su pertenencia al FSLN.


La libertad para Iván llegó el 22 de agosto de 1978, durante la histórica Toma del Palacio, conocida como “Operación Chanchera”. Desde Panamá, continuó su lucha, siendo asignado a la Base 10 como responsable político. Sin embargo, enfrentó nuevos desafíos, siendo detenido en Costa Rica durante la operación “Jaque Mate” y deportado nuevamente a Panamá. Desde allí, regresó clandestinamente a Nicaragua al frente de la Columna “Jacinto Hernández” bajo el seudónimo de “Ernesto”.


El 17 de mayo de 1979, en el lugar conocido como “Paso de la Yegua”, municipio de Nueva Guinea, Iván Montenegro ofrendó su vida por la libertad de su patria. En una emboscada desigual perpetrada por más de 2 mil guardias somocistas apoyados por artillería y aviación, el Comandante y sus compañeros lucharon hasta el último suspiro.


Hoy, el nombre de Iván Montenegro resuena como símbolo de valentía, compromiso y amor patrio. Su legado inspira a las generaciones presentes y futuras a luchar por una Nicaragua libre y soberana.