Barricada

Recordando a Edwin Castro, Cornelio Silva y Ausberto Nárvaez

“[…] Padre: estamos construyendo esa mañana distinta […] Seguimos haciendo lo que estamos haciendo, haciendo ese mañana distinto que soñamos y como decía no fue coincidencia que los asesinaron un 18 de mayo, porque el 18 de mayo nace Sandino […] Estoy convencido que los asesinaron un 18 de mayo, para tratar de borrar la continuidad y la historia de Sandino; sin embargo, cuando son las cosas, cuando son del alma, no pudieron borrar a Sandino”.

Edwin Castro, 22 de mayo de 2022

El 18 de mayo de 1960, hace 63 años, Edwin Castro, Ausberto Narváez y Cornelio Silva fueron asesinados en La Aviación, Managua. Hoy el Equipo de Barricada/Historia rinde homenaje a estos tres hombres extraordinarios, que soñaron con heredar a sus hijos un país distinto.

El 21 de septiembre de 1956 el poeta Rigoberto López Pérez terminó convirtiéndose en el “principio del fin de la dictadura”, al ajusticiar al dictador General Anastasio Somoza García, una acción planeada con meses de anterioridad con los compañeros Edwin Castro Rodríguez, Ausberto Nárvaez, originarios de León y Cornelio Silva de Chontales.

Tras la acción de Rigoberto, se desató una violenta persecución en todo el país. El 22 de septiembre la guardia capturó a Ausberto Nárvaez, en los días siguientes a Cornelio Silva, y a Edwin Castro lo capturaron el 12 de octubre. Este último tuvo el apoyo de algunos pobladores que lo escondieron, entre ellos, la “Garroba”, vendedora de caramelos de León, quien lo escondió primero en la ciudad y luego en la Isla de Juan Venado, frente al balneario Las Peñitas del municipio de León, donde los esbirros de la guardia lo encontraron y capturaron. 

En enero de 1957, comenzó el Consejo de Guerra en León contra Castro, Nárvaez y Silva. La ley de la dictadura los juzgó y condenó a 10 años de prisión por estar involucrados en el ajusticiamiento del dictador Anastasio Somoza García.

Los cuatro años que estuvieron en la cárcel de La Aviación fueron torturados en múltiples ocasiones. El 18 de mayo de 1960, en la madrugada, fueron masacrados por la guardia genocida, siguiendo órdenes del General Anastasio Somoza Debayle, jefe director de la Guardia Nacional. 

Al respecto, el Comandante Daniel Ortega, el 18 de mayo de 2022, expresó:

“El 18 de mayo del año 1960, son asesinados en las cárceles de La Aviación donde hoy está la Ajax Delgado, son asesinados los Mártires Edwin Castro, Ausberto Narváez y Cornelio Silva; Edwin, el padre de Edwin, nuestro Diputado, Jefe de Bancada. A Cornelio lo conocí, era un niño, lo conocí ahí en Chontales, era de Chontales… […] Cornelio, chontaleño como nosotros. Ahí lo conocí, éramos amigos, familias, nos bañábamos en el río, en los ríos chontales nos bañábamos, y luego, con el tiempo, bueno, el dolor, el duelo.

Habían pasado ya 4 años en la cárcel, los habían torturado hasta más no poder, y luego decidieron aplicarle lo que se conocía entonces como la Ley Fuga, que se miraba como algo normal. Allí no había Derechos Humanos, ni nacionales, ni internacionales, ni Gobiernos yanquis, ni Gobiernos europeos, que denunciaran y protestaran por estos crímenes; para ellos era algo natural, ¿por qué?, porque Somoza era el hijo del Imperialismo, al servicio del Imperialismo, el que había asesinado a nuestro General Sandino”.

63 años después, rendimos homenaje a los mártires Edwin Castro Rodríguez, Ausberto Nárvaez y Cornelio Silva, con el poema que Edwin dedicó a su hijo:

“Mañana, hijo mío, todo será distinto.

Se marchará la angustia por la puerta del fondo

que han de cerrar, por siempre,

las manos de hombres muertos.

Reinará el campesino sobre la tierra suya

-pequeña, pero suya-

florecida en los besos de su trabajo alegre.

No serán prostitutas las hijas del obrero,

ni las del campesino;

pan y vestido habrá de su trabajo…honrado

Se acabarán las lágrimas del hogar proletario.

Mañana, hijo mío, todo será distinto.

Sin látigo, ni cárcel, ni fusil

que supriman las ideas.

Caminarás por las calles de tus ciudades,

en tus manos, las manos de tus hijos,

como yo no lo puedo hacer contigo.

No encerrará la cárcel tus años juveniles,

como encierra los míos;

ni morirás en el exilio.

Temblorosos los ojos

anhelando el paisaje de la patria,

como murió mi padre.

Mañana, hijo mío, todo será distinto…”

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Stella Merlos