«En este hermoso y colorido Día, Primero de Mayo… Rendimos Homenaje al Pueblo Trabajador de nuestra Nicaragua, y a los Pueblos Trabajadores del Mundo […] Somos Caminantes, infatigables labradores, incansables forjadores de Esperanza, Esencia Espiritual de nuestra Nicaragua, Bendecida, Prosperada y Victoriosa».
Gobierno de Nicaragua, 30 de abril de 2023.
El primero de mayo de 1889, hace 134 años, el Congreso Obrero Socialista de la Segunda Internacional Socialista instituyó el Día Internacional de los Trabajadores. En ese día se conmemoraba el inicio de la huelga obrera en Chicago, brutalmente reprimida, con la cual, tres años antes, el primero de mayo de 1886, se había reivindicado el derecho a reducir la jornada laboral a ocho horas diarias. En ese contexto, fueron acusados y juzgados en un proceso farsa ochos destacados líderes obreros, “Los mártires de Chicago”. Cinco de ellos fueron ejecutados. Cada 1 de mayo conmemoramos al movimiento obrero mundial, a la lucha de clases como motor de la historia y la dignidad de la clase trabajadora. El Equipo de Barricada les comparte una breve reseña histórica sobre el origen de esta efeméride.
A fines de abril de 1886, un grupo de obreros anarquistas lanzó en Chicago una campaña para lograr la jornada de ocho horas. Era común por aquel entonces que los obreros trabajaran 14, 16 y hasta 18 horas diarias. En ese entonces las condiciones laborales eran muy penosas, con disciplinas muy duras, con despidos inmediatos, con abusos de todas clases incluidos los sexuales contra las trabajadoras, con explotación infantil, sin derechos sociales ni políticos, sin cobertura sanitaria pública, etcétera.
A la histórica manifestación, celebrada el 1º de mayo, concurrieron casi 200.000 personas. Siguieron nuevas movilizaciones los días 2 y 3 de mayo, que fueron brutalmente reprimidas.
El 4 de mayo, los trabajadores se manifestaron cerca del Haymarket Square (Plaza del Mercado del Heno) en protesta por la violencia desatada contra ellos. La manifestación, que contaba con el permiso de las autoridades, se llevó a cabo en forma pacífica, pero a su término la policía arremetió contra los que aún quedaban concentrados e intentó dispersarlos. Alguien arrojó una bomba y murieron varios uniformados. Inmediatamente, se desató la furia policial y en pocos minutos los muertos se contaban por docenas. Pronto se declaró el estado de sitio y se detuvo a centenares de obreros, entre ellos a algunos líderes anarquistas.
Inicialmente quedaron imputadas treinta y una personas, pero finalmente los acusados fueron ocho: Adolph Fischer, Augusto Spies, Albert Parsons, George Engel, Louis Lingg, Michael Schwab, Samuel Fielden y Oscar Neebe, todas destacadas figuras de la Internacional.
El juicio, que comenzó el 21 de junio, fue una farsa desembozada. El juez dispuso que fuese colectivo, lo que constituía una anomalía que permitía la inclusión de todo tipo de pruebas contra los acusados. Los miembros del jurado no fueron elegidos mediante el procedimiento usual. Fueron seleccionados por un funcionario estatal y confirmados como jurados incluso después de manifestar abiertamente que tenían una opinión formada contra los acusados, algo inadmisible en un juicio imparcial. Uno de ellos confesó incluso que era pariente de una de las personas heridas por la bomba.
Durante el juicio no se logró la identificación de la persona que arrojó el artefacto explosivo. Por lo tanto resultó imposible establecer los vínculos entre éste y los imputados. Pero esto no pareció importar demasiado. Se intentaba escarmentar en estos ocho acusados a la clase trabajadora en su conjunto. El fiscal Grinnel lo expuso sin tapujos en su arenga final el 11 de agosto de 1886: “Estos hombres han sido seleccionados porque fueron líderes. No fueron más culpables que los millares de sus adeptos. Señores del jurado: ¡declarad culpables a estos hombres, haced escarmiento con ellos, ahorcadles y salvaréis a nuestras instituciones, a nuestra sociedad!”
