El 7 de agosto de 1987, hace 35 años, se firmaba el Acuerdo de Esquipulas II, que representó una contribución importante a los procesos de paz en la región centroamericana.
Este acuerdo fue firmado por los entonces presidentes, Vinicio Cerezo de Guatemala; Comandante Daniel Ortega de Nicaragua; José Azcona Hoyo de Honduras; Óscar Arias de Costa Rica y José Napoleón Duarte de El Salvador.
La voluntad de los gobiernos centroamericanos se manifestó por encima de las acciones injerencistas y belicistas del gobierno norteamericano. En ese entonces, el Comandante Daniel expresó que el acuerdo era una contribución importante para que se lograra «cerrar filas en favor de la paz y contra la solución militar».
Destacó también que, al ejecutar los gobiernos centroamericanos el acuerdo, se estarían aislando las posiciones guerreristas, y el gobierno de los Estados Unidos terminaría quedándose solo, ya que, hasta ese momento, continuaba empeñado en su política belicista.
El presidente, tras la firma de ese histórico acuerdo, dijo que lo había suscrito, interpretando los sentimientos de paz y la necesidad de luchar por la vida y bienestar de los nicaragüenses.
Para profundizar en el tema, compartimos un artículo de la versión impresa de Barricada, del agosto de 1987.
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Un paso trascendental de soberanía e independencia
“Estamos frente al primer gran paso que estábamos esperando dar y por el cual veníamos luchando durante todos estos años en largas y continuas reuniones con auspicios del Grupo de Contadora y de Apoyo”, afirmó ayer el Presidente Daniel Ortega al dirigirse al pueblo nicaragüense, al que a través de la cadena nacional de radio y televisión explicó uno a uno los puntos del Acuerdo suscrito el viernes en la capital guatemalteca, por los cinco mandatarios centroamericanos.
Enfatizó que la voluntad de los gobiernos centroamericanos se expresó por encima de las acciones del gobierno norteamericano y que este Acuerdo de paz es una contribución muy importante, frente a la cual sólo el gobierno de los Estados Unidos se ha empeñado en mantener la solución militar.
Destacó igualmente que «ésta es la síntesis de todo este esfuerzo de pacificación en el que se han visto involucrados todos los países del mundo, incluyendo el Movimiento de Países No Alineados, la Unión Soviética, la Comunidad Socialista, el concierto de la comunidad internacional”.
Dejó claro que esto no significa que se haya logrado ya la paz en Centroamérica, sino que «tenemos un instrumento y que estamos en la enorme responsabilidad de ejecutar».
En la medida que los ejecutemos -agregó- estaremos aislando las posiciones guerreristas, belicistas y se estarán quedando solos los Estados Unidos, que hasta el momento no ha manifestado su voluntad de negociar ni de respetar dichos acuerdos, sino que continúan empeñados en su política belicista.
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Nuestra obligación en la defensa
Daniel puntualizó que junto a este esfuerzo político-diplomático y las acciones concretas que de él se deriven, «los nicaragüenses estamos en la obligación de mantener en primer lugar nuestra capacidad defensiva. Estamos en la obligación de cumplir con todos los planes de defensa[…].
No podemos bajar la guardia en el campo de la defensa militar, ni de la economía», dijo el mandatario, también coordinador de la Comisión Ejecutiva de la Dirección Nacional del FSLN.
Ambas defensas, comentó, son parte integral de un todo en la defensa de la Revolución Popular Sandinista.
El Documento denominado Procedimiento para establecer la paz firme y duradera en Centroamérica, suscrito por los cinco presidentes centroamericanos, fue firmado por el Presidente Ortega en nombre del pueblo y Gobierno nicaragüense, interpretando los sentimientos de paz y la necesidad de luchar por la vida y bienestar de los nicaragüenses, afirmó el dirigente […]
La fortaleza: principal factor
Por lo tanto, subrayó, el acuerdo ha sido posible gracias a la voluntad, a la fortaleza, la firmeza del pueblo nicaragüense, de los combatientes del ejército, de los reservistas, de los trabajadores, campesinos que defienden incluso con su sangre el proceso revolucionario, y también por supuesto, mencionó el heroísmo de las madres.
