“El asesinato de este combatiente revolucionario
viene a ser la continuación de la salvaje represión
que se ha desatado en el curso del primer año
del nuevo período del régimen somocista”.
Comandante Carlos Fonseca Amador, 21 de abril de 1968
El 5 de abril de 1968, hace 55 años, Nicaragua se estremeció por uno de los más atroces crímenes cometidos por la Guardia Nacional. David Tejada Peralta, un joven ex teniente de la GN, quien se había incorporado al Frente Sandinista, murió por las brutales torturas infligidas por el Coronel Óscar Morales. Ese día era Viernes Santo. Su cadáver fue desaparecido y nunca se encontró su cuerpo.
¿Quién era David Tejada Peralta?
David Tejada Peralta había egresado de la Academia Militar de Somoza con el grado de Teniente y decidió oponerse a los crímenes de la genocida guardia somocista.
David se integró al Frente Sandinista en 1967 y formó parte del equipo de militantes encargados de distribuir papeletas del FSLN en la marcha del 22 de enero de 1967, que se convirtió en la tristemente célebre “Masacre de la Avenida Roosevelt”.
Ese día, el teniente de la Guardia Nacional Sixto Pineda fue herido a muerte de un disparo, mientras pretendía usar las mangueras de un camión de los bomberos del Aeropuerto Internacional Las Mercedes para dispersar a los manifestantes. Nunca se logró identificar al autor del disparo y en pocos segundos se desató una balacera que dejó un saldo impresionante: cayeron abatidos por los Garand y las armas de guerra de la Guardia Nacional centenares de manifestantes (incluyendo a mujeres, ancianos y niños).
El asesinato de David Tejada Peralta
Un año después, junto con su hermano René Tejada Peralta, fue capturado por la Guardia Nacional en la madrugada del 5 de abril de 1968. Ambos fueron agredidos, golpeados y torturados con saña, por órdenes del Coronel Óscar Morales, conocido como “Moralitos” quien participó en la brutal golpiza.
René, quien sobrevivió a las torturas, una vez excarcelado, en su testimonio, recordó:
“Moralitos sin poder contener su ira proseguía: – ¡Denles, denles más!, Estos son los hijos de puta que les volaron pija a ustedes el 22 de enero!, Este hijo de puta fue el que mató al teniente Sixto Pineda!, ¡Mátenlo, mátenlo!, y mientras tanto él mismo golpeaba con los manojos de gruesos alambres. De nada le servía a David Tejada gritar: -¡Yo no he matado al teniente Pineda, mayor. Recuerde mayor que usted fue mi instructor en la Academia!”.
Los golpes que recibió David, sobre todo en la cabeza y en la columna, fueron fatales. René, en la misma celda con su hermano, se dio cuenta que el estado de David era muy grave, por eso pidió al médico de la Tercera Compañía, capitán Fernando Cedeño, que lo enviaran a un hospital. Sin embargo, el Coronel Óscar Morales se negó y algunas horas después, David murió. Tenía 27 años. Era el 5 de abril, Viernes Santo.
Doña Velia Peralta, mamá de David y René y la esposa de David, Gloria Gabuardi, pasaron Semana Santa buscando incesantemente a sus familiares.
El “juicio” en contra del coronel Morales
Algunos días después, empezaron a circular comentarios que los hermanos Peralta habían desaparecidos y que David había sido asesinado. A la angustia de familiares y amigos, se sumó la voz del pueblo, que empezó a pedir ver a los jóvenes exmilitares y estudiantes universitarios.
El 15 de abril el CUUN se pronunció con un comunicado, con el cual condenaba el arresto de los hermanos y exigía que fueran mostrados públicamente, para tener pruebas de que aún estuvieran con vida. Hay que recordar que antes de ser asesinado, David había sido el Presidente de la Asociación de Estudiantes de Derecho de la UCA.
El dictador Somoza Debayle empezó a preocuparse del impacto que estaba causando en la sociedad nicaragüense la acción de Morales, quien había sido anteriormente su ayudante personal; por lo cual fingió abrir un “juicio”.
René Tejada estaba dispuesto a declarar sobre la muerte de su hermano como testigo, pero la Corte Militar de Investigación no lo admitió.
René fue puesto en libertad 17 días después desde la tremenda golpiza y aún sufría los efectos de ella. Las declaraciones que dio a un periódico de la época, el 21 de abril de 1968, estremecieron a Nicaragua.
Quien fue admitido como testigo en contra del coronel Morales fue el Doctor Cedeño Flores. A partir de sus declaraciones, Morales fue “condenado” en mayo de 1969 a 18 años de cárcel. Sin embargo, nunca estuvo realmente preso: siempre gozó de muchos privilegios.
Dos años después – cuando supuestamente aún debía cumplir su “condena” – obsesionado por la sed de venganza, el 13 de abril de 1970, emboscó al doctor Cedeño Flores, y lo asesinó. Sobrevivió al atentado la esposa del doctor, que viajaba con él.
Morales fue enviado presuntamente a prisión, pero logró escaparse en 1972, durante el terremoto; huyó primero a Honduras y posteriormente a Guatemala. Luego se estableció en Miami, donde falleció en la impunidad, a inicios del mes de marzo del 2008, a los 78 años. Es considerado uno de los peores asesinos de la extinta Guardia Nacional, creada por la dictadura militar somocista.
Los hermanos Peralta
David Tejada Peralta tenía otros dos hermanos varones, René y Erving y una hermana mujer, Ana. Todos hijos de doña Velia Peralta, madre soltera.
René, quien sobrevivió al trágico 5 de abril de 1968, posteriormente se fue a la guerrilla y murió en combate en las cercanías de Waslala, el 10 de enero de 1975. En su libro La Montaña es algo más que una inmensa estepa verde, el comandante Omar Cabezas cuenta cómo René Tejada Peralta, cayó combatiendo a la Guardia.
El tercer hermano, Erving Vargas Peralta, se incorporó también a la lucha antisomocista y tras el Triunfo de la Revolución, eligió la carrera militar. Moriría el 21 de noviembre de 1984, con el grado de capitán, en un operativo, mientras defendía a Nicaragua de las bandas contrarrevolucionarias en Mulukukú.
Doña Velia Peralta, madre de tres héroes, soportó el dolor de perder a tres de sus cuatro hijos y pasó a otro plano de vida el 28 de enero de 2001, cuando cifraba los 82 años.
El día de hoy recordamos a David Tejada Peralta, a sus hermanos René y Erving. A su mamá, doña Velia y a los miles de Héroes y Mártires anónimos que con su sacrificio nos entregaron una Nicaragua libre de dictadura.
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Fuentes consultadas:
William Grisby, 25 años después de aquel 19 de julio – Memorias apasionadas de una historia de solidaridad, Revista Envío, julio 2004
Barricada
David Tejada Peralta, valiente luchador por la liberación de Nicaragua – BARRICADA
DAVID TEJADA PERALTA: UN ASESINADO QUE ESTREMECIÓ A NICARAGUA – BARRICADA