El 28 de agosto el jurado dictó sentencia. Parsons, Spies, Fielden, Schwab, Fischer, Lingg y Engel debían ser colgados, en tanto Neebe fue condenado a 15 años de prisión. Pero Fielden y Schwab solicitaron el perdón al entonces gobernador de Illinois, Oglesby, quien accedió a conmutarles la pena por prisión perpetua. Los otros cinco exigieron la libertad o la muerte.
El 11 de noviembre de 1887 cuatro de ellos –Parsons, Spies, Fischer y Engel- fueron ahorcados. Lingg se había suicidado el día anterior, aunque existen dudas sobre si se trató de un suicidio voluntario. No tardarán en ser recordados como los “Mártires de Chicago”.
Recordando a los Mártires de Chicago, el Comandante Daniel Ortega, el 30 de abril de 2021, expresó:
“Y luego, una venganza de los poderosos que juzgaron a 8 dirigentes, llevaron a juicio a más de 30 y 40 dirigentes, pero al final 8 dirigentes (fueron condenados), simplemente por haber reclamado la jornada laboral de 8 horas, fueron sometidos a un juicio, atacados de forma brutal por todos los medios de comunicación al servicio del capital”.
Añadió que toda la prensa norteamericana atacándolos, denigrando a los heroicos trabajadores que habían levantado esa bandera y los enjuiciaron y los condenaron a la pena de muerte.
“Y esos valientes trabajadores con mucho aplomo, con mucho orgullo enfrentaron la muerte al momento en que los iban a ejecutar. Los ejecutaron y no en la silla eléctrica, sino que los ejecutaron colgándolos a la vista del público, ahorcándolos, ahogándolos, de esa manera querían ellos establecer el principio que los trabajadores estaban para servirle a los ricos, pero que no se atrevieran a levantar la voz en contra del capital, en contra de los ricos, porque ahí estaba el instrumento de muerte de los ricos para asesinar a los trabajadores”, dijo.
El día de hoy, trabajadores de toda América Latina se movilizan en varios países de la región en defensa de conquistas laborales, sus derechos y para conmemorar el Día Internacional de los Trabajadores.
Las movilizaciones han sido convocadas por sectores gremiales y sindicales quienes aprovechan la fecha para exigir derechas y en algunos casos defender el proceso de cambios emprendidos por sus gobernantes.
En Nicaragua las familias están disfrutando de un fin de semana largo, en un contexto de paz y tranquilidad, gracias a la restitución de derechos que el Gobierno de Reconciliación y Unidad Nacional ha venido promoviendo desde el año 2007.
El día de ayer, el Gobierno presidido por el Comandante Daniel y la Compañera Rosario, envió un mensaje en ocasión del Día Internacional de los Trabajadores:
“En el Día Internacional de l@s Trabajador@s, nuestro abrazo, profundamente hermanados, con todas las Familias nicaragüenses que somos Trabajadoras, Laboriosas, Talentosas, Creativas, Innovadoras e indetenibles en el diario bregar por una Existencia Verdadera, Digna, Buena, Alegre, y Comprometida, como estamos comprometidos tod@s, a avanzar, caminando junt@s hacia Tiempos de Prosperidad.
Nuestro Abrazo profundamente admirado ante el afán y la realidad de Justicia, Derechos, Seguridad, Tranquilidad y Paz Verdadera, para esta Patria Bendita, Siempre Soberana y Libre, de Darío, de Diriangén, de Nicarao, de Andrés, de José Dolores, del General José Santos Zelaya, de Zeledón, de Sandino, General de Hombres y Mujeres Libres, de Carlos, de Tomás… Somos Caminantes, infatigables labradores, incansables forjadores de Esperanza, Esencia Espiritual de nuestra Nicaragua, Bendecida, Prosperada y Victoriosa […]”.
Mandatarios de la región, han conmemorado esta efeméride a través de sus redes sociales
Fuentes:
TeleSur
El Historiador
Canal 4