Insistió en que «tenemos que preservar la fortaleza, aumentando nuestra capacidad combativa para seguir profundizando la derrota estratégica de los mercenarios y capacitándose y organizándonos mejor en el marco de la defensa nacional”.
[…] Insistió en hacer nuevamente un llamado al gobierno de Estados Unidos para que inicie un diálogo bilateral, sin condiciones, con Nicaragua y que cese el apoyo a las fuerzas mercenarias, para normalizar las relaciones entre ambos países, así como una contribución al buen éxito de la propuesta de los centroamericanos, que es un compromiso de paz de los cinco mandatarios.
Ortega Saavedra señaló que el pueblo nicaragüense ha estado y está en lo que son las preocupaciones de la Dirección Nacional del Frente Sandinista de Liberación Nacional y del Gobierno, cuando se trata de encontrar la paz, de una paz justa, digna, respetuosa de los principios de autodeterminación, de soberanía de los pueblos.
El cuadro de todo esto
El análisis hecho por Daniel señaló que el cuadro actualmente en la región es por un lado los gobernantes centroamericanos con un gesto soberano, decididos a suscribir el documento, y por otro lado, la potencia norteamericana con su política de guerra en contra del pueblo nicaragüense.
«Ya lo hemos señalado, no es un conflicto Este-Oeste, ni entre las naciones centroamericanas, sino entre Estados Unidos y Latinoamérica», subrayó.
El documento explicado
Daniel dedicó gran parte de su exposición -que duró exactamente una hora- a explicar cada punto dentro de la realidad nicaragüense.
Reconciliación Nacional
a) Amnistía: La gente involucrada en actividades militares contrarrevolucionarias deben estar claros que cada vez se van quedando con menos espacio, menos apoyo y que lo mejor que pueden hacer es acogerse a la amnistía. El que lo hace, recupera de inmediato sus derechos y puede hacer vida política con cualquier partido de los que están establecidos en el país, de los inscritos legalmente.
Sobre elecciones, amnistía, democratización, dijo Daniel, son elementos que no son nada nuevos en Nicaragua. La democratización, por ejemplo, si es nueva a partir del 19 de julio de 1979. Dicho proceso se inició con la Campaña de Alfabetización, la libertad de organización, la posibilidad de organizarse las bases populares, los campesinos, los obreros, los jóvenes, el derecho al trabajo, la protección de los trabajadores, la Reforma Agraria, las elecciones libres.
Se ha continuado este proceso de democratización en un sinnúmero de acciones políticas, económicas, sociales. En la Asamblea Nacional se discute actualmente lo que es la reglamentación de la Constitución de la República. Aquí seguimos trabajando en el proceso en un esquema pluralista y del cual dimos fe sin que hubiera Constitución.
El partido político que no participó fue porque no quiso. Entonces, democratización no es ajena al proceso nicaragüense. Estamos trabajando en ella y lo seguiremos haciendo.
b) Comisión Nacional de Reconciliación. Estaría fungiendo -entre otras cosas-, para darle cumplimiento a estos compromisos. Integrada por cuatro personas: un delegado propietario y un suplente, es convocada por el gobierno […] .
Exhortación al cese de hostilidades
Todos los gobiernos exhortan para que todos los Estados que sufren de acciones de grupos insurgentes o irregulares cesen las hostilidades. El cese al fuego se hará dentro del marco constitucional.
Democratización
Compromiso de seguir impulsándola […] Todo lo que considere cada país, puede seguirlo haciendo. Pero recordó que la obligatoriedad de todo esto, tiene carácter de simultaneidad.
Elecciones libres
Leyó lo relativo a la elección del Parlamento centroamericano, tal como lo estipula el Documento publicado ayer por BARRICADA. En cuanto a las elecciones en cada país, comentó que el compromiso de realizar elecciones libres se hará en el momento que lo establece cada Constitución.
Cese de la ayuda a las fuerzas irregulares o a los movimientos insurreccionales
Aquí hay dos acciones: una que está en la propia facultad de los mandatarios centroamericanos. Si un gobierno centroamericano está dando facilidad para el uso del territorio, adquiere el compromiso -en este Documento- para cumplir lo establecido. Pero de los gobiernos extrarregionales, no depende lógicamente de los gobiernos del área.
En el caso de Nicaragua, que sufre una agresión del gobierno norteamericano, depende de los Estados Unidos retirar ese apoyo. Por eso, los gobiernos de los cinco países centroamericanos están exhortando a los gobiernos extrarregionales a que cesen ese apoyo. Que, si van a cumplir o no, eso se verá, dijo Daniel. Entonces, eso dependerá a la contribución o no a que se implemente ese Plan de Paz.
No uso del territorio para agredir a otros Estados
Es un compromiso adquirido por los cinco jefes de Estado, que pueden cumplir. En lo que no pueden es en lo relativo a las acciones externas de la Administración Reagan de enviar armas a las fuerzas mercenarias.
Negociaciones en materia de seguridad, verificación, control y limitación de armamento
Se continuará el proceso de discusión sobre ese tema que está en el Proyecto de Paz de Contadora.
Refugiados y Desplazados
Los gobiernos centroamericanos se comprometieron a atender los flujos de refugiados y desplazados, así como hacer gestiones para ayuda de los mismos. Nicaragua ha trabajado directamente en esto con el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), para la repatriación sobre todo de población del Atlántico nicaragüense que se ha ido a Honduras.
Cooperación, Democracia y Libertad para la paz y el desarrollo
No se puede aspirar a establecer la paz, democracia y desarrollo en Centroamérica, si no hay un sistema de justicia económico y social. Por lo tanto, es necesario que los gobiernos de América Central, gestionen apoyo económico extraordinario a la comunidad internacional.
Verificación y seguimiento internacional
Comisión Internacional de Verificación y Seguimiento.
Los gobiernos de Centroamérica darán todo el apoyo tanto a la Comisión Nacional de Reconciliación como a la Comisión Internacional de Verificación y Seguimiento, la cual será conformada […] por los cancilleres de América Central, del Grupo de Contadora y del Grupo de Apoyo.
La misma tendrá las funciones de verificación y seguimiento del cumplimiento de los compromisos contenidos en el documento, respaldo y facilidades a los mecanismos de reconciliación y de verificación y seguimiento.
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Calendario de ejecución de compromisos
Los gobiernos tienen un calendario para la ejecución de los compromisos contraídos. A partir de la fecha de la firma del Documento, contando 15 días, los cancilleres centroamericanos se reunirán en calidad de Comisión Ejecutiva para reglamentar, impulsar y viabilizar el cumplimiento de los acuerdos. Es decir, es tarea de los cancilleres la forma operativa de cómo se ejecute en detallar los compromisos. Luego, llamarán a Contadora para que se integre a este proceso y poner en marcha todo el esfuerzo negociador.
Sin embargo, el mandatario nicaragüense insistió en que lo que se refiere a la simultaneidad, implica que ésta debe aplicarse a los 90 días de firmado el Documento. Esto supone, en el caso de Nicaragua que, si los Estados Unidos han cesado el apoyo a los contras, acatan el fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya; habrá las condiciones para la amnistía, el cese al fuego.
A los 120 días de la firma del Documento, la Comisión Internacional de Verificación y Seguimiento analizará el progreso de cumplimiento de los acuerdos.
A los 150 días, los cinco presidentes se reunirán (la reunión está prevista para el 7 de enero de 1988) para ver qué ha pasado, qué no se ha cumplido y qué acciones deberán tomarse.
El hecho de que a los 90 días no haya cumplimiento, no inhibe a los gobiernos a quedarse de brazos cruzados y decir que todo fracasó, están obligados a tomar medidas correspondientes para que no ocurra.
Pero el éxito sería que al cabo de 90 días se pudiera aplicar la simultaneidad. El Presidente Ortega insistió que el acuerdo de paz es una contribución importante para que «logremos cerrar filas en favor de la paz y contra la solución militar» y que los gobiernos centroamericanos van a trabajar por esa meta, porque la paz no se ha logrado todavía.
Por: Mercedes Estrada